𝐀𝐧𝐝 𝐢𝐟 𝐰𝐞 𝐭𝐫𝐲? || 𝐸𝑟𝑖𝑐𝑘 𝑃𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟

#14

- ¿Cómo?- reí nerviosa, me temblaba todo el cuerpo.

- ¿Vas a buscarlo tú o voy yo?- respondió seco.

No sabía qué iba a pasar, jamás había visto a mi papá tan enojado, y de verdad prefería que soltara toda su rabia conmigo y que no le dijera nada a él.

Como pude caminé hacia el auto, le expliqué la situación a Erick y después de unos segundos asimilando todo me acompañó a la casa.

Entramos y saludó a mi mamá, que tenía sentimientos encontrados, porque también estaba enojada, pero a la vez pude notar un brillo en sus ojos, al final de cuentas ella sabía cuánto ansiaba conocer a Erick, era mi sueño y finalmente lo había cumplido.

Luego saludó a mi papá, él solo tenía una expresión de enojo, su mirada era como si lo quisiera matar y probablemente esa era su intención.

- Explicanos qué pasa con nuestra hija- mi papá sostuvo su mirada de odio hacía Erick.

- No pasa nada- dije temblorosa.

- No estoy hablando contigo- me interrumpió.

El tono con el que lo dijo fue tan vacío, como si me odiara. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas,
Erick lo notó y tomó mi mano.

– Este no le tiene miedo a la muerte– pensé.

La cara de mi papá fue impresionante, casi se le salieron los ojos y le faltaba poco para echar humo.

– ¿Te parece normal estar con una niñita?, Tienes casi 30 años– gritó.

Le dije a Erick que no respondiera, inhalé profundamente y me mentalicé para no ponerme a llorar.

– Te acepto que a mí me faltes el respeto porque eres mi papá y no tengo de otra, pero jamás vuelvas a faltarselo a Erick– respondí igualando el volumen de su voz – Él y yo tenemos la misma diferencia de edad que tú con la mamá– solté.

– Te dije que no estoy hablando contigo– me fulminó con la mirada.

– Si te escuché, pero ahora tú me vas a escuchar a mí. He estado toda mi vida siguiendo tus malditas órdenes sobreprotectoras, no me dejas hacer absolutamente nada, y sí, sé que yo estuve mal al mentir, pero tú eres el que me obliga a hacerlo... Tus prohibiciones lo único que logran es que haga igual las cosas pero a escondidas– dije empoderada.

No dijo nada, solo quedó mirándome con una maldita sonrisa engreída.

– Te has llenado la boca diciendo que lo único que quieres es que sea feliz, bueno, te presento a mi felicidad– agregué señalando a Erick.

– Sí, lo que más anhelo es tu felicidad, pero con la mamá no podemos dejar que estés con alguien que ni siquiera conoces, que es un adulto, y tú eres solo una niña– su tono cambió a uno de preocupación.

– Tú mismo me enseñaste a defenderme, jamás he dejado que me pasen por encima y esta no será la excepción, por más que ame a Erick él no tiene derecho a hacerme algo malo– respondí un poco más calmada.

– Su hija es una persona maravillosa, me imagino que refleja la calidad de educación que ha recibido de parte de ambos. Entiendo lo descabellada que puede parecer la situación porque ella me ha contado que siempre les hablaba de mí, como un amor platónico, y ahora ver que, como ella dice, "cumplió su sueño" es lógico que sea algo difícil de asimilar. También es completamente entendible que se preocupen, porque como usted dijo, soy un adulto y ella solo una niña, pero creanme que lo que tengo son solo buenas intenciones, ella me hace muy feliz, y lo único que quiero es cuidarla y protegerla– Erick habló por primera vez.