Cap 41

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- A ver- toco en la entrada de la guardería donde está mi hijo, la profesora me ha dado hora esta mañana y no pienso faltar por nada del mundo. Van a dejar a Adam en paz-
- ¡Emma!- me giro lentamente cuando escucho esa voz- ¡He llegado a tiempo, uf!-
- Qué... ¡¿Qué haces tú aquí?!- me llega el aroma a alcohol en él- ¡¿Cómo te atreves a venir borracho?!-
- Le pegan a nueshtro hijo, ¿verdad?- y se deja caer en la pared. Este viene borracho enteramente-
- Ven, siéntate ahí y espérame hasta que salga. Vienes demasiado borracho- le digo tratando de sentarlo en el banco de la entrada de la guardería, pero no se deja hacer-
- Voy a hablar con esha sheñorita, y se va a acordar...-
- ¡No estás en estado de venir a hablar con nadie!- la puerta de la guardería se abre-
- ¿Los padres de Adam?- asiento- Venid conmigo- se tiene de coger de mi brazo porque a penas logra mantenerse en pie, por suerte nos sentamos en unas sillas después- Bien, no os alarmeis. Esto es normal en niños-
- ¿Usted ve normal que le peguen por la cara a mi hijo?- le pregunto, ella asiente-
- Son niños pequeños- seguimos hablando, pero la señorita no estaba colaborando mucho que se diga. Lo que más me avergüenza es lo qur mi exnovio hace. Se levanta de la silla y se apoya en la mesa de la profesora-
- Usted tiene cara de no tener ni idea de lo que es tener un hijo, ¿verdad?- le doy un tirón de la camiseta, pero él quita mi mano rápidamente- Usted no sabe lo que es enterarse de que tu hijo es maltratado por sus compañeros, de lo que uno se desespera hasta que lo ve en brazos de la madre, de lo que uno ha sufrido por él y por ella-
- Bill- susurro dándole otro tirón-
- No tiene ni puta idea. ¡Usted ni tiene ni putísima idea, mujer! ¡¿Cómo puede ver bien esto?! ¡USTED ES UNA MARICONA! ¡PUTA MAL FOLLADA!-
- ¡¿DISCULPE?!-
- ¡LO QUE HA ESCUCHADO! ¡MAL FOLLADA!- le repite él, pero rápidamente lo cojo del brazo y lo saco de allí-
- ¡ERES IDIOTA!- le grito en la calle, pero él se ríe mientras niega-
- He hecho lo que tuve que hacer, Emma- su voz es de total borrachera, que vergüenza me da ahora que veo cómo es realmente- Por favor, vuelve conmigo. Lo quiero a él, Emma, quiero a mi Adam conmigo. Te quiero a tí- me vuelve a llegar el aroma a alcohol, así que me retiro un poco de él- Cambié, lo sigo de verdad-
- Cambiaste a peor, Bill- le digo tratando de no llorar-
- Incluso se me presentó un tío trajeado con unos papeles de no sé qué, ahora no caigo- los papeles de la custodia compartida. Pero por lo que veo no le importó, por eso no ve a su hijo- Lo quiero a él, Emma, llevo tres años sin verlo. No como, no duermo, no vivo. Te necesito, amor mío. Por favor- me coge las manos aún mirándome-
- Me dolió mucho que tuvieras a otra mujer, Bill. A estas alturas estaríamos casados, con Adam correteando por casa y con su hermanito o hermanita en camino, pero no. Lo jodiste todo, y lo jodiste jodidamente bien- rompo a llorar sin remediarlo-
- Estoy harto de hacer siempre lo que tú quieras, ahora se hará lo que yo quiera. Me acostaré con quién me dé la gana, tendré los hijos que me dé la gana, y viviré mi vida. Puaj, voy a vomitar. ¿Seguirás aquí para cuando vuelva?- se va corriendo al baño público, pero cuando me voy a ir-
- Adam está expulsado, Emma- miro a la profesora- Está recogiendo su maleta- ella entra adentro-
- ¡Lo han expulsado, pedazo de idiota!- mi hijo sale, yo corriendo lo abrazo-
- !¿QUÉ?!- me voy a paso ligero con él en brazos, y evito que mire a ese borracho que tiene por padre-
- ¡El señor extraño, mami!-
- Tranquilo, mi vida. Nos vamos de aquí ya- abro el primer taxi que veo libre, y cierro la puerta diciéndole la dirección después-
- ¡No, Emma! ¡Espera un momento!- el taxista para- Cariño, por favor-
- Me duele, me duele mucho. Me dolió tener que separarte de nuestra criaturita- se pone a llorar él también, yo subo la ventanilla y volvemos a casa dejándolo allí- ¿Estás bien?- mi niño está completamente agarrado a mi camiseta-
- Tengo miedo-
- ¿Por qué, cariño?-
- Ese hombre quería hacerte cosas malas- lo abrazo, él también me abraza-
- Ya te contaré cuando seas más grande-

Bill
- ¡MALDITA SEA!- barro la encimera con el brazo tirando todas las botellas de vino, whisky, cerveza, Lambrusco, etcétera al suelo, todas se rompen. Cojo un pedazo de cristal grande, y me pincho la yema del dedo índice para ver si corta bien. Y sí, corta de maravilla- Se acabó- subo arriba y lleno la bañera con agua templada hasta arriba. Me meto en ropa interior y miro el cristal, pero sin pensarlo otra vez más me lo pongo sobre la muñeca. Me cortó así los brazos enteros y las piernas, también la clavícula y me hundo en el agua hasta el cuello. Dejo el cristal en el suelo de afuera y también dejó la mano afuera. Miro el agua, está poniéndose roja y mis cortes me escuecen, pero pronto acabará todo el dolor. Cuando mi vista se nubla cierro los ojos, y suspiro dándome un último paseo por mi mente. Mi madre se hubiera llevado una grandísima decepción de su hijo, igual que mi abuela se hubiera decepcionado de su nieto, soy la decepción en persona. Pero justo cuando siento que es la última bocanada de aire que me queda en la vida, mi hermano entra a casa-
- ¡Bill, he vuelto!- parece buscarme por toda la casa, hasta que entra al baño- ¿Bill?- abre la cortina de la bañera, y el grito que da no está escrito- ¡¿QUÉ COJONES HACES?!-
- ¿Tú qué crees?- le respondo aún con los ojos cerrados, ya estoy por perder la consciencia-
- ¡Hay que llevarte al hospital!- me saca de la bañera, y veo como voy dejando un rastro de sangre hasta el salón. Llama a una ambulancia al parecer, y al poco rato ya voy camino al hospital. Veremos a ver si salgo de esta o por fin se me acaba todo el sufrimiento- Aguanta, por favor- noto que me colocan una máscara en la cara, y me ayuda a respirar mejor- ¡¿En qué pensabas, Bill?! ¡Maldita sea la perra que me parió!- me coge la mano, y me la mira- Bill, por dios- noto que llora, pero no me puedo acordar de mucho más en ese momento-

¿Enamorado de una vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora