"Harry Potter Boys / Girls One Shot"

Regulus Black. II

BUENASSSS, volví después de un tiempo sin ninguna inspiración. Mil perdones por no actualizar constantemente, ojala les guste este cap.<3 

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"And its alright calling out for somebody to hold tonight

When your lost, ill find a way, and ill be your light

You will never feel like you re alone

Ill make this feel like home."

Podía escucharse de fondo, esa canción siempre hacia que las mariposas dentro de tu estomago revivieran, a pesar de todo, podía sacarte una sonrisa. A pesar de las peleas.

Si, Regulus y tu habían peleado temprano en la mañana, fue posiblemente una de las mas grandes peleas que tuvieron, gracias a esto el salió a tomar aire por unas horas y todavía no había vuelto.

Te encontrabas sola, mirando hacia la playa, recapitulando las horribles cosas que ambos dijeron. 

Habían pasado ya casi 3 meses de su llegada al refugio, de su relacion y de su amor, te sentías feliz pero sabias que algo faltaba, que faltaba alegría ahí. Extrañabas a tu familia, a tus amigos, a Sirius. De repente pudiste oír pasos lejanos acercándose hacia la ventana en la que estabas, rápidamente tomaste tu varita apuntando al intruso. 

-Hey, hey, soy yo, se que probablemente me detestes ahora mismo pero no tienes que maldecirme- dijo Regulus levantando las manos en el aire, rodaste los ojos. Lo observaste, nariz roja, ojos vidriosos, su cabello caía sobre su rostro, dándole una imagen digna de admirar.

-Así que ahora quieres hablar- dijiste mirándolo a los ojos. Reggie se acerco y te envolvió fuertemente, se sentía como si sus almas hubiesen sido entrelazadas, como si algo dentro suyo conecto contigo. Te sorprendiste, pero lo abrazaste de igual manera. 

-Perdón, se que lo que dije no estuvo bien, y que últimamente no te preste la atención suficiente pero prometo que eso se termina, te lo prometo, amor mío- dijo besando tus nudillos- Te amo, y te amare el resto de mis días, perdóname.- esto hizo que algunas lagrimas escaparan de tus ojos, era algo inevitable- No, no llores mi vida, no por favor- susurro secando tus pocas lagrimas con su dedo. 

-Te amo, perdóname tu a mi, también dije cosas que no debía- el joven Black solo negó y beso tiernamente tus labios. 

-Esta bien, ya no llores, necesito que vengas conmigo te tengo una sorpresa- tomo tu mano y te guio hacia fuera. Al salir, el aire golpeo violentamente tu cara. Hacia frio, parecía querer nevar. Al principio no esperaste nada fuera de lo común, era normal que Regulus y tu dieran un paseo por el terreno. 

-¿Que, acaso mi mejor amiga y cuñada no me recuerda?- oíste por primera vez su voz después de tanto tiempo. Sin quererlo, miraste hacia Reg, que te devolvía la mirada con el triple de amor y una sonrisa dibujada en su rostro. Sin pensarlo dos veces te volteaste a verlo, Sirius, tu mejor y único amigo en esta y en todas las vidas, estaba parado frente a ti. Luego de meses, por fin podías verlo. Casi sin darte cuenta, lo abrazaste fuerte, tomaste su cabeza entre tus manos y besaste su frente, un acto casi maternal. Sirius envolvió sus brazos en tu cintura, elevándote en el aire, haciendo reír a los tres a la vez. 

-¡No puedo creerlo! Por Merlín, estas aquí- dijiste sin creerlo- ¿Como? ¿Acaso tu madre se ablando?- Sirius largo una carcajada. 

-¡Ja! Amaría decir que si, pero no, lastimosamente sigue igual o peor- frunció sus labios- en fin, este o no de acuerdo, estoy aquí- dijo dirigiéndose dentro de la cabaña- Así que, aquí es donde viven, ¿ah?- dijo paseándose por los pasillos, al llegar a la habitación principal la cual obviamente tu y Reg compartían, Sirius se rio bajito antes de pronunciar- Aquí es donde hacen a mis sobrinos, ya veo. 

-¡Sirius! Se educado por amor de Dios.- casi grito Regulus a su hermano. Tu solo reíste por que quizás, o quizás no, Sirius tenia razón.- Vamos, planee el almuerzo en el bosque- dijo guiñando el ojo a su hermano quien solo sonrió, siendo cómplice así, una vez mas de las locuras de su hermanito. 

Luego de unos minutos, los tres estaban cómodamente sentados contra un gran tronco, comiendo de esos sabrosos sándwiches que Reggie había preparado con anterioridad. Después de mucho tiempo, sentías que todo estaba bien. Tenias a dos de las personas mas importantes junto a ti, en un lugar casi mágico. Sorbiste de tu cerveza de mantequilla de maní (las cuales trajo Sirius, le agradeciste eternamente por eso), admiraste a tu alrededor y pensaste que nada podría ser mejor. 

De un momento a otro, Regulus se puso de pie, jugando nerviosamente con sus manos y peinando una y otra vez su negro cabello. Lo miraste extrañada. Sirius, como de costumbre, sonrió cómplice. No comprendías que estaba sucediendo. Regulus se hinco en una rodilla frente a ti, sacando una pequeña cajita de su bolsillo, te sonrió ampliamente. No podías hacer mas que reír y cubrir tu boca en asombro. 

-Mi amada t/n, no sabes cuanto espere por este momento, no sabes lo que desee que este día llegara, mi pequeña mariposa, te amo mas que a nada en este asqueroso mundo, te ame desde el primer día, te ame desde que miraste a mis ojos ese primer día, te ame cuando se suponía que no tenia que hacerlo, te ame, mi amor, y te seguiré amando por la eternidad. Ahora, t/n, frente a las dos personas mas importantes de mi vida- Sirius sonrió con amor- ¿Me darías el placer y el honor de convertirme en tu esposo? ¿De formar parte de los Black?

-Amor mío, te amo y te voy a amar hasta que seamos fantasmas- dijiste tomando su rostro en tus manos- acepto, Regulus Black, a casarme contigo, y estar juntos por y para siempre.- al terminar esa oración, ambos se unieron en un beso dulce, demostrando lo mucho que se amaban. 

Sirius contemplaba el amor puro frene a el, y sonreía. Las dos personas mas importantes de su vida se casarían, ¡Se casarían, mierda! Tomo un poco de aire, y junto unas pocas flores que había al costado del bosque. 

-¡Vivan los novios! ¡Que viva la dinastía Black y los once sobrinos que me darán!- exclamo el moreno. 

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