- ¿A dónde quieres ir tú, eh?- cojo a mi niño haciéndole cosquillas-
- ¡¡Mamiiii!!- nos reímos- ¡Ya soy mayor!- ese es él, Adam. Han pasado dos años y medio desde nuestra separación, y son dos años y medio los que lleva sin verlo. Fue tan hijo de puta-
- No, de eso nada-
- ¡No qué va! Ya se hablar, caminar....- se queda un rato pensando, yo me rio- ¡Oye, no te rías!-
- Es lo único que sabes hacer, mi vida. Ya aprenderás a leer, a escribir, a cocinar... Todo debe ir a su tiempo. No quieras crecer tan rápido, los mayores a veces somos un poco...brutos-
- ¿Brutos?- asiento-
- Como cuando por ejemplo la tele no va. Le damos golpes hasta que por fin se pone o soltamos palabrotas de las importantes- se ríe-
- ¡Pizzaaaa!- dice contento cuando el timbre suena-
- ¿Vienes conmigo?- asiente, y se baja del sofá. Me sigue como un patito, es tan adorable, aunque me recuerda a Bill muchísimo. Tiene su boca, sus ojos café, su cabello rubio, los mismos gestos a veces, la misma mirada, casi todo de él. O se parece o me estoy volviendo loca- ¡Ooh, la cartera!-
- ¡Ya voy yo, mami!-
- ¿Sabes dónde está?-
- ¡Sííí!- sale del salón con la cartera en la mano, y me la da-
- Muchas gracias, cariño- abro la puerta de casa, vivimos en un piso. Cómo no teníamos techo me vine al mundo de los humanos, y bueno, nos va fenomenal. Es una alegría que te dejen llevar al niño al trabajo, así no tengo que estar nerviosa por si él o la canguro le hace algo o salen y no vuelven, en fin-
- Tome su pizza- miro al repartidor sonriendo-
- Muchas gracias- la cojo y la dejo en el mueble de entrada- ¿Cuánto es?- me dice el precio, yo se lo pago y ambos nos miramos. Entonces nos damos cuenta. Se pone tan blanco que parece leche. Me fijo en su brazo izquierdo, ¡ese maldito tatuaje está ahí! Sus manos, su rostro, su cuerpo... Imposible-
- ¿Estás bien, mami?- ambos miramos al niño-
- Sí, cariño. Muchas gracias, eh. Buena noche-
- ¡No, espera! ¡Emma, deja que vea a Adam!- le cierro la puerta corriendo, y echo todas las vueltas de la cerradura-
- ¿Por qué ese hombre sabe nuestros nombres?-
- No lo sé, cariño. Pero tranquilo. Mientras yo esté no te va a pasar nada, ¿sí?- asiente- Bueno, bueno. ¡¿Quién quiere empezar la fiesta de la pizza?!-
- ¡Yoo!- nos vamos al salón a cenar, la pizza es barbacoa. Está buenísima y en eso ha salido a mí por suerte, tenemos los mismos gustos. Después de cenar él me ayuda a recoger, siempre lleva nuestros vasos. Es tan mono, tenéis que verlo tratando de dejarlos en la encimera de la cocina. ¡No llega!-
- ¿Me dejas un lado?-
- Claro, mami- echa su taburete a un poco más a la derecha y se sube para lavarse los dientes. Yo también me los lavo y ambos nos damos una ducha-
- ¿Qué te pasa, cariño?- le pregunto cuando lo veo con cara seria-
- Sigo pensando en ese hombre. No sé cómo ha sabido nuestros nombres, la verdad. Es un extraño-
- ¿Qué te he dicho yo?-
- Que nada me iba a pasar estando contigo-
- Pues ya está. Tú tranquilo y no pienses en eso, que mañana sí tendrás que pensar en la escuela-
- ¡Jooo!- me empiezo a reír- No quiero ir-
- ¿Por qué?-
- Hay niños malos- lo miro-
- ¿Niños malos?- asiente- ¿Qué hacen?-
- Me dicen cosas feas, y a veces me pegan-
- ¿Desde cuándo hacen eso?-
- Pues desde que empecé-
- ¿Por qué no me dijiste nada? Empezaste en septiembre y pasado mañana ya es tu cumpleaños, Adam-
- Lo siento-
- Mañana iré yo, y te veré en el patio. Tú mira hacia la pared donde está dibujado el pulpo que tanto te gusta. Y si esos niños te hacen algo, entraré-
- Gracias, mami- después de secarlo le pongo el pijama, y lo acompaño a su habitación para acostarlo. Mañana tenemos que madrugar por su escuela, hoy ha sido domingo- ¿Me cuentas un cuento?-
- ¿Cuál quieres?-
- El que más te guste- sonrío- Por cierto. ¿Hay bolsas de sangre todavía?-
- Sí, cariño. Tú tranquilo que mamá lo tiene todo bajo control. Dime el cuento y te lo contaré-
- El patito feo- me levanto para coger el libro de la estantería de su habitación, y me siento de nuevo a su lado. Él está tumbado y tapado hasta el cuello, hace mucho frío aquí-
- Érase una vez una patita que tuvo patitos, y todos los animales de la granja estaban encantados con ellos. Todos los días se abría un huevo, pero la mamá patita se preocupaba por el último, que no se abrió hasta la semana siguiente. El patito que salió no era amarillo como los otros, era gris, y a la vista de sus hermanos no era muy guapo- mi pequeño se ríe- Un día que iban paseando toda la familia, el patito gris perdió de vista a sus hermanos y a su mamá-
- Esa parte me da pena- sonrío-
- Pasan los años y el patito ha crecido, como tú- le digo mirándolo después, él sonríe- Y cuando se mira en el reflejo del agua, aparece un cisne. Un cisne blanco precioso y fuerte, muy joven además. Entonces todos entendieron por qué era tan raro de pequeño, y empezaron a quererlo más. Él era muy feliz. Y colorín colorado-
- Este cuento se ha acabado- nos reímos- Gracias- cierro el libro, y me pongo a acariciar su rubio cabello lacio-
- Te quiero-
- Y yo a tí, mami- le doy un beso en la mejilla, él también y ya me levanto de su cama-
- Buenas noches, Adam. Sueña con los angelitos que yo soñaré contigo-
- ¿Siempre?- me mira-
- Siempre, tesoro- le apagó la luz del cuarto y dejo su puerta abierta, mi habitación está justo al lado. Me quito el pijama quedándome en ropa interior y me acuesto tapándome después. Pasado un buen rato abro el móvil, y me voy a la galería para mirar una vez más esos dolorosos recuerdos. Sí tan solo no lo hubiera hecho nada de esto sería así-Bill
- ¡¿Cómo que están en la cuidad?!-
- ¡Así es, Tom!-
- Dame eso y duérmete de una vez-
- ¡No!- le aparto corriendo la botella de whisky-
- ¡Que me lo des!- me lo quita a la fuerza rompiéndola contra el suelo- ¡Mírate, tío, estás horrible!-
- Por supuesto que estoy horrible. No tengo mujer, se ha llevado a mi hijo y mi único refugio es esto- le digo señalando los trozos de cristal en el suelo- ¡Te has cargado mi felicidad, está rota en el suelo!-
- ¡Tu felicidad te la has cargado tú mismo, Bill! ¡Te acostaste con otra mil veces a espaldas de Emma, le mentiste, le hiciste creer algo que no era!-
- ¡Pero yo la amo, la sigo amando!-
- ¡Haberlo pensado antes, ya no hay vuelta atrás!- me responde recogiendo los cristales, luego friega el suelo sin dejar rastro de whisky alguno- Piénsalo bien antes de hacer cualquier barbaridad, como esta. Llevas cerca de tres años bebiendo como un borracho y lamentandote como un desgraciado-
- Esas dos cosas soy yo, Tom-
- ¡De eso nada! ¡Vas a espabilar por tí, por ellos dos, y por el grupo! ¡Mañana comienza tu nueva vida, pero de ese trabajo no te vas a escapar porque ganas buenos dineros! ¡Y como se te ocurra faltar mañana, te voy a meter palos hasta por detrás de las orejas! ¡¿Entendido?!- asiento-
- Lo he pillado-
- Lo siento, pero ya estoy harto de verte tan mal. Lo arreglaremos, ¿vale?- vuelvo a asentir, él me abraza- Te quiero, eres mi hermano y te quiero. Por lo tanto quiero verte feliz, ¿sí?-
- Vale- me tapa con el edredón-
- Buenas noches, descansa- pero sé que no voy a poder descansar nada. Así llevo cerca de tres años-
ESTÁS LEYENDO
¿Enamorado de una vampira?
FanfictionEmma Walker, vampira de veinte años, hija de los jefes de la comarca. Su vida da un cambio inesperado al encontrar a la criatura más bella y perfecta que existe, él. Bill Kaulitz, hombre lobo de veintiún años, nieto de la druida de la comarca. Ambos...