- ¡Buenos días, Tokio hotel!- ahí va la incómoda entrevista en televisión, pero bueno. Al menos ya éramos conocidos y conseguimos nuestro lugar en Estados Unidos de América. Eso es el sueño de cualquier grupo- ¿Qué tal? Has cambiado, Emma- le sonrío- La última vez tenías una barriguita adorable-
- Gracias-
- Bueno, contadme. Nos hemos enterado de que hay un nuevo álbum en proceso, chicos. ¿Podríais decirnos sobre qué trata?-
- Kings of suburbia es un álbum con diferentes temas. La libertad, el amor, las adicciones, las rupturas, en fin. Pero, estamos recién empezando, aún no hay mucha cosa- responde mi Billy-
- Hay mucho lío por casa- dice Tom sonriendo-
- Y tanto, dios mío- le digo mientras miro al tío de mi bebé-
- Bueno, es normal. Todos tenemos lío en casa: facturas, trabajo, niños, etcétera. Sí vuestras fans son de verdad lo entenderán- sonríe de una manera tan hipócrita, siempre anda mirando por encima del hombro a la gente- ¿Para cuándo lo tendréis?-
- Pues, para dos mil quince más o menos. Queremos tomarnos un par de años por nuestros niños, no queremos dejarlos solos- digo mirándolo mientras articulo con las manos-
- Oh, genial, tiempo para la familia. Y hablando de niños, chicos. ¿Cómo está el nuevo miembro?-
- Pues bien, está con la mujer de Tom- responde mi novio-
- ¿Cuánto tiempo tiene vuestro niño? Porque cuando vinisteis Emma estaba de ocho meses-
- Tiene una semana- digo sonriendo- Es demasiado pequeño-
- Ya ves, chica. Una pregunta, Emma: ¿De verdad fuiste capaz de dar a luz en tu propia casa? Porque las mujeres que van para el paritorio dicen que no podrían hacerlo sin alguna epidural- sonrío-
- Sí, es cierto que yo lo hice en casa. No llegábamos al hospital, y nos pillaba más cerca la casa. Así que vino la mujer de Tom y me ayudó. Este se comía las uñas- digo mirando a mi novio, él ríe-
- Y no olvidemos cuando se subió por la pared- dice Georg, y todos nos reímos-
- ¿Te ha gustado el embarazo de tu novia, Bill?- él sonríe-
- Me ha encantado. Ha sido la mejor etapa de mi vida seguramente, es muy bonita. Siempre te despiertas y dices "Bien, serás papá"- me río-
- Eso es genial. ¿Cómo crees que será tu nueva vida como padre? Es decir. Cuando uno ya tiene hijos tiene que hacerse consciente de muchas cosas, Bill. Tiene que dedicarle todo el tiempo del día-
- Es mi hijo, lo haré sin problema- le responde, y las fans que hay allí se vuelven locas. Entre ellas yo, que no puedo resistirme a darle un pequeño abrazo-
- Sois unos padres muy jóvenes, chicos. ¿Qué pueden pensar vuestra familia?-
- Me da igual lo que diga mi familia- le digo- Yo seguiré con mi vida, nunca he tenido ese apoyo, y tampoco lo necesito. Me sobra con tener el de mi otra familia aunque no sea de sangre, ¿o no?- les sonrío a los cuatro- Sinceramente, me da igual. Hombre, me gustaría poder contarle a mi madre sobre mi embarazo, sobre el bebé, y que ya ya nacido y tal. Pero bueno, no escogió el buen camino conmigo, ni ella ni mi padre-
- Bien dicho, no hay nada mejor que una verdadera amistad- nos sonríe, y la entrevista sigue con preguntas más incómodas e insoportables aún-***
- ¿Así está bien?-
- ¡Genial, Emma!- me saco una foto con una fanática, y le devuelvo el móvil- ¡Muchas gracias!-
- ¿Traes algo para firmar?- me saca el álbum Humanoid, así que lo firmo y después lo firma mi novio-
- ¡Gracias, chicos! Y enhorabuena, vi toda la entrevista y estuvieron fantásticos-
- Gracias- sonrío- Hasta luego, amiga. Un placer- Emily nos espera en la furgoneta, y sonrío cuando veo a mi niño- ¡Hola, mi amor!- lo cojo sonriendo, y nos montamos para irnos a casa. Mi novio está más empalagoso que nunca, parece imposible pero lo es. Se pasa el día abrazándome y con Adam en brazos, yo sabía que eso iba a pasar. Sí es que lo conozco demasiado bien. Al fin llegamos a casa, tengo un cansancio increíble. Fueron seis horas y encima sin epidural, dolió mucho. Parece que estaba agusto ahí adentro pero que quería sacar la manita lata explorar el nuevo mundo que le esperaba-
- Ven con papá, enano- lo coge al salir de la furgoneta-
- Muchas gracias, Emily- ella sonríe, y me abraza-
- ¡Soy tita!- nos reímos- Hasta pronto, chicos- nos despedimos con la mano, y entramos a casa-
- Me echaré un poco, Billy. Tengo muchísimo sueño, me hace falta reponer energías y paquetes de leche- se ríe- Sí, tú ríete. No es nada fácil amamantar, ¿sabes? Y además te duele-
- Lo siento, mi amor. Es que se ha puesto bizco a la vez que hablabas-
- Avísame si tiene hambre-
- Está bien. ¡Te quiero!-
- ¡Te amo!- le contesto subiendo las escaleras, y él sonríe. Me cambio de ropa y me tumbo en la cama, no hemos podido dormir esta noche para nada. Lloraba cada cinco minutos, y por puro capricho además. Se está acostumbrando a los brazos por culpa de papá Bill-
- ¿A dónde está mi cosita linda, eh? ¡Oh, te encontré! ¡Te he pillado!- se escucha perfectamente cómo le dice tonterías, y ya me imagino sus caras- Ñaaa, ñaaaa. ¡Soy el bebé más llorón del mundo, ñaaa! A ver, ¿necesitas un cambio de pañales?- me río cuando hace el típico "¡Iuj!"- Vale, eso te hace mucha falta. Un momentito...- sube arriba, y entra a la habitación- La mamá se merece dormir- lo escucho de murmurar mientras coge las cosas, y luego se acerca a mí- Duerme bien, cariño- me susurra, y me da un beso en la mejilla. Vuelve a salir cerrando la puerta, aunque se sigue escuchando todo- No des patadas, me vas a pegar al final. Y pegarle a un padre no es nada bonito- me vuelvo a reír, y cierro los ojos otra vez. Así consigo alcanzar el sueño-Bill
- A ver. ¡Oh, por tu madre!- ya me veía yo como en las películas: cambiándole el pañal a dos metros de distancia con pinzas en las manos y una haciendo presión en mi nariz- A ver por dónde empezamos, pequeño- era el primer pañal que cambiaba en mi vida. Al final acabe con guantes en las manos y aguantando la respiración, él reía- Sí, tú te ríes- me giro un momento para coger los polvitos talcos para el culete, pero no sé qué me moja la espalda. Hasta que...- No puede ser verdad- me giro, y lo veo riendo sin control- ¡No me puedes hacer esto, sin vergüenza! ¡Mira que mearle la camiseta a tu padre!- termino de cambiarlo riendo al final, y se queda limpito y cómodo- Dios, tu popo huele fatal- debo de acostumbrarme a esto, es lo que me toca ahora- Ven, vamos a dormir un poco anda- me siento en el sofá con él, y lo tumbo bocabajo sobre mi pecho- ¿Te podrás dormir con un cuento?- parezco un completo idiota, de verdad. No tengo ni idea- A ver. Esto le suele funcionar a mamá para que duerma, no sé si eso lo llegaste a heredar- le empiezo a dar caricias por la espalda mientras lo tengo sujeto con el brazo libre, y sonrío al notar que hace efecto. Lo miro por un momento, es la perfección en bebé, no puedo pedir más. Soy tan feliz. Saca la sonrisa que todo bebé recién nacido pone cuando le hacen cariñitos, y se ve tan tierno que tengo que pestañear varias veces para no estropearme la sombra de ojos- Me vas a hacer de llorar, puñetero- se ríe como si me hubiera entendido, y de pronto le sale un pequeño eructo haciéndome de reír- Que aproveches, eso sí es mío- me vuelvo a reír yo sólo, y suspiro. Al rato lo vuelvo a mirar, está tan dormido que me da pena llevarlo a la cuna. Así que me cruzo de piernas y me acomodo mejor cogiéndolo ahora con los dos brazos, sigue bocabajo. Echo una mantita por encima nuestra, y ambos nos dormimos juntos-Emma (ay, nuestra querida Emma)
- Billy, ¿dónde está Adam? Su cuna está vacía- bajo al salón cuando no me responde- Oye, cariño. ¿Me has escuchado?- me encuentro con una imagen tan tierna que se merece la foto que me pondré de fondo de pantalla en el móvil. Mi novio sentado en el sofá con el niño acostado sobre su tronco, se ven tan adorables. Me siento al lado de ellos, y me tapo con la manta también. Apoyo la cabeza en el hombro de mi Billy, y él lleva su brazo derecho a mi cintura abrazándome. Ahora somos tres los que dormimos, la familia más feliz del mundo en resumen. Yo sabía que mi novio quería un cachorrito, pero no se atrevía a hablarme. Lo notaba cuando miraba a los de Tom, se ponía blandito y se pegaba el día mimoso. Por eso dejé de tomarme la píldora-
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¿Enamorado de una vampira?
FanfictionEmma Walker, vampira de veinte años, hija de los jefes de la comarca. Su vida da un cambio inesperado al encontrar a la criatura más bella y perfecta que existe, él. Bill Kaulitz, hombre lobo de veintiún años, nieto de la druida de la comarca. Ambos...