- ¡Luego nos vemos, cariño!-
- ¡Sí, mami!- mi pequeño Adam y yo nos abrazamos-
- Te quiero-
- Yo también, mamá- sonríe-
- ¡Eh, Adam!- un niño se acerca a mi hijo-
- Hola, Gero- se saludan con un abrazo- Es un amiguito, mami-
- ¡Hola, mamá de Adam!- me río- ¡Me he traído las cartas de los Pokémon!-
- ¡Yo también!- se van hablando hasta entrar, son tan pequeñitos que dan ganas de comerselos-
- ¡Te quiero, Adam!- mi niño me lanza un beso y termina de entrar a la escuela. Tiene tres años, por lo tanto ha empezado primero de infantil, ya no está en la guardería. Suspiro cuándo cierran la puerta y cuando me giro, me encuentro a la persona menos indicada. Bueno, no sé si persona o licántropo- ¿Qué haces aquí?-
- He venido a ver de entrar a mi niño- me da un abrazo- Y a invitarte a desayunar algo-
- Bill, tengo cosas que hacer. Lo siento mucho-
- ¿Te acuerdas de lo que te dije ayer?- me mira- No voy a parar hasta conseguirte otra vez, porque te quiero de verdad. Así que no me puedes rechistar-
- Mira, no estoy para aguantar tus tonterías. Tengo que ir a rellenar unos papeles importantes, comprar para la casa, hacer el almuerzo- me coge de la mano y empieza a caminar- ¡Suéltame!-
- Espera un momento y verás, joder. Al menos deja que desayune contigo- me dejó guiar por él, y así acabamos en las lindes del bosque del que venimos. Me mete por entre los árboles, y empiezo a caminar más deprisa como él al reconocer el camino por el que vamos-
- No puede ser-
- ¿Lo recuerdas?- salimos a nuestro lago, no me acordaba ya de esta maravilla-
- Hay más agua- asiente-
- Las lluvias de la ciudad son torrenciales aquí, lo sabes. Y el resultado es este. Te quiero demostrar cómo te quiero, así que haré lo imposible por tí- lo miro otra vez, y vuelvo a cometer el mismo error, no sé qué me ha hecho este hombre. Ese beso lo sigue con ganas igual que yo, parece que le da energía, se recarga rápidamente. ¿A que no saben lo que pasó? Otra vez como la noche del viernes, y yo maldiciendo todo el santo rato por amarlo pero no querer estar con él, me quiere de verdad. Aunque claramente no puedo perdonarlo en dos minutos tampoco, pero me encanta por mucho que trate de negarlo- Nunca habíamos hecho esto aquí-
- Lo sé-
- Me ha parecido especial- me mira sonriendo- ¿Tienes hambre?-
- Sí- se levanta transformándose en un lobo, y se mete entre los matorrales- ¿Dónde vas?- me pongo la ropa interior, y cuando estoy abrochando el botón del pantalón aparece él con una liebre en la boca. La deja en el suelo delante mía, y me la arrima con el hocico- ¿Para mí?-
- Sí- me hace sonreír-
- Gracias- acostumbrada a la comida de la cuidad ya no recordaba lo rica que está la sangre del bosque, me encanta. Él también come conmigo, y cuando termina se echa boca arriba para que el sol le de en toda la tripa- Oooh, eres un mimoso- le rasco la barriga, él mueve la pata como los perros haciéndome reír-
- Me encanta-
- ¿Sí?- asiente, yo vuelvo a reír. Más me río cuando aulla mientras se abre más de patas, así que me tumbo a su lado y lo abrazo acariciando entre sus orejitas-
- ¿Qué me estás haciendo, Emma?- suspiro sabiendo a qué se refiere-
- Bill, de verdad que yo tampoco sé que me estás haciendo tú-
- Me encantas- me lame la frente, y me abraza con sus patitas- ¿Sabías que te echo de menos todos los días de mi vida?-
- Sé de lo que hablas- nos miramos- Yo a tí también- inevitablemente el deseo aparece de nuevo, así que me dejo hacer una vez más ahora él siendo un lobo, simplemente me encanta hacer el amor con él. Estamos toda la mañana juntos hasta que llega la hora en la que tengo que ir a por Adam a la escuela, sale a las dos y son las una menos cuarto. De aquí a su colegio hay una hora, así que salgo sobre esta hora- Gracias-
- Te quiero acompañar- se viste una vez se convierte en un humano-
- Está bien- ambos vamos hasta el colegio de Adam, y esperamos de pie hasta que salen los niños-
- ¡Mami!- se viene corriendo a mí mientras sonríe-
- ¡Nos vemos mañana, Adam! ¡Te traeré a Pikachu!-
- ¡Te lo cambiaré por Charizard!- se ríen- ¡Hasta mañana, Gero!- me abraza cuando se despide de su amigo- Es muy buen amigo, mami-
- Ya veo, cielo. Mira quién ha venido- le digo dejando que le preste atención a su padre-
- ¡Hola, papiii!- se abrazan mutuamente-
- ¡Mi niño, madre mía! ¡Cómo me recibe!- le llena a besos el rostro mientras Adam ríe- Hola, cariño-
- ¿Vienes a la casa y ya te llevas la bolsa de la ropa?- miro al feliz licántropo-
- Claro- me responde, y ambos volvemos al piso a por la ropa de Adam. Claramente no conseguimos pasar desapercibido, así que todo el camino consta en preguntas, gente entrometida, etcétera-
- Papi, tengo miedo- es que el niño se asusta con facilidad,
- Tranquilo, llegaremos a casa y esta gente ya no estará. ¿Vale?- lo calma- Tú solamente no le contestes y haz como si no existieran. Imagínatelos en ropa interior- se ríen padre e hijo, eso me hace sonreír-
- ¡Qué guarro, papi!-
- Eso siempre me funciona, eh- se vuelven a reír. Entramos en el bloque, subimos al piso y mientras Adam guarda sus juguetes para llevárselos yo le guardo la ropa-
- Que se bañe antes de cenar, como siempre. No fumes delante de él, por favor, le dan pequeños ataques de asma a veces-
- Eso sí lo sabía- me responde- Tranquila-
- Que no se asome a ninguna ventana ni balcón si no estás tú, que no aplaste a los duendecillos ni se los coma- se ríe como yo- Y sobretodo que no lo vea Jerry, por favor-
- Oye, tranquila. Lo cuidaré bien, nada le va a pasar. ¿Vale?- asiento- Te llamaré todas las noches para que te mandé el besito de buenas noches- nos volvemos a reír- Pero quédate tranquila, por favor-
- Vale- me vuelve a abrazar- Gracias-
- A tí- me sonríe- ¡Adam!-
- Dime, papi- aparece por la puerta del cuarto-
- Nos vamos, cielo-
- ¡Bien!- sonríe. Bill coge la mochila con la ropa del niño y la bolsa de juguetes, los acompaño hasta la puerta y la abro- Te quiero, mami-
- Yo a tí también, peque- sonríe, y me da un beso en la mejilla- Ten cuidado y hazle caso a papá, ¿vale?-
- Sííí-
- Ve llamando al ascensor, cariño- Adam obedece a su padre, el cual me mira después- Nos vemos-
- Sí- nos damos un abrazo- Gracias, otra vez- se ríe-
- Te quiero, ¿vale?- me roba un besito, y sonríe- ¡Ahora vamos a investigar el mundo de los duendes!-
- ¿Duendes?-
- Te va a encantar la casa, cielo- y así se van. Cierro la puerta y me meto en mi habitación, ahora estoy aburrida. Un pequeño mareo me da, pero es leve, no tengo que preocuparme. ¿O sí?-
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¿Enamorado de una vampira?
FanfictionEmma Walker, vampira de veinte años, hija de los jefes de la comarca. Su vida da un cambio inesperado al encontrar a la criatura más bella y perfecta que existe, él. Bill Kaulitz, hombre lobo de veintiún años, nieto de la druida de la comarca. Ambos...