Tic, tac, tic, tac, tic, tac.

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A pesar de todo, el tiempo no se detenía, y como era de esperarse, Zeus crecía más y más conforme las manecillas del reloj se movían.
Mis padres fueron los primeros en enterarse de Zeus. Lo tomaron con calma, con naturalidad, cadí parecía que había sido un milagro el que Zeus llegara a nuestras vidas. Aunque tardamos un año en decirle a los padres de Guille, porque no sabían como reaccionarían ante esto. Y tampoco queríamos perder a Zeus, en ese entonces ya teníamos un año con él. Un año de risas, llantos, enojos y desvelos.
A los dos años fue cuando Zeus pronunció su primera paralabra, y fue "Guille" lo primero que dijo. Me reí porque Guille sabia que eso seria lo primero que diría, pues siempre se la pasaba diciendo que lo dijera. Me acuerdo que me lo restregó en la cara como por un mes, hasta que después de una semana pronunció "Samu", y así poco a poco fue diciéndonos Papi Guille, y Papi Samu. Y es que para haber tenido solo dos años, ese niño era bastante inteligente, mi padre dijo que tenia la mente de Guille y que tendría mi cuerpo.
A los tres años, ya todos nuestros amigos lo sabían, hasta incluso David, el primo de Guille que vive en Seattle. Cuando salíamos con nuestros amigos siempre llevábamos a Zeus, y a ellos no les molestaba, al contrario, siempre querían que lo dejaramos que jugara en la arena si íbamos a la playa o que regara los juguetes en casa de Alex o Frank. Ellos eran así, tan comprensibles como nadie en el mundo.
Cuando fueron sus cuatro años, las cosas empezaron a ponerse tensas, no con todos los vecinos, con alguien en particular. Con Linsey, la vecina de enfrente que se empeñaba en saber de dónde había salido Zeus, y si era adoptado quería ver los papeles, a lo cual Guille y yo siempre le negabamos eso, ella no tenia ningún derecho, es lo que siempre le decíamos. Y es que a estas alturas ya nos habíamos encariñado mucho con Zeus, era nuestra vida, era todo lo que teníamos, ¿por qué alguien se empeña en quitarte lo que más quieres? Las leyes deberían regirse en base al amor que le pongas, no en base a la orientación.
Pero Linsey no entendía eso, y jamás lo entendería.

Un Amor de Medianoche  «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora