NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️

Cap 36.

"Va a pasar algo que va a cambiarlo todo."

--Orien, que te calles la puta boca.--le suelto en un susurro.--Tú también, cállate que vas a despertar al niño.--les miro a ambos con mala cara.--Sois unos putos inmaduros.

--¿Nosotros?--dicen a la vez.

--Que bajes la voz.-le doy un golpe en el hombro a Kellen y este se calla, no sin antes mirarnos mal a ambos. Se va al otro lado del patio y se enciende un cigarro.

--¿De dónde te has sacado al payaso este?--me suelta Orien.

--No me calientes, Orien, hoy no es el día, te lo aviso.--pone los ojos en blanco.--Quiero que te vayas y vigiles a tu hermano y al niño.--no dice nada.--No quiero que nadie salga, ¿me has oído?

--Estás enfrente, claro que te he oído, gordita.--ahora soy yo la que pone los ojos en blanco.

--Vete dentro, venga.--le empujo y este se marcha entre quejidos.

Me acerco a Kellen, que está sentado en una de las sillas del jardín.

--¿Qué coño haces con mi móvil?--se lo arranco de la mano y me lo guardo en el bolsillo trasero de la falda, pero este ni se inmuta, sólo sonríe maliciosamente.--¿De qué te ríes? ¿Eres tonto?

--Está viniendo.--dice sin perder la sonrisa.

--¿Que está viniendo quién?--miro a mi alrededor.--¿De qué hablas?

No entiendo nada.

--¿Te acuerdas de lo que me preguntaste cuando me conociste?--su sonrisa se ensancha a medida que habla.

--Supongo...

No me está gustando por dónde está yendo esta conversación.

--Espera un minuto y entenderás todo.--pone los pies sobre la mesa y se los aparto de un empujón, haciendo que se de contra una de las sillas, haciendo mucho ruido.

--No sé de qué va esto, Kellen, pero es mejor que te vayas o vas a despertar a mi familia.--se levanta y viene hacia mí, cosa que no esperaba.--¿Qué haces?--está muy cerca.

--¿Confías en mí?--su cara está peligrosamente cerca de la mía.

--No.--respondo de inmediato.

Empieza a reírse y le tapo la boca con la mano.

Bendita sea mi enfermera por quitarme los puntos de los cortes del brazo.

Amén hermana, ahora ya puedes hacer pajillas...

Aparta mi mano con cuidado y la pone en su hombro.

--Va a pasar algo que va a cambiarlo todo.

--¿El qué?--sus ojos recorren mi cara, parándose en mis labios.

Oigo cómo el móvil empieza a vibrar una y otra vez, pero pasa a ser algo secundario cuando a medida que se va acercando más y más, vuelvo a sentir ese fuego por dentro.

No me responde, cierra los ojos y por inercia lo imito, poniendo mi otro brazo en su hombro libre y me preparo para que me bese, colocándome de puntillas.

Lo único que siento es el leve roce de sus labios contra los míos y de repente un golpe muy fuerte contra algo duro.

Abro los ojos y me encuentro en el suelo tirada, de lado.

--¿Qué coño haces aquí?--grito en cuanto veo cómo Kellen y el demonio se enzarzan en lo que a mí me parece una lucha de titanes. No me miran. Me intento levantar aún aturdida por toda la situación.--Mi hijo está dentro.--trato de meterme entre los dos, pero paro en seco cuando veo cómo en una de sus manos  tiene un puño americano y la otra la echa a su espalda.--Samael,--susurro.--¿qué haces?--sólo le miro a él.