"Harry Potter Boys / Girls One Shot"

OLIVER WOOD 1

Mirabas a un punto fijo mientras tratabas de retener inútilmente las lagrimas que se desplazaban por tus mejillas. Oliver estaba justo frente a ti, en silencio y contemplando la situación. 

Maletas y bolsos por toda la habitación. 

-¿Tienes que irte? Podríamos hacerlo funcionar...- dijiste en un vago intento por mantener las cosas como siempre. Oliver negó mirando hacia abajo.

-Ya te lo dije, es la oportunidad de mis sueños, toda mi vida soñé con esto, jugar en uno de los mejores equipos de Quidditch de todos los tiempos, t/n. -tomaste asiento junto a el, mientras sostenías sus manos entre las tuyas.-

-Ollie.- susurraste- por favor, por favor.-Oliver bufo molesto-.

-No puedo creer que estés haciendo esto, realmente.- paso sus manos por su rostro- no puedo creer que no estés apoyándome. 

Te pusiste de pie, dolida por sus palabras. 

-¿Que no te apoyo? Fui a cada uno de tus partidos, incluso cuando éramos solo amigos. Cuando llovía o hacia un calor de mil demonios yo estaba ahí para ti, siempre lo estuve.-caminabas dando vueltas a la habitación-  entiendo que sea tu sueño Oliver en serio lo hago es solo que, realmente no quiero dejarlo.- dijiste mientras cubrías tu rostro, ya empapado por las lagrimas.- 

Oliver se acerco a ti y te envolvió en un abrazo fuerte y reconfortante, respiraste hondo, memorizando su aroma sabiendo que era la ultima vez que ibas a abrazarlo y sentirlo de esta manera. Apretaste tu agarre en su hoodie, su rostro encajo en el cuenco de tu cuello. 

No querían separarse, ninguno de los dos. 

Oliver suspiro fuertemente, dejándote ir de lo que parecieron horas. Ambos miraron a los ojos del otro, jurándose en silencio que algún día volverían a verse. Tu ahora, ex novio tomo sus cosas que previamente había empacado, los afiches de famosos jugadores que antes adornaban las paredes de su cuarto, ahora descansaban en su mochila.

-Adiós- murmuro, besando cálidamente tu frente para luego desaparecer rápidamente por la puerta. 

Te quedaste ahí, parada y sola. Bueno, sola no. Tenias una pequeña parte de Oliver que siempre estaría contigo. Llevaste tus manos hacia tu estomago y suspiraste pesadamente.

 .

Durante dos semanas no quisiste salir de tu cuarto, diariamente Luna Lovegood, quien era tu compañera de habitación, y los gemelos Weasley, quienes a pesar de haber dejado ya la escuela te visitaban y llevaban comida para asegurarte de que siguieras viva. Nunca pudiste decirle a Oliver sobre el embarazo, el día antes de su partida, te realizaste un test de embarazo, dando resultado positivo. Luna era la única que sabia acerca de este pequeño secreto, pero no por mucho. Este día en particular era soleado, caluroso, e irradiaba buenas vibras, supiste que era el momento. 

Reuniste a todos tus amigos, los gemelos, Neville, Ginny, el trio de oro y por supuesto, Luna. Todos estaban disfrutando el buen tiempo, riendo bajo el sol justo frente al lago negro. 

-Bueno, tengo algo que decirles.- hablaste alto, captando su atención- yo, bueno, hace unas semanas desde que Oliver se fue- todos intercambiaron miradas confundidas al nombre del que normalmente apodaron "el innombrable"- Bueno, un día antes de su ida, me entere de que- tragaste nerviosa- estoy embarazada.- estudiaste uno por uno sus rostros. Ginny y Hermione parecían debatirse entre felicitarte o llorar, al final, las tres se unieron en un fuerte abrazo Ron, Harry y Neville esbozaron una sonrisa y corrieron a abrazarte. Ambos gemelos se miraron, frunciendo sus seños. 

-¿Te dejo? ¿Sabiendo que estabas embarazada?- pregunto George,  junto a Fred. Negaste. 

-No, nunca se lo dije.- ambos te sonrieron, tomando turnos para abrazarte y desearte felicidades.