The end of the world | Jean Kirschtein

34: La batalla de los hermanos Jeager.

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Marley: "La batalla de los hermanos Jeager".

Las palabras de Eren habían terminado, una vez más estaban en el techo de una de las casas. De fondo podía escuchar las pisadas de los titanes colosales saliendo de Paradise. Selene apretó su mano al mango de la cuchilla. Eren ya había hecho su último movimiento y ahora solo le tocaba a ella contraatacar. Miro el cielo, era el paisaje digno del fin del mundo. Y lo que estaba sucediendo estaba marcando que pronto terminaría. No pasaron ni dos minutos que Connie y Jean estaban a su lado, ninguno de los cinco sabía que hacer en ese momento. Selene se sentó en el techo de la casa y observo un rato el cielo. Hace tiempo no sabían nada de Hange ni del capitán, eso la tenía bastante preocupada. Aunque en esa situación todo lo era.

— Nunca pensé que el decidiera acabar con todos los que están fuera de las murallas. Todo para que ellos como el odio... Desaparezcan.— dijo Jean mientras ataba unas vendas en la boca de Falco.— Nuestros enemigos desaparecerán. Lo que ellos temían, paso. Lo que quedara será un mundo blanco. Todo porque nos trataron como los monstruos a exterminar. En pocas palabras, ellos sembraron lo que cultivaron. Por lo que... ¿no había forma de evitarlo?

— Así es Jean, si nosotros no atacamos lo harían ellos y nosotros ya no existiríamos.— contestó Selene.— Pero también eliminamos la felicidad de un niño y le cargamos todo el peso encima. En ese momento era nuestra única oportunidad de ganar, pero quizás las cosas serían diferentes. Y millones de vidas inocentes no morirían. Lo que Eren esta haciendo no está bien.

— Selene tiene razón. Esto ya es llevarlo al extremo, es una masacre a gran escala.— dijo Armin.

— ¿Sería correcto detener a Eren? El rechazo el plan de Zeke de esterilizarnos. Así como el sacrificar a historia para obtener poderes del titán fundador. En pocas palabras, Eren... sacrifico todo más allá de las murallas, pero los únicos beneficiados somos nosotros.

Selene suspiró, Jean no se equivocaba con lo que decía. Pero era correcto detener a Eren, ella estaba segura de que su hermano ya no era feliz y lo mejor sería terminar con todo lo que estaba pasando. Armin y Mikasa querían dialogar con el. Algo absurdo, pensaba que todos sabían que no era una opción. Antes de que pudieran seguir hablando notaron la presencia de los titanes. Un escalofrío recorrió toda su espalda al recordar lo que había pasado con Evans hace unos minutos. Se paró y miro hacia el cielo, esto era mucho peor que hace cuatro años. Se sentía demasiado cansada.

— ¿Por qué atacan a nuestros soldados? ¿Ya se comieron a los de Marley? Pero si Eren ya controla a la fundadora, ¿No debería ser capaz de controlarlos?

— Parece que solo buscan comida. ¡Debemos irnos!

— Espera Jean, ¿qué harás con el niño?

— Lo mejor será tenerlo a nuestro lado, si los de Marley lo agarran, no sabemos que tan peligroso pueda ser. Nunca se ha transformado.— dijo Selene, estaba afilando sus cuchillas, una con la otro. Jean la miro, pero no había nada en ella, sus ojos habían perdido ese brillo tan especial que tenían.

— Podemos dárselo a alguien que esté transformado en titán y salvarlo.— opinó Jean.— Por ejemplo, al comandante Pixis.

— No.— se negó Connie de inmediato.— Mi madre. Demoslo de comer a mi madre que está en la aldea Ragako.

— Me niego. Es solo un niño.— dijo Selene.— De seguro tiene muchos sueños y cosas por hacer, no quiero que sea devorado.

— Connie, Jean, Selene, Zeke nos dijo que este niño es un candidato.— habló Armin.— A ser un guerrero como Reiner o los demás. Matarlo solo iniciara un conflicto con Reiner y el titán carretera. Ya que Marley está por desaparecer, no hay motivos para enfrentarnos a Reiner o a los otros. Así que-