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Al escuchar eso lo único que atiné a hacer fue correr a abrazarlo.

- Te dije que nos veríamos algún día- dijo riendo mientras correspondía mi abrazo.

- No sabes la felicidad que siento en este momento, saber que todo esto es real me hace no querer soltarte nunca- dije aún abrazándolo.

- Se me hace difícil quedarme a tu lado para siempre, pero te puedo ofrecer que pasemos esta tarde juntos- dijo separándose un poco de mí para mirarme a los ojos.

Lo pensé unos segundos, probablemente me iban a castigar por desaparecer de la nada en una ciudad que prácticamente no conozco, con una persona 10 años mayor que yo y que sólo he visto por la tele, pero la vida es una así que valía la pena.

- Acepto- dije con una sonrisa.

- Ahora corre- respondió mientras me tomaba de la mano para empezar a correr.

La gente nos miraba, pero nada me importaba, todo lo que quería estaba justo a mi lado.

Salimos del mall y seguimos corriendo en la calle, no tenía idea de a dónde íbamos pero estaba tranquila, a pesar de que era la mayor locura que había hecho en mi vida.

Luego de unos minutos llegamos a un parque, estaba alejado del centro y prácticamente no tenía árboles, así que como el sol estaba pegando fuerte no había nadie además de nosotros.

- Perdón por eso pero si no salíamos rápido iba a llegar más gente y tendríamos menos tiempo- dijo con la respiración acelerada.

Yo solo asentí con la cabeza porque mi condición física era un asco y estaba como Po de Kung fu panda cuando llegó al palacio de Jade para pelear con Tai Lung.

Después de unos segundos volvió el oxígeno a mi cuerpo, nos sentamos en el pasto y empezamos a hablar.

– Que grande es el destino, jamás pensé que te iba a encontrar en el mall– dije mirándolo.

– Te lo dije, todo pasa por algo– respondió con una sonrisa.

– ¿Ah sí?, Y en ese caso... ¿Por qué pasó esto?– respondí.

– No lo sé, tendremos que descubrirlo– respondió pasando su brazo por mi hombro y apegándome a él.

Me dieron 50 infartos en un segundo, pero de nada servía quedarme petrificada toda la tarde, si no era un poco menos tímida iba a perder la mejor oportunidad de mi vida, esto sería algo de solo una tarde, y si no lo aprovechaba me iba a arrepentir por siempre.

Lo rodeé con mis brazos y me acerqué un poco más a él, dejando mi cabeza en su pecho.

– ¿Te molesta si saco una foto?– pregunté sin soltarlo.

– Para nada, tómala con mi teléfono– respondió sacándolo de su bolsillo.

Primero le saqué una al paisaje, era un simple parque, pero los pocos árboles que habían se veían hermosos, así que los enfoqué de tal forma que se vieran nuestras zapatillas.

Luego di vuelta la cámara, sorprendentemente me sentía linda, así que nos saqué varias fotos.

Mi cara de felicidad era inexplicable, jamás había estado tan feliz y a la vez tan tranquila.

Iba a devolverle el teléfono pero me detuvo.

– Saca otra– dijo acercándose a mí.

Yo había tratado de "disimular" lo más posible, así que estaba a una distancia prudente de él, e hice parecer como la típica foto de cuando un fan se lo encuentra en la calle.

𝐀𝐧𝐝 𝐢𝐟 𝐰𝐞 𝐭𝐫𝐲? || 𝐸𝑟𝑖𝑐𝑘 𝑃𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora