¡Panal de Miel!

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El camino desde el instituto hasta la casa de David fue silencioso, intente animarlo en el camino al  recordar muchas de mis escenas de bochornos, pero no obtuve ninguna sonrisa de su parte. En este momento estamos parados frente a la puerta de su casa, ambos tomados de la mano y él, no me ha dicho nada, sólo está congelado en la entrada con su mano derecha extendida sobre la manilla.

Pero de un momento a otro la manilla comienza a moverse de igual modo la puerta finalmente, abrió y la persona causante de eso fue nada más y nada menos que el padre de David.
Esbozo una sonrisa genuinamente al contemplarnos 
—Bienvenida, Alicia. Estás en tu casa —Hace un ademan para que adentre al lugar—, Tengo mucho tiempo que no conversó contigo —dice Marcus.

Como describirlo al padre de mi amigo: Es de piel canela y cuerpo robusta. Sus ojos son de color negro y de igual forma, su cabello. A pesar de que David y yo somos mejores amigos, de su padre no conozco mucho, solo sé que tiene un carácter fuerte por lo poco me ha contado mi amigo; aparte que se caso con la madre de Dayana al David tener un año.

—Gracias a ustedes por invitarme, ¿Como está usted? —pregunté, dibujando una sonrisa ladina en la comisura de mis labios.

—Nada de usted, dime Marcus. Estamos bien —insiste con su ademan —, Adelante, adelante. Toma asiento

Ambos entramos a la casa, pero sin soltar nuestras manos y en pasos lentos, nos acercamos a la mesa. David, halo una silla para que tomara asiento; lo hice y luego, se sentó a mi lado. Disimuladamente visualizaba por el rabillo de mi ojo a David, su cara era trágica o sea, esto no parecía una cena, sino como una sala de interrogación para él. Le apreté el agarre que aun se conservaba en nuestra mano y en consecuencia de eso, me miro.
—Todo estará bien —susurre al mismo tiempo que le sonreí genuina para reconfortarlo.

Entiendo lo nervioso que está, pero en este momento lo mejor es guardar la calma y así, tratar de no arruinar nada, aunque su preocupación es más por mí que por él; suelo ser un caos andando, pero estoy inundada en un mar de nervios sin embargo, haré las cosas bien.
Sin embargo, en aquel momento de nervios David, me regaló una sonrisa de boca cerrada.

—¡Cariño trae la cena! —proclama, ordenando el padre de David. Mientras toma asiento frente a nosotros.

Sentí el ligero ruido de un plato muy cerca de mi rostro al voltear a mi lado izquierdo, pude observar a la madrastra de David. Dayana, definitivamente no saco nada del señor Marcus, su madre y ella son idénticas físicamente.
—Hola, Alicia. Esta muy linda —elogia el momento.
Pero bueno, es la única que cree que me veo linda con el ¿uniforme del instituto?

—Gracias, señora. Usted también lo está  —elogie con una sonrisa ladina

—¡Ali, llegaste! —grita Dayana, acercándose y abrazándome  por mi hombro izquierdo para luego sentarse a mi lado.

Posteriormente La señora Danna, tomo asiento junto a Marcus y así, iniciamos la cena. La cual debe salir perfectamente bien porque mi amigo depende mucho de esto o sea, depende de mí y no le voy a fallar. 

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Ha pasado unos minutos desde que inicio todo y el ambiente se ha conservado en un ligero silencio, ya que el único sonido que se escucha es el de los cubiertos pues bien, no lo voy a negar; existe tensión en el aire “Marce, chama siento el miedo respirando mi nuca”

No obstante, no podía ignorar la mirada no tan disimulada del Padre de David, ya que estaba tan fija en ambos, lo sé. Por eso al sentir una pesadez sobre mi sistema, levante un poco la mirada y él, me estaba mirando por lo tanto, la baje nuevamente.

Alicia🌸 |Destino #1✔  +18  | En corrección|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora