La sanadora más anciana había salido corriendo en busca del rey. Quien era nada más ni nada menos que Loki.
Él se encontraba impacienté dando vueltas en el salón del trono.
— Tranquilícese Majestad, pronto traerán noticias de su esposa y el bebé. — Le expreso uno de sus soldados de confianza.
Él no hizo caso y continuo de un lado hacia otro lanzando al aire y atrapando un saco de monedas de oro.
Era costumbre que en el reino de Elin se le diera un saco de monedas de oro a la partera si ella contestaba de forma afirmativa tres preguntas:
¿Nació con salud? ¿Es niño? ¿Mi esposa está bien?
En caso de que la partera contestara que fue niña quien nació se le daría un saco de monedas de bronce.
A Loki le daba igual si era niño o niña lo único que le importaba era que estuviera sano y que él y Eira estuvieran felices.
Cuándo la partera entro estaba tan ansioso que ni siquiera notó la expresión de susto que aquella mujer traía.
Pronunció las tres preguntas de corrido y de forma acelerada.
— S- si majestad, pero es niña...— contesto de forma insegura.
Loki le arrojó el saco de monedas de oro y ella lo atrapó con ambas manos y una moneda escapó de la bolsa.
Al ver qué era de oro se apresuró a corregirlo antes de que saliera y se encontrara con su esposa, pues supuso qué él había escuchado mal.
— ¡Esperé Majestad! - gritó y se puso frente a él.
— ¿Pero qué es esto? —preguntó fastidiado - Déjame pasar para que pueda ver a mi esposa y a la criatura.
— Majestad, creó que me escucho mal... dije que es una NIÑA.
Loki rodó los ojos y le contesto enojado:
— Escuche bien... Solo que a diferencia de la gente de Elim a mí no me importa eso - Y apartándola suavemente expreso— Ahora por favor retírese de mi camino.
Eira intentaba mover sus piernas y trataba de planear la manera de escapar con su hija en brazos.
De repente se sobresaltó cuando las puertas se abrieron de par en par.
Y se paralizó al observar a Loki entrar por ellas.
Para su sorpresa Loki lucia feliz.
— Amor... ¿Cómo te sientes? - Preguntó feliz. Sin embargo, le desconcertó ver el rostro afligido de Eira, sobre todo porque sus ojos indicaban que había llorado.
Y se confundió aún más cuando ella sacó una daga y a punto en su dirección.
— No des un paso más... Deja que mi hija y yo nos vayamos.
— Amor... ¿De qué hablas? ¿Ir a dónde?-preguntó muy confundió.
Ella soltó una sonrisa sarcástica y meneo la cabeza:
— No te hagas el tonto y el ingenuo, sé que como no te di un niño te quieres deshacer de mi hija.
— Amor por favor ten cuidado con esa daga podrías lastimar a nuestra hija. — Expresó extremadamente preocupado.
En esos instantes a Loki le importaba más la seguridad de la bebé que la condición de Eira.
Así que utilizo un hechizo para parar el tiempo por unos segundos, le arrebato la bebé a Eira y a ella le lanzo otro encantamiento que la debilitaría un poco.
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ATADA A LOKI
Fanfiction¿Quién diría que las acciones de una persona pueden afectar tanto el rumbo de los acontecimientos? Una princesa exiliada intentará salvar a su familia y amigos uniéndose en matrimonio en contra de su voluntad al dios del engaño. Loki, quien consegui...