Un Amor de Medianoche «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 4)

Te enteras de lo mal que están las cosas cuando te sientes culpable.

Cuando Guillermo salió con Zeus en brazos, ya había dejado de llorar, estaba dormido y en Guille había una expresión de alivio.
Nos subimos de nuevo al coche y nos fuimos del hospital. No quería hablar con Guille, estaba cansado, al igual que yo, lo único que queríamos era dormir. Y ninguno de los dos estaba en condiciones de hablar en esos momentos, porque si bien no escuchaba, se quedaría dormido a mitad de la plática, así es Guille ya lo conozco.
Cuando llegamos a la casa lo primero que hizo Guille fue dejar a Zeus en su cuna. Después de eso, se acostó conmigo en la cama, se recostó en mi pecho y le di un beso en la frente. Al poco rato nos habíamos quedado dormidos.
A la mañana siguiente y con las fuerzas repuestas, Guillermo habló conmigo.
-¿Samuel?
-Sí, cariño.
-La doctora dice que hay que cuidar muy bien al niño, la leche que había tomado no le cae bien.
Gemí. Yo había comprado esa leche y ahora es cuando me siento culpable, te enteras de lo mal que están las cosas cuando te sientes culpable por enfermar a tú hijo.
-Bueno, no volverá a pasar, la próxima vez le diré a un encargado que me ayude.
-Eso espero -me dijo. Me agarró por la cintura y me besó en los labios. Pasé mi mano por su trasero y el sonrió.
-Como te gusta hacer eso.
-Y tú que te dejas.
Volvió a sonreír y a besarme de nuevo. Pasaron varios días en los que Zeus ya estaba mejor. Nadie (o casi nadie) sabia que teníamos a Zeus. Guillermo se la pasaban con Zeus, era feliz, al igual que yo. Le dábamos de comer en la boca, le enseñabamos a decir "Samu" o "Guille" y Guillermo y yo discutíamos sobre si dirá primero su nombre o el mío. Y así pasaban las semanas con Zeus, lindas, divertidas, siempre con color y alegría en nuestra casa.
Hasta que llegó Linsey, la horrible vecina que venía dispuesta a saber sobre Zeus.

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Hola! Salseito i'ts coming (͡° ͜ʖ ͡°)