Alicia🌸 |Destino #1✔ +18 | En corrección|

Final

Eithan Scott

Ha transcurrido un año desde que llegue a New York para poder estudiar la profesión que me interesa y a su vez; poder jugar futbol americano. Pensé en su momento que todo sería fácil, pero no es así, aunque mis horarios de la universidad son bastante fuerte siempre encuentro tiempo para las prácticas ya que la universidad se encarga de poner un horario flexible para sus deportistas. Por otra parte, trabajo los fines de semana en una pequeña clínica como ayudante, y debo decir que con todo me siento pleno. Por otro lado, mis padres me apoyan al cien por ciento bueno, mi padre ya que mi madre, se niega a dirigirme la palabra.

En cambio Ryan, decidió estudiar Educación y por eso, se quedó en nuestro País natal, aunque debes en cuando viene a visitarme para salir juntos con nuestra hermana menor. No me olvidó de las personas que conocí en mi país pues, las llevo a todas en mi corazón, pero sobre todo a esa chica de ojos grisáceos.
En esa última carta que le escribí no fui totalmente sincero, ya que existen cosas que me guardé e incluso conversaciones. Me encuentro mirando el cielo y cada vez que miró la Luna la recuerdo con admiración y al mismo tiempo como un Ángel puesto que cuando la volví a encontrar pues, me sentía náufrago.
Esa tarde había discutido con mi madre y como cada vez, esos pensamientos oscuros estaban presentes, los cuales me llevaban a cometer acciones contra mí mismo. En fin, yo solo visualice esos hermosos ojos grises; la galaxia que se refleja a través de ellos y a su vez, el universo que perdura dentro de su alma; fue mi Mangata.
Además, como esa vez existieron muchas más, pero la última fue la noche del recital. Yo estuve presente esa noche, pero nuevamente fui cobarde o mejor dicho; respete su decisión sin embargo, solo me quede en las sombras para admirar como se veía hermosa con aquél vestido blanco de gala, y pude darme cuenta de su amor por el piano, ya que lo demostró.
Siempre tuve dudas de cómo sería ver un Ángel o escucharlo tocar un instrumento, pero esa noche lo comprobé con ella, es ¡Magnífica! Así como esa vez existieron otros, pero una en especial era ella quien me observaba a mí.

Aquel día del juego en donde le pedí que fuese mi novia. En cuanto la visualice en las grandes pues, recordé las veces que me la imagine en cada juego y así como en cada etapa de mi vida. Debí decirle que cuando comencé a lidiar con mis problemas, visitaba un especialista y le recomendó a mi madre en ese entonces que lo mejor para mí era que practicará algún deporte y yo elegí; el fútbol. Pues en su momento no me agrado, pero luego lo accedí, ya que me ayudaba a drenar mi rabia y cuando comencé, el entrenador, me aconsejó que como era tan débil en la cancha siempre recordará o me inspirara en alguien que para mí era una señal de fuerza en cambio yo, sólo la imagine a ella ¿Por qué? Era hija adoptiva, vivió con eso toda su infancia, muchos niños se burlaban de su situación y apariencia sin embargo, ella siempre sonreía no dejaba que nadie la hiciera sentir menos, así que en cada juego la buscaba entre la gente y me la imaginaba ahí sentada ¡Que tonto! Pero me funcionó siempre de igual modo el tener nuestra fotografía junto.
Es inútil recordar todo en este preciso momento, pero es inevitable ya que mis sentimientos están caóticos. La lastime de muchas formas, pero hubo una en que lo hicieron por mi culpa o sea, Ángel.
Aún tengo presente la conversación con él, en la fiesta de Damián.

- ¡Aléjate de Alicia! - le grite eufórico al visualizar que ella ya se había alejado de nosotros.
- Te lo advierto Ángel, no la toqué - le declare firme en aquel entonces pues los celos me consumían.

- ¿Me estas amenazando?- Se echo a reír arrogante
- Ella no es tuya ¿Qué sucede? ¿Celoso? Debes entender que esa chica es mía y acepta que no todas son para ti - me declaro firme a darme media vuelta.
Pero estaba equivocado pues, si lo era.
Yo sabía que sus sentimientos eran por mi pues, me quería y yo, estaba sintiéndome descontrolado por ella, ya que me estaba volviendo loco. Una dulce y tentadora locura, esa que me conservaba pensativo cada noche y llenándome de tanta interrogantes ¿Qué hago? ¿Qué siento? Era un inexperto puesto que nunca, había sentido algo igual, pero a pesar de todo eso, estaba consciente de que Ángel, no la quería.