Capítulo 2: Bienvenida a Asgard

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En un abrir y cerrar de ojos Eira se encontraba cara a cara con Heimdall el dios guardián que todo lo ve y todo lo sabe, el protector del Bifröst.

Apenas lo vio se apresuró a hacer una reverencia y exclamo: -Saludos, excelentísimo Heimdall dios guardián. - Se acercó más para realizar el tradicional saludo de Elin que consistía, en que aquella persona de menor rango, se arrodillaría frente a la de mayor rango estrecharía su mano derecha con ambas manos, la besaría y la llevaría contra su frente.

Pero apenas se arrodilló Heimdall dijo:

-Eso no es necesario... sé que es costumbre en Elin, pero yo solo soy un humilde sirviente de Odín y usted es la futura reina de Asgard. Yo soy quien debe besar su mano - dijo esto ayudándola a ponerse de pie y realizando el saludo. Eira no tuvo tiempo de detenerlo.

-¿Por qué la trajeron esposada?- Interrogo Heimdall a los criados.

- Porque es una traidora del reino de Elin y la boda con el Príncipe Loki redimirá sus errores.- Contesto una de las sirvientas presentes, y la escoltaron hasta el palacio.

- ¿Príncipe Loki? Se supone que desposaría al legítimo heredero... ¿Ese no era Thor?- Era la confusión que rondaba en su mente, supuso que tal vez fue una confusión de su criada.

El Palacio de Asgard era inmenso, las decoraciones y toda su elegancia le recordaban al palacio donde vivía antes de ser desterrada. Su presencia se robó todas las miradas, todas las personas que la miraban susurraban y comentaban entre sí. Eira se sentía avergonzada sabia que no había hecho nada malo, pero aun así no podía evitar sentirse como una criminal.

Trato de calmarse y pensar positivo: Todo saldrá bien, ningún sacrificio es demasiado grande cuando se trata de servir a tu reino y a tu familia. Difícilmente Thor será peor esposo que mi padre... Seguro nos llevaremos estupendamente. No hay nada que temer... si fuera Loki con quien tuviera que casarme ahí si tendría que entrar en pánico, pero no es así - era lo que se repetía internamente para consolarse.

Por fin se detuvieron enfrente de un portón dorado, uno de los sirvientes entro para anunciarla y le advirtió:

-Le avisaré a la Reina Nótt y los soberanos de Asgard de su presencia - Eira extendió sus manos haciendo una seña para que su sirviente la liberara de las esposas, este lo hizo y entro.

Mientras esperaba vio a dos sirvientas asgardianas, que pasaban por ahí comentando y susurrando al verla a pesar de que trataron de hablar bajo alcanzo a oír lo que decían:

- Mira creo que es la futura esposa del Príncipe Loki

-Si, no pudo creer que Odín le permita casarse con una princesa y manejar el reino a alguien que ni siquiera es su hijo...

-Escuche que Loki es el verdadero hijo de Laufey.

- ¡¿Qué?! ¿El rey de los gigantes de hielo?

Las manos de Eira comenzaron a temblar, no podía imaginarse casada con Loki y vivir lo mismo que vivió su madre... estaba tan sumida en sus pensamientos que no noto que ya le habían abierto la puerta, un sirviente le topo el hombro para que entrara, comenzó a caminar cuando llego al final del pasillo donde vio a Odín, a la reina Frigga y a su abuela.

Saludo a todos los presentes cortésmente, y realizo el tradicional saludo de Elin. Odín tomó la palabra:

- Bienvenida a Asgard Princesa Eira de Elin hija de Aud. Es gratificante saber que el reino de Elin honrara su promesa de unir a su primogénita con mi hijo y heredero el príncipe Loki.

Eira no paraba de mirar con ojos de desprecio a su abuela, era tanto el odio y la rabia que le tenía que no sentiría ninguna pena si lograba arrebatarle la espada a alguno de los soldados y cortarle la garganta. Se sentía tan desesperada que no pensó dos veces antes de hablar:

ATADA A LOKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora