Mi ídolo, el de los tatuajes infinitos, por el que hubiese dado todo para poder conocerlo y el que era la persona que veía imposible... Hasta que un día todo cambió.
Me hizo ver qué los sueños si se cumplen, que el destino existe y que todos somos p...
Desperté tarde, estaba muy cansada porque desde el martes no dormía bien por todo lo que había pasado con Erick, pero como buen sábado dormí hasta después del medio día.
Por fin estaba tranquila, la noche anterior luego de hablar con Erick había llamado a Edu para que lo fuera a acostar, así que después empezó a molestarme diciéndo que parecía su mamá.
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No tenía ganas de levantarme, no por falta de ánimo, sino por mi flojera crónica.
Como si tuviera un sensor, Erick me llamó unos minutos después de que me despertara.
📽️Videollamada entrante de Bebé😍
Sí, por milésima vez le cambié el nombre.
- Hola- dijo resfregándose los ojos.
- ¿Despertaste recién?- pregunté riendo.
- Sí, por eso no te llamé antes- sonrió.
- Amor acá son las 2 de la tarde, eso significa que allá son las 6, ¿tan mal quedaste?- reí.
- De verdad que me borré, lo último que recuerdo es que estábamos jugando a la cultura chupistica, con decirte que no sé ni cómo llegué a la cama- se encogió de hombros.
- Ah bueno, ahí quizá yo haya tenido que ver- miré hacía el lado riendo - Llamé al Edu para que te fuera a dejar a tu pieza porque me llamaste y me di cuenta que no sabías ni dónde estabas sentado- agregué.
- ¿En serio?- preguntó sonrojándose.
- Sí- reí - Nunca te había visto curado-
- Y no lo volverás a hacer- se tapó la cara tratando de ocultar su vergüenza.
Se veía tan tierno, tan hermoso, que hacía que me dieran ganas de hacerle cariño por el resto de mi vida.
- Oye- dije enojada.
- ¿Qué pasó?- preguntó preocupado.
- Te amo- sonreí.
- Te amo más- achinó sus ojitos.
- Sé que te lo digo siempre, pero creeme que no voy a parar hasta que te lo creas, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y jamás te cambiaría por nada- suspiré.
- Haces que sienta que todo lo malo que he pasado en mi vida valga la pena, me estaban preparando para recibir la mayor de las fortunas, y en serio no sé qué hice para merecerte, pero lo único que quiero es que nunca te vayas de mi lado- respondió sonrojándose.
Cada palabra que salía de su boca me hacía sentir aún más enamorada, sus gestos, sus expresiones, absolutamente todo.
Estuvimos hablando por un rato hasta que se decidió a levantarse, ya eran casi las 7 de la tarde allá.
Al momento de colgar recordé mi plan, así que necesitaba hablar con mi ayudante.
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