Capítulo 14

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Especial YoonMin P

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Especial YoonMin P.1

Min Yoongi no podía sentirse más nervioso ¿De verdad había hecho aquello?

—Suga... Suga— llamaron insistentemente tratando de obtener su atención —¡Min Suga!— esta vez grito el más alto.

—¿Que?— su atención fue puesta en su compañero.

—Pero que humor...— se alejó un poco —Te decía que nuestro turno terminó, puedes ir a descansar — habían trabajado toda la noche en un caso que aún no podían resolver, aunque eran pocas las veces en que tenían que trabajar días completos también sabían que debían ir a descansar para enfocarse mejor en sus misiones.

—No se si pueda— se dejo caer en su silla mientras pasaba sus manos por su rostro un signo de total frustración.

—¿Es por tu cita?— Namjoon se sentó a su lado, tenía una taza de café pues aún debia conducir y no lo haría si estaba medio dormido.

—¿En que estaba pensando? Ese chico es menor que yo...— solo una parte de el se lamentaba, porque su lobo estaba más que feliz de volver a sentir a su omega. —Apenas y roza la edad legal—

—Suga, suga, suga...— el más alto tenía que estar aconsejando a su mejor amigo en cada situación. —¿Acaso eso importa?—

—Por supuesto, somos oficiales de la ley— dijo como si su compañero no lo recordara.

—¿Y?— le incitó a dar otra excusa más creíble. El pálido solo chasqueo la lengua. —Lo ves? No hay nada que te impida salir con jiMin— sonrió victorioso. —Así que ahora vas a ir a tu casa, dormirás un poco y después te arreglarás para esa cita, porque donde sepa que dejaste plantado a JiMin me importara poco que seas mi superior, es el mejor amigo de Taehyung y es como otro miembro de la familia para Jin, así que estás advertido—

Al parecer su amigo había estado ensayando esa amenaza porque a pesar de ser un detective, Namjoon era la persona más pacifica que conocía, era su lado opuesto, quizás por eso funcionaban como un gran equipo.

—Lo intentaré— se encogió de hombros, pero segundos después recibió un golpe en su nuca.

—Estas advertido— Nam se levanto de su silla para ir a su casa. —Me iré a casa a dormir, te veo en la noche— y con una despedida de mano desapareció dejando a Yoongi advertido.

☆☆☆

Aunque aún después de su siesta y lo que le parecieron horas de estar pensando YoonGi se dirigía con los nervios a flor de piel hasta la casa del chico rubio.

—¡Tu puedes!— se alentó el Alfa. Camino por el bien cuidado sendero de rocas hasta llegar a la entrada de una casa enorme. La puerta se alcanzaba frente a el temiendo por un momento encontrarse con algo no deseado. —Vamos Min Yoongi— se susurró antes de presionar el timbre llenándose con ese sonido.

—¿Si?— abrió una mujer minutos después.

—Buena tardes, soy Min Yoongi— hizo una reverencia

—Oh, claro ¿Saldrás con JiMin, no?— pregunto la mujer.

—S-Si— tartamudeo un poco.

—Pasa, no te quedes ahí, iré a buscar a mi hijo— la mujer, que ahora conocía era la madre de su omega... ¿Pero qué piensas? Se reprendió por decir que era SU omega.

Miro todo alrededor, había fotos del pequeño rubio por todos lados, a decir verdad pudo notar que sus padres no se parecían a él.

—Ya estoy aqui— aparecio el rubio robando la total atención del pálido.

—Wow— tal vez debería prepararse para cada vez que viera al menor, sin duda su lobo había sido exigente al escoger a un chico demasiado lindo.

—¿Que? ¿Tengo algo mal?— JiMin estuvo sonrojado al no recibir respuesta del mayor.

—No, no, nada de eso, solo que...— ¿Se puede caer enamorado en la primera cita? —Te ves muy bien— halago, pues ese suéter color celeste lo hacía ver muy tierno, y ni hablar de sus labios rojos cereza, ¿Los podía besar?

— Tu igual— un sonrojo lleno el rostro del menor. —¿Nos vamos?— quería salir de ahí antes de que su madre comenzara a incomodar, había logrado que no interrumpiera por al menos unos minutos, no sabía cuánto duraría así.

—Claro— ambos caminaron hasta la salida, Yoongi se apresuró hasta su camioneta donde abrió la puerta para JiMin.

—Gracias — el rubio se sentía en un sueño, ¿Esto está pasando? No se podía evitar preguntar.

—Se que yo te pedí la cita y que tal vez debería tener algo planeado pero...— comenzó a hablar el de cabello color vino mientras ajustaba su cinturón. —Soy pésimo en esto de...— no podía estar más avergonzado de estar confesando algo como eso.

—No te preocupes, tal vez podamos ir a cualquier lugar donde platicar un rato— la verdad el tampoco había tenido demasiadas citas para tener una referencia.

—Eso me parece bien, conozco un lugar — parece que después de todo, las cosas se darían con naturalidad.

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