Alicia🌸 |Destino #1✔ +18 | En corrección|

Muggles

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Estoy sentada a orillas de la playa, mientras que mis pies descalzos  están hundidos en la arena sintiendo en ellos, cada partícula. Por otra parte, mis manos están palpando las ligeras olas que llegan en mi trayectoria.

En cuanto al mar, se eterniza en un tono azul verdoso brillante. El viento en su sutil danza, acaricia ligeramente mi rostro dejando así, una mínima arenilla sobre el mismo, pero el cielo, ese hermoso paisaje de acuarela sobre nosotros, se encuentra despejado, mientras que el rastro rey, sublime. 
Mi mirada recae no solo en el infinito mar, sino también en aquellos delfines que puedo contemplar a la  distancia.

Posteriormente, sintiéndome atraída por la vista del paraíso donde me encuentro, me levante e ingrese al océano para poderme sumergir en aquel paraíso azul. En cuanto me sumergí hasta la profundidad; pude tocar con mis manos  los corales, los caracoles, piedras y debo decir que: serenidad y felicidad es lo que este paraíso, te entrega.

Esa es la magia de la música, esa  que me traslada a un lugar diferente y me mantiene sumergida en este precioso mar, mientras que permanezco sentada frente al piano y, mis manos se desvían para viajar de una tecla a otra creando música, parajes, paraísos. En cuanto a la yemas de mis dedos, sienten como cada una de ellas se convierten mágicamente en la arena, en las olas, piedras y corales que tocaba mentalmente. Ese efecto, magia y eterna felicidad es debido a  la sinfonía número cuarenta de Mozart.

En cuanto abro mis ojos, puedo contemplar con pleno gozo y  admiración, el instrumento que logra entender todos mis sentimientos puesto que con tan sólo tocarlo,  podía absorber mis temores. Efectivamente, la música tiene esa magia.

Mi respiración es lenta y es debido a que me siento relajada, y ni existencia  de miedo o inseguridades dentro de mí ser; todo se había esfumado.

Escucho la profesora hablar  e rápidamente me saca  de aquel estado de relajación, solo para indicarnos tanto a mis compañeras como a mí, que las lecciones ya habían terminado, así que me dispuse a coger mis cosas, saliendo del aula y posteriormente del instituto e ir a casa.

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Me conservo caminando a  menos de medio camino del instituto puesto que me desvíe un momento para ir a un establecimiento en el cual me gusta ir después de clases, es decir, lo visito muy seguido, pero cuando llegue a aquel lugar; estaba cerrado por lo tanto seguí mi camino, mientras que mi mirada está siendo atraída por las tiendas que he podido visualizar en el transcurso.

No obstante, escucho y observó por el rabillo de mi ojo un coche estacionarse lentamente a mi lado izquierdo por lo tanto, desvío mi mirada hacía esa dirección para darme cuenta de que se trata de un Jeep de color negro, pero en ese preciso momento; el vidrio de la puerta del copiloto comenzó  a descender sin embargo, retomó mi vista al frente para encaminar hacia mi destino.

Escuché un ligero siseo. 

— ¡Hey, tú!  —exclaman desde aquella camioneta sin embargo. Apresuró mis pasos puesto que no reconozco ese vehículo —, ¡No te hagas la sorda!  —gritan nuevamente, pero esta vez detengo mis pasos debido a que reconocí aquella viril voz.

Vislumbro por el rabillo de mi ojo aquella camioneta que se conservaba en un leve movimiento a mi lado izquierdo y pude visualizar a través de la ventanilla del copiloto a sus adentro a Eithan.

Don simpatía.

—¿Te llevo?  —indaga, mientras enarca una ceja y se mantiene dando ligeros golpes al  volante  con su dedo pulgar.