Cap 48

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- ¡Buenos días, papi!- Adam se gira encima nuestra-
- ¡Adam, no!- Emma se tapa más, pues ha dormido sin ropa y yo estoy en estado animal-
- ¡Hola, mami!- se convierte en un tierno cachorro y nos lame toda la cara. A ella le hace reír, yo también acabo volviendo a ser una persona y me tapo riendo- ¿Puedo ver ya a mi hermanito o hermanita?-
- Cariño, tan sólo han pasado cuatro meses-
- ¡Jooo! ¿Cuánto tiempo hay que esperar?- nos mira con carita de pena-
- Cinco meses más y ya estará con nosotros, Adam. Tranquilo, cariño-
- Vale, mami- se tumba en medio de nosotros dos y se duerme al rato. Ella y yo nos miramos, entonces rápidamente sacamos los móviles y le hacemos fotos a nuestro cachorro dormido. Es tan mono-
- Pobre, está desesperado- no puedo evitar mirarla cuando se levanta, no ha cambiado en lo más mínimo. Bueno, tan solamente ha cambiado en que contra más edad, más buena está, así de claro. Tiene más curvas, más pecho y más glúteos, ella de anciana será guapísima. Dios, es que me encanta- ¿Todo bien?- me mira, yo despierto de mi sueño-
- Sí, claro. Todo genial- sonrío- Me voy a duchar, ¿vale?-
- Yo también me iba a duchar- al final acabamos los dos en la misma ducha, pero mi tentación en su adorable tripa. Dios, es que no puedo, me va a dar algo con esta mujer desnuda a mi lado, me da hasta vergüenza por primera vez en mi vida. ¿Tan loco me tiene?- Ayer te hice una pregunta, pero estabas sopa en el sofá- nos reímos-
- ¿Cuál es?-
- ¿Niño o niña?- sonrío por lo que me ha preguntado-
- Una bebé me encantaría, ya está el hermanito- se ríe-
- Te quiero aunque no lo demuestre mucho, ¿vale? No quiero que lo dudes nunca, y que eres alguien muy importante para mí. Eres el padre de mis hijos- se vuelve a reír- Dios mío, qué cosa. Nunca me imaginé estando embarazada, y menos por segunda vez-
- La vida da muchas vueltas- sí, pero también da abrazos como los de ella-
- Te quiero mucho- por fin las cosas estaban volviendo a la normalidad, estaba muy nervioso. Le regalo un beso en ese momento y luego salimos de la ducha. Nos vestimos dejando dormir a Adam en nuestra habitación y bajamos para desayunar con mi hermano y con los niños-
- ¡Cuidado, que va la avalancha!- los siete cachorros más están aquí, y ahora sí que hay una piara de niños-
- ¡Papi, papi!- dicen todos, entonces miro a Tom. Está más pálido que la leche y tiene unas ojeras moradas increíbles-
- ¿Qué te ocurrió, Tom? No te veo muy bien-
- No he podido dormir en tres santas noches, Bill. ¡No puedo más!-
- ¡Usa condón!-
- Es demasiado incómodo, y a mí me gusta hacerlo a lo salvaje. Así que no, gracias- me responde- A este paso Emma y tú vais a tener los mismos hijos que yo-
- Si, claro. Cómo si mi vagina diera para tantos niños- responde ella haciéndome de reír- Voy a acabar más abierta...-
- Es el segundo, tampoco exageres- le digo haciéndola reír-
- Este quiere que tenga trece como él, el zoquete- dice dándole una colleja a mi hermano, y todos desayunamos-
- ¡Primooo!- Blanquita se lanza sobre Adam, quién ríe y se levanta-
- ¡No seas tan bruta, Blanquita! ¡Te lo vas a cargar!-
- Lo siento, papi-
- Solamente ten cuidado-
- Perdóname, primito-
- No te preocupes, no me has hecho daño- se sientan a desayunar también, y al terminar decido ir a comprar algo con Adam-
- ¡Oye, cariño!- Emma se asoma- ¡Voy a comprar con Adam!-
- ¡Tened cuidado!- está arreglando un poco la habitación-
- ¡Adam!
- ¡¿Qué ocurre, papi?!- me mira-
- Ven un momento- se acerca a mí- Te voy a peinar, a vestir y te vienes conmigo a comprar. Verás, esto es una misión muy importante-
- ¿De verdad?-
- Jolines, y tanto. Tenemos que coger comida para mamá y el bebé-
- ¡Bieeen!- le doy un baño antes de irnos, ha estado revolcándose otra vez en el barro con sus primos y viene perdido, ahora limpiaré el suelo. Le pongo la ropa, le echo colonia Nenuco por la camiseta y por el cuello y le arregló el cabello. Se lo pongo muy bien, a mí me gusta así. Melena a lo salvaje y bien desenredada. Así es, mi pequeño tiene unas melenitas rubias muy chulas y las niñas de su edad andan como locas con él. Bueno, de su edad y las más mayores, se ponen a hacerles monerías. Mi Adam está hecho un ligón a sus tres años, es un niño muy mono y además es cariñoso, yo lo quiero muchísimo. A ver, ¿quién no quiere a su hijo, no? Pero es que yo me muero con él, me encanta, me mega encanta-
- Ve a que te vea mamá, verás cómo se va a poner. Tiene puesto unos vaqueros, una camiseta de The Rolling Stones y una chaqueta enana de cuero por encima. Sus ojos son como los míos, eso me gusta mucho, y aunque tenga la misma forma y el mismo color tiene la misma forma de mirar que la madre. Es la combinación perfecta-
- ¡Qué guapo, cariño!- sonrío cuando la escucho desde el cuarto- ¿Quién te ha puesto así?-
- Papi- ella se vuelve a asomar-
- Buen gusto, papi- sonrío- ¡Hasta luego, mis rubitos!- me río por eso-
- Un momento, Adam- entro en la habitación y le doy un beso que no está escrito. Me mira sorprendida, seguido cojo las gafas de sol y me las pongo
- Madre mía, chico. No habrás salido de una película, ¿verdad?- me río-
- Bye bye, babe- le digo poniendo una voz grave pero provocativa, ella hace la que se desmaya. Es actriz, no me extraña-
- ¡Te voy a comer!- me río-
- Aquí estoy. Ésta noche me baño en chocolate fundido y disfrutas-
- ¡Aish!- me vuelvo a reír-
- ¡Nos vamos, familia!- por el camino le voy explicando al niño lo que hay que coger, él va encantado a llevarle la comida a su mamá y a su hermano (lo digo en general, para no tener que estar diciendo hermano/hermana)-
- ¡Papi, los cereales!- ambos vamos jugando por el supermercado del centro comercial, nos reímos muchísimo- Agua- dice revisando la lista una vez echo los cereales- Al final de ese pasillo- oh, mierda, el pasillo de los licores, los vinos, etcétera. El pasillo maldito lo voy a llamar. Paso tratando de no mirar demasiado, claramente siento la tentación de coger y emborracharme otra vez como antes. Pero he llegado demasiado lejos, la estoy consiguiendo y la familia va creciendo, así que no. Paso rápido y cojo el agua metiéndola en el carrito- ¿Pañales?-
- Claro, para el bebé-
- Aaah, cierto- el móvil me suena, así que lo saco-
- Es mamá-
- ¿Está bien?- me río-
- Sí, tranquilo- abro el chat que tengo con ella, y veo un par de fotos que me sacan una tremenda sonrisa- ¡Adam!-
- ¿Qué?- se las enseño- ¿Qué es eso?-
- Es el bebé- lo miro, luego vuelvo a mirar el móvil- Es el bebé, cielo-
- A penas se ve, papi-
- Mira, un poco sí- le marco el perfil-
- ¡Cierto!- sonríe- ¡Mi hermano!-
- Así es- él está muy feliz- Vamos a pagar las cosas y le damos mimitos a mamá cuando lleguemos-
- ¡Sííí!- pagamos todo y llevamos a casa. Hemos comprado cosas para el bebé: pañales, polvos talcos, baberos, biberones, tetinas, platitos para bebé, en resumen un montón de cosas. Tenemos comida para un mes-
- ¡Hola!- nos recibe sonriendo- ¿Te has traído todo el supermercado, Bill? ¡No hacía falta tantas cosas!- me dice riendo-
- Tranquila, si hacen falta. Aquí hay comida para un mes, y yo cocinaré por tí, así que tranquila. Por cierto- le sonrío cuando la abrazo- Me encantan las fotos-
- Te está esperando- me siento muy feliz cuando dice eso, y después le doy unos pocos de besos en la barriga haciéndola de reír-
- ¿Puede sentirme?- miramos a Adam-
- Sí, cariño. Puede sentirte- le responde ella, y coge su mano poniéndola sobre su vientre- ¿Notas el calorcito?-
- Sí- el niño sonríe- ¿Puedo darle un besito yo también?-
- Sin problema, cariño. Al bebé le gusta- le respondo, él le da un besito a la barriga de su madre- ¿Ves?-
- ¡Me encanta!- nos mira sonriendo-
- Hombre familia. Cuánto tiempo- miramos a nuestras espaldas, y encontramos al menos indicado en nuestra casa-
- Jerry...- noto como me transformaré dentro de poco, la ira me sale por los poros de la piel-
- Hola, Bill- sonríe maliciosamente, esto no pinta demasiado bien-

¿Enamorado de una vampira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora