Cap 57

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- ¡Mamá!-
- ¿Qué pasa, Ellie?-
- ¡¿Haz visto mi sombra de ojos?!- típica pelea en la casa, sí. Mi mujer le coge prestado el maquillaje a mi hija y luego se le olvida devolvérselo-
- ¡Voy!- sube a nuestra habitación- Cielo, llevas días sentado en esa silla, debe de dolerte el trasero. ¿Por qué no te levantas y te despejas, eh?-
- Necesito terminar la maldita canción, nena-
- Mamá, ¿lo tienes tú?- Ellie nos mira-
- Sí. Toma, cariño, lo siento. Se me pasa-
- Da igual. Gracias- sonríe- Papá, ¿no estás cansado?-
- Me queda muy poco-
- Venga, anda, muévete- me acaban levantando de la silla entre las dos- Me tengo que ir al instituto-
- Está bien. Ten cuidado, ¿eh?- asiente-
- ¡Vamos, Adam!- mi hijo baja corriendo- Tío, más lento imposible-
- Calla, emo-
- Oye. Ten cuidado, cani-
- Ya vale los dos, ¿de acuerdo?- los separó rápidamente- Hala, a estudiar. ¿Mascarilla?-
- Voy- cogen las mascarillas para tapar sus bocas y narices. Veréis, un virus afectó al mundo entero a finales de dos mil diecinueve principios de dos mil veinte, y desde entonces tenemos que llevar mascarilla-
- ¿Le has contado a nuestros padres lo de Kellin?- miro a Adam, quién mira a Ellie y ella se queda pálida-
- ¿Quién es Kellin, Ellie?- le pregunto de brazos cruzados-
- Es... Es mi amigo-
- ¿Seguro?- asiente- Pues, tráelo a comer. Quiero conocerlo- le respondo-
- Vale, se lo diré- nuestros dos hijos mayores salen de casa rumbo al instituto, ya han pasado a primero de bachillerato. Mi hija ha escogido arte dramático, y Adam ha escogido criminología, muy buenos trabajos-
- Iré a despertar a los otros cuatro-
- Te acompaño- subimos a la habitación de nuestros cuatro hijos, los cuáles ya tienen diez años. Dos niños y dos niñas. Bill y Tom, Emma y Amy. Así los hemos bautizado- Buenos días, princesitas-
- Papi, déjame dormir- protesta Amy-
- Cinco minutos más- Emma se tapa entera, típico. Ha salido a su madre-
- Tenéis colegio, Emma. Hay que levantarse ya- arreglamos a los cuatro pillines, y los llevamos al colegio después de recibir una llamada de nuestros hijos mayores avisando de que ya iban a entrar a clases- ¡Que Os vaya bien!-
- Gracias, papá- los cuatro nos abrazan, y luego entran al colegio. Nosotros dos tenemos que trabajar-
- Me voy a grabar, cielo-
- Ten cuidado, eh- asiente riendo, y me abraza-
- Te quiero, lobito- nos besamos unas cuántas veces, yo sonrío al separarme de ella-
- Yo más- vuelve a reír- Te llevo-
- Vale- me baja cuando llegamos a su destino, y se acerca a mí ventana- Nos vemos a las dos menos cuarto para recoger a los niños-
- Sí, mi amor- ahora le doy un beso yo- Te amo-
- Y yo a tí- antes de ir al estudio me paso por el instituto de mis hijos mayores, y me convierto en un lobo fingiendo ser un perro. Me asomo a la clase de mi hija, veo que habla con un chico y ríe todo el rato. Ambos prestan atención a la profesora cuando habla, pero cuando termina la clase y ésta se va, me falta poco para entrar y arrancarle la cara de un mordisco al niñato. Ha besado a mi hija, y eso no se hace, nadie la toca-

***
- ¡Y nadie besa a mi niña, mucho menos en un instituto!-
- Bill, cálmate. Estás demasiado nervioso, tío- dice Georg-
- Me tengo que ir, ya va a salir- me despido de mis amigos, y voy hacia la entrada del instituto como una bala. Me escondo y salgo transformado en lobo, entonces me siento delante de las puertas-
- ¡Kellin, para! ¡Me haces cosquillas!- mi niña sale riendo mientras ese estúpido tiene las manos en sus costillas- Gracias por quererme tanto-
- Eres mi niña linda, claro que te quiero- él la abraza- ¡Cuidado!-
- ¿Qué pasa?- él me señala, ella me mira. Abre la boca sorprendida y se pone más blanca aún-
- ¡Puede morderte, nena! Ponte detrás de mí- al menos la protege. ¡Pero no! ¡Mi hija no puede tener novio, lo mato!-
- Tranquilo. Es... Es mi perro- ella se acerca a mí- ¿Ves? Ven, no hace nada. Se llama Bill. Bill, él es mi amigo Kellin- tengo que actuar por ella, me dejo acariciar por el muchacho-
- Es muy bonito- sonríe- Oye, me gusta mucho. Que suave. ¿Me lo puedo llevar?- ambos se ríen-
- ¿Te gustaría un perro?-
- Y un bebé también- la mira. ¡¿PERDONA?! ¡¿PRETENDE DEJAR EMBARAZADA A MI HIJA?! Le gruño para asustarlo-
- Kellin, tenemos dieciséis años, no. Tenemos estudios y responsabilidades-
- Está bien, mi amor- este sale sin cabeza-

¿Enamorado de una vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora