Las Desafortunadas Aventuras

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Anoche, quede con Eithan en vernos en la biblioteca del instituto y sí suena raro, pero teníamos esa pequeña tarea juntos que nos dejo la profesora Sophia.

—...Sabéis qué existe internet. —Lo ignoro puesto que estoy buscando en las estanterías algunos libros que nos ayude con todo —...Estoy hablando contigo. —Me pincha el hombro con su dedo, y eso capto mi atención.


Me detuve frente a una estantería y sujeto un libro, pero sin mirar a Eithan.
—Y yo te ignoró. Desde que llegaste solo te la has pasado quejándote.  —dije, sangrona.

—No me quejó. Simplemente te recuerdo que existe algo llamado internet y allí, podemos encontrar todo —comenta, monótono.

—Y debo resaltar que antes que existiera el internet, se usaban los libros —aclaro.

—Y ya no se usan, son viejos. —bufa.

—Vale, escucha. Me gusta buscar información en libros y en tal caso que necesité más, pues uso internet. Los libros sean viejos o no, tienen una historia que contar y en cada uno de sus hojas por muy blancas, amarillas o rasgada que estén existe un trasf...

—Como sea. Yo buscaré en el móvil —dice, tajante.

—Haz lo que te plazca, Eithan. No sé ni para que te explicó algo que no vas a entender. —Sujeto otros libro.

El trabajo es simple es hacer una breve exposición en video  sobre el corazón, su sistema circulatorio y todo referente al tema.  

—Ni lo intentes, porque no te presto ni atención —dice, viendo su celular.

—Bueno, ¿Me ayudas con estos libros? —Me giro hacía él, entregando tres libros  —. Al menos utiliza esos músculos para algo.

Resopla con fastidio, guardando su celular y sujetando los libros.
—Anoche, quedamos en que trataríamos de soportar al otro, no colaboras. Si supieras cuantas chicas están detrás de mí, no sé, te sentirías afortunada de estar ante mi presencia.

Pongo los ojos en blanco.
—Claro, seguro están detrás de ti, pero para lanzarte de unas escaleras.   —Ruedo los ojo y sigo mi camino hacia las mesas.

Cuando tomamos asiento, noté unas miradas curiosas de algunas chicas. En serio era bastante llamativo porque Eithan es guapo, demasiado.
E idiota.

—Puedes ir leyendo en tu celular y anotar en una hoja o donde te dé la gana.

Me escucha atentamente, pero su mirada era tan curiosa.
—¿Siempre eres así de mandona?

Me encogí  de hombros, respirando hondo.
—Escúchame.  Vinimos hacer tarea, no a socializar. Tú, no me soportas ni yo a ti, suficiente castigo es tener que estar juntos, así que lo alargues las cosas.

Y con eso cada uno, se puso hacer sus cosas.
Al menos por unos minutos.

Doy una mirada de soslayo al idiota a mi lado. Eithan, esta entretenido con su celular y poco interés le está poniendo a la tarea. Cierro el libro y abro la aplicación de lectura, necesito relajarme.

Alicia🌸 |Destino #1✔  +18  | En corrección|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora