18: Deja vu.

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La monarquía: "Deja vu."





Después de rescatar a Eren, Levi formó un nuevo escuadrón en donde estaban los reclutas que quedaban del escuadrón ciento cuatro. Y debido a ciertas adversidades, se encontraban en una cabaña en medio de la nada. En ese momento Selene estaba cortando leña. Sus cabellos cortos estaban despeinados, su camisa blanca estaba agarrada a sus vendas en el pecho, dejando ver sus abdominales bien marcados. Mientras caminaba hacia la cabaña con leña sobre el hombro. Mikasa era la que en ese momento cortaba leña y ella la que la agarraba. Ambas deberían estar descansando de sus lastimaduras, pero ahí ambas tercas estaban haciéndolo para no perder fuerza. A partir del segundo año del reclutamiento, todas las mañanas empezaron a entrañar juntas y los resultados se veían marcados en sus cuerpos.

— Creo que con esta madera es suficiente por ahora, Mika-Mika.— dijo Selene.

— Supongo que si.— Mikasa le sonrió y agarró la mitad de las maderas. Ambas caminaron a la par mientras la llevaban.

En cuanto se acercaron a la cabaña Mikasa tomó por ella el resto de las maderas y las puso en una esquina de la cabaña. Selene empezó a caminar en dirección de la puerta mientras limpiaba con su camisa un poco el sudor de su cara. Pero al levantar la vista se encontró con Jean, el chico no estaba disimulando ni un poco, parecía que la comería con la mirada. Río un poco en cuanto el chico apartó la mirada avergonzado, no era algo que veía todos los días. Suspiro y camino en su dirección. No le importo mucho dejando un beso en su mejilla y guiñándole divertida. A pesar de ser Jean el que siempre empezaba las muestras de afecto, le daba risa que le causara vergüenza. Aún así deseaba correr a cambiarse, la camisa estaba transparente dejando todo su abdomen trabajando a la vista. Le daba cierto pudor mostrarlo. Agarró uno de los sacos y lo cargó en su hombro, lo dejaría en la cabaña y luego se bajaría.

— ¿Selene que haces cargando eso? aún estás lastimada.— dijo Eren al verla entrar. Llevaba una escoba en la mano y una tela cubriendo su boca.— ¿Se sacudieron el polvo y la suciedad antes de entrar?

— No. ¿A cazo no ves que venimos cargados?— le reprocho Jean. Selene negó con la cabeza mientras dejaba la bolsa en el suelo y los saludaba a Sasha y a Connie quienes subían y bajaban las cejas en referencia a como estaba haciéndola reír.

— ¿Crees que el capitán Levi quedara satisfecho con la limpieza? Si no te hubiera hecho la cama esta mañana...

— ¡Cállate! ¡No eres mi madre!

— Bienvenidos.— interrumpió Mikasa.

— ¿Fuiste a cortar leña?— preguntó Armin preocupado.

— Necesito hacer ejercicio.

— ¡Te agarró un titan! ¡No deberías moverte!

— Sele calló de más de diez metros de ayuda y parece ser más funcional que otras personas. Ella me entiende. Ninguna de las dos podemos permitir volvernos débil. Deberían preocuparse más por ella. Su rodilla no está sana del todo y no le hace caso. Quizás alguno de ustedes la pueda convencer de quedarse en la cama.

— ¡Mikasa!— dijo ofendida Selene. No quería quedarse en la cama como una inservible mientras los demás hacían todo. No quería quedarse atrás.

Intento escapar antes de que Eren la atrapará, pero el ya tenía su brazo sobre su hombro. Frunció el entre cejo esperando que la retará. Aunque no era lo que esperaba no tenía ganas de detenerlos, Eren y Jean estaban tirando caso uno de un brazo para ver cual de los dos se quedaba con ella. Selene suspiro y sin hacer la mínima fuerza se soltó y agarró a ambos de las orejas.

The end of the world | Jean KirschteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora