¿Enamorado de una vampira?

Cap 22

- Me tengo que ir a la universidad, Billy- me susurra besándome después la mejilla, y me abraza-
- ¿Ya te vas, mi amor?-
- Lo siento, pero sí. Te amo, no armes un escándalo y portate bien, cachorrillo-
- Sí, nena- me transformo para ella, y sonríe-
- A dormir, anoche te dormiste tarde-
- Tú igual- ríe-
- Son las siete de la mañana. Descansa, mi lindo lobo- me arropa y me besa entre las orejitas, siempre hace eso- Hasta luego-
- Hasta luego, nena- ella sonríe y sale de la habitación. Me levanto y me metí en la ducha, ya estoy sin ropa desde anoche así que directamente abro el agua. Volvimos a hacerlo, llevábamos ya un tiempo sin hacer nada así que decidimos divertirnos un poco. Nos dormimos a las una de la mañana, algo tarde pero bueno. Me salgo de la ducha y después de secarme me visto, iría a ver qué puedo hacer hoy. Tom está tan desesperado como yo, de verdad, soy la niñera de él y de los niños. Le estamos echando un cable, pero, poco hace-
- ¡Bueno días, Bill!- me dice mi hermano solo-
- Buenos días, Tom- sonrío, y voy a echarme mis cereales con leche. Después de comermelos me meto una manzana en la boca y salgo al salón- Que bien te veo-
- Voy a ir de viaje con los niños-
- ¿Y eso?-
- No sé, por probar- me dice, y veo que faltan los cachorros-
- ¿Dónde están tus hijos?-
- Fueron a dar una vuelta, ya sabes. Jóvenes de hoy en día- mi móvil suena, así que lo cojo-

Llamada
- Bill-
- ¿Qué ocurre, nena?-
- ¿Puedes venir a por los cachorros?- en ese momento tengo ganas de asesinar a Tom, así que lo hago con la mirada-
- ¿Están ahí?-
- Sí. Dios, se han puesto a ladrar en clases y me han dicho que podría haber tenido una expulsión por llevar animales a la universidad-
- Voy para allá, quédate tranquila. Te amo-
- Y yo a tí-
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- Voy a por los niños- en ese momento papá me mira, parece saberlo-
- ¿Qué es eso de que has sido padre, Bill?- ¿Que yo qué? Ostras, que le ha dicho que sin míos-
- No son míos, son de tu otro hijo, que con el celo se muere y no conoce. Es capaz de tirarse a una cabra. Pero no son míos, son de él-
- Mentira, tú le has puesto los yernos a Emma. Qué vergüenza, tío, yo que tenía por un hermano modélico- que morro tiene este, sabes-
- Y dale con los yernos. Cuernos, son cuernos. Y yo no le he puesto los cuernos a nadie. Los cachorros son tuyos y punto, a mí no me metas en tus líos. Me voy a recogerlos que se los has metido a mi novia en la mochila y no veas la que has armado, vaya movida. Encima está el cara pepino ese, lo que me faltaba. Y como le haga algo a los cachorros o a Emma...- como me estoy poniendo enfermo me voy, y lo dejo en casa con papá-
- ¿Y dónde se imagina usted que va, jovencito?- escucho papá, y me imagino que va a hablar con Tom. Una charla sobre responsabilidad, celo y paternidad. Cuando llegué ella estaba en el pasillo de su módulo, así que entré-
- Gracias-
- De nada- sonrío, y le doy un beso- Adentro, chicos- los meto en mi mochila, y le dejo una pequeñísima raja abierta para que respiren- No te van a expulsar, les diré que nos lo encontramos y que yo no tenía dónde guardarlos. Qué lo siento mucho. Entra a clase, anda. Tienes que ser una gran actriz- ella sonríe-
- Nos vemos luego- asiento, y ella me devuelve el beso de antes-
*

*

*
- ¡Bobby!- sí, ese es mi hermano, y está corriendo hacia uno de sus cachorros- ¡Tranquilo, papá te salvará!- es la primera vez que veo que se preocupa de verdad. Mi sobrino Bobby se puso malo de la barriga, y lleva unos días regular. Ha tenido alguna cagarruta blanda y a veces echa algo de pota, pero bueno-
- Vamos al veterinario, Tom- le dice mi novia, y él asiente- ¡Jörg!- Mi padre la mira- ¡Es urgente!-
- ¿Qué ocurre?-
- Bobby está enfermo- le digo con el cachorro en brazos- Déjanos el coche para ir al veterinario, por favor-
- Claro, sin problema. Todo estará bien, nene- le dice mi padre a Bobby, quién ahora lloriquea por su malestar. Tom no ha cambiado a penas, sigue pensando que es demasiado joven y que debe de vivir la vida. Pero bueno, es lo que hay. Si hace barrigas tiene que ocuparse de sus bebés-
- ¿Bobby?-
- Vamos allá, pequeñuelo- le digo acariciando entre sus orejitas, y miro a Tom- ¡Tom!- ya estaba intentando montar a una hembra de husky, desde luego que vamos. Lo cojo de la correa y lo arrastro literalmente, pues él va sentado y ni siquiera se digna a levantar el culo del suelo. Estamos nerviosos en la consulta, y Tom se preocupa un poco cuando le toman la temperatura a su bebé, más que nada porque se le vino ese recuerdo desagradable y no quería que él sufriera lo mismo. A veces me sorprende y todo-
- Respecto al cachorrito, pareja- nos mira con Bobby en brazos- Tiene la barriga algo suelta, tiene un poquito de diarrea. Pero no es nada grave, tranquilos. Y bueno, respecto al celo del padre- mira a mi hermano- Podría ser castrado, eso siempre suele calmarlos más en todos los sentidos- vuelvo a mirar a mi hermano, y se desmaya- Oh, vaya. Parece que no le ha gustado la idea-
- Está bien así, gracias. Solamente lo hizo una vez- dijo mi novia sonriendo- ¿Vamos, amor?-
- ¡Vente, Tom!- lo llamo, y él me sigue- Muchas gracias-
- A vosotros- volvemos a casa, pero están más revolucionados que nunca. ¿Dónde te has metido, Bill?

Emerson
- Eso me gusta. Pero, ¿y si atacamos en el bosque?- miro a Alfons- Entramos por aquí- le voy señalando mi plan en el mapa que hay delante nuestra, y él sonríe- Y ahora ellos pasan de estar ahí a estar aquí. Entonces..  ¡PUM! ¡Capturados y sin cabezas!-
- ¡Me encanta tu idea! Eres de gran utilidad, mortal. Recuerda que si no cumples con tu misión me quedo con tu alma-
- Lo sé, amo. Por eso prometo matarlos-
- Bien hecho-