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Un día como cualquier otro en otoño en la cuidad inicia, el sol estaba en el cielo despegado mientras el aire frío soplaba haciendo que las hojas caigan al suelo.

- YoonGi tienes una torre de papeles en tu escritorio y Hoseok llamo para cancelar la comida de hoy.

- Buenos días a ti también Sohyun.

- Perdón, buenos días, el día de hoy la gente está acelerada.

YoonGi solamente asintió con la cabeza entrando a su despacho suspirando cuando miro la montaña de papeles que le dijo su secretaria, quitó su abrigo largo y lo colgó, camino a su escritorio se sentó en su silla comenzando con el papeleo.

Pocas horas después la secretaria de YoonGi entrar a la habitación algo apurada dejando unos papeles en frente de él.

- El jefe quiere que tomes este caso, en mi opinión es una perdida de tiempo ya que es demaciado fácil e incluso un pasante lo puede hacer.

La secretaria salió de la habitación refunfuñando de enojo mientras YoonGi tomaba los papeles leyendo rápidamente lo que decía en ellos suspirando pesadamente tomando su teléfono y marcando a su compañero.

- Oh.. ya te llegó el casó.

- ¿Cómo lo sabes?.

- Por qué a mí también me llegó pero lo rechace.

- ¿Es esto acaso una broma?.

- Ojalá y si, pero no.

- Se lo voy a dar aún pasante

- No hagas eso YoonGi, el que puso la demanda es socio del jefe, además ¿Que tan difícil puede ser un caso de agresión física en segundo grado a un discapacitado?

- Tengo mejores casos que resolver.

- Suerte YoonGi

Varias maldiciones y groserías se escuchaban dentro de la habitación donde estaba YoonGi haciendo reír a la secretaria.

•••

Por la tarde estaba nublado y YoonGi se encontraba camino a una cafetería donde se encontraría con su cliente para saber más detalles del caso.

Entro mirando a los alrededores tratando de buscar al chino con la mirada acercándose a él cuando lo encontró, se sentó en frente del menor mirándolo de pies a cabeza sorprendido al ver lo bonito que es el contrario pero sorprendiendose más al ver los bonito ojos color café claro un claro casi llegando a ser miel nunca en su vida miro unos ojos tan bonitos.

- ¿Es usted el Sr. Min?

- Si, pero no me digas Sr me hace sentir viejo

- Lo siento

La mesera se acercó a ellos parándose a lado de ellos.

- ¿Que les gustaría pedir?

Un pequeño silencio se hizo presente durante unos segundos.

- Yo quiero un frappé de caramelo

- Yo un americano

- En un momento se los traigo.

La mesera anoto los pedidos en la pequeña libreta y se fue para hacer los pedidos.

- Bueno, entonces vamos a iniciar para acabar pronto.

- Tu aroma, es bonito y agradable.

Soltó sinceramente el menor mientras sus mejillas se volvían rosadas y sonreía alegre.

Tu aroma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora