𝐀𝐧𝐝 𝐢𝐟 𝐰𝐞 𝐭𝐫𝐲? || 𝐸𝑟𝑖𝑐𝑘 𝑃𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟

#8

Salí y miré hacía el vehículo todavía en shock. A los segundos se abrió una de las puertas y bajó el amor de mi vida.

Sin pensarlo corrí a abrazarlo mientras chillaba de la emoción, estaba demasiado feliz porque tenía muchas ganas de verlo y no me esperaba que viniera hasta acá.

Estuve unos minutos sin soltarlo, sin decir una sola palabra, el solo hecho de sentir su respiración y el latido de su corazón era más que suficiente.

Luego nos separamos un poco y tomé sus manos.

– Estás loco– dije con una sonrisa – Jamás imaginé que llegarías hasta acá– agregué.

– Te mereces esto y más– dijo dejando un beso en mi frente.

– Contigo ya lo tengo todo– dije volviendo a abrazarlo.

Erick caminó hacia el vehículo para decirle al chofer que se fuera mientras tanto, porque quería pasar el día conmigo.

El auto se fue y nos quedamos solos, en ese campo gigante al que tantas veces había ido pero que aún no terminaba de conocer, así que le propuse que fuéramos a caminar a las viñas que quedaban cerca.

Antes de ir entramos a la casa, fui al baño y luego a buscar algo a mi pieza, que en realidad era la de mi primo.

Estuve un rato buscando en mi mochila y en eso entró Erick, se sentó en la cama y yo seguí en lo mío. Cuando por fin lo encontré me giré hacia él y lo empujé riendo, por lo que quedó de espalda en la cama.

– Uy coqueta– dijo riendo.

– No me provoques– dije mirándolo a una distancia prudente.

Se sentó en la cama nuevamente y me acercó a él.

– Me gusta jugar con fuego– dijo alzando una ceja.

– Te vas a quemar– respondí mirando a otro lado, la que estaba a punto de quemarse era yo.

– ¿Y quién dijo que eso no es exactamente lo que quiero?– dijo justo antes de botarse en la cama sin soltarme, haciéndome caer sobre él.

Ya no podía ni quería controlarme, era la oportunidad, y si no la aprovechaba me iba a arrepentir toda la vida.

En nuestros ojos se podía ver cuánto nos deseábamos, y habría sido un pecado no hacer nada al respecto, pero no voy a entrar en detalles.

(...)

Fuimos a la cocina para comer algo y salimos a caminar. Eran como las 2 de la tarde, el sol estaba pegando fuerte y casi no había viento, a pesar de ser invierno parecía un día de verano.

Todo el camino hacia las viñas estaba a la sombra así que pudimos disfrutar de la vista sin preocuparnos del calor.

Seguimos caminando y ahora fui yo la que tomó la iniciativa. Saqué mi teléfono y me puse a grabar, como siempre mostré que íbamos caminando de la mano, luego lo mostré a él, con esa sonrisa que me enloquece y al final el paisaje.

"La mejor sorpresa de todas, ni te imaginas lo feliz que me haces @epulgar😍💘" escribí y luego busqué una canción para colocarle. Encontré una que venía perfecto y elegí la parte que decía "Aloha, tu sonrisa me enamora, te beso y pasan las horas, conmigo no estarás sola".

Obviamente lo subí a mejores amigos, porque mi tía me mataba si veía que andaba con alguien en su propia casa.

Cuando llegamos a las viñas encontramos una parte que tenía pasto fresco en la sombra, desde allí se podía ver todo el lugar.