26: Felicidad momentánea.

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Retorno a Shiganshina: "Felicidad momentánea."

De fondo podía escuchar el canto de los pájaros. El sol cubría de forma cálida la habitación. Las sabanas blancas cubrían sus cuerpos mientras sus respiraciones eran lentas. Jean estaba acostado en el pecho de Selene rodeando su cintura con un brazo, debido a que el otro lo tenía lastimado. Selene tenía simplemente una mano sobre su cabeza. Se habían quedado dormidos de esa forma. Después de regresar como los héroes, las cosas estaban más relajadas.

Habían vuelto exactamente hace tres días. Luego de que Selene fuera casi secuestrada, fue encontrada desmayada en un techo de una casa por el capitán Levi. La revisaron de forma inmediata y solo tenía una herida en sus cabeza, por lo tanto no era algo muy grave. No pudo descubrir lo que escondía el sótano de su casa ya que despertó un día después de que llegaron. Se encargó de visitar a Sasha que estaba herida en el hospital y a su hermano y Mikasa en las celdas, donde cumplían su castigo por desobedecer órdenes. Se enteró de absolutamente todo, el comandante Erwin murió y utilizaron el suero en Armin. Apoyó la idea que el capitán Levi tomó, Erwin Smith necesitaba descansar de todas las muertes que llevaba encima. Agregando que era algo que Selene ya sabía. El no volvería de la misión.

Jean fue el primero en despertarse, poco a poco fue abriendo sus ojos encontrándose con el rostro relajado de Selene durmiendo. No pudo evitar sonreír y esconder su cabeza en el cuello de la chica, buscando relajarse. Estaba feliz de tener unos días de tranquilidad y poder pasarlos con Selene. Había aprovechado de ir a visitar a su madre el día anterior, la cual le reclamó por no llevar a su novia. Paso sus dedos con delicadeza por el brazo de la chica, con delicadeza acaricio su cuello con la nariz y dejo un pequeño beso en ese lugar. Era hora de levantarse y si lo hacía de forma bruta, lo mataría. Poco a poco sentía como se removía debajo de el, de su cuello empezó a dar pequeños besos hasta llegar a sus mejillas, suficientes para despertar a Selene. Sus ojos se encontraron con los celestes de la chica. Los cuales fueron cerrados de inmediato y abrazó al chico para intentar seguir durmiendo.

— Bueno días.— le susurró Jean al oído. Apoyándose en el colchón y dando vuelta a Selene para que quedara acostada arriba de él.— tenemos que levantarnos. Hoy debemos llevarle la carta a Historia. Después podemos ir a pasear, incluso puedes visitar a tu hermano.

— Mal día querrás decir.— susurró en el cuello de Jean.— Después de ver el mar, me tomará muchos días, necesito como mínimo un mes para recuperarme de todo. Quedémonos unos minutos más así, Historia puede esperar.

— Recuerda que también iremos a ver a Sasha con Connie. Me alegra que se esté recuperando que no haya sido grave.— comentó.

— Yo también. Por un momento pensé que no los vería más.

— Me asusté mucho cuando ese titán te agarró junto a Reiner. Pero te las supiste ingeniar y lo único que te lastimaste fue la cabeza.— sonrió un poco y giró el rostro para poder ver mejor a Selene.— Aunque un titán te tiro de más de diez metros de altura y el daño que te hiciste fue mínimo. Lo que te sucedió en la cara fue una pequeña herida.

— Al parecer soy indestructible. Orgullosa de eso.— Se sentó de forma lenta en la cama y estiro sus brazos, haciendo que su camisón blanco se haga ver. Jean paso uno de sus brazos a su nuca y observo cada movimiento que Selene estaba haciendo.— ¿Qué tanto mira, señor Kirschtein? Tu mismo me dijiste que debíamos levantarnos. Deja de holgazanear y vamos de una vez.

The end of the world | Jean KirschteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora