Cap 27.

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¿Y ahora qué?

No puedo creer que ni estando así me deje en paz.

Pues es tan fácil como decirle que se vaya.

Súper fácil.

--Tenemos que hablar.--la sonrisa de la enfermera se esfuma y me mira.

--¿Y para qué has llamado a control de enfermería?--señala con la cabeza el botón rojo que acabo de pulsar.

--Me duele todo. Mucho.--hago un par de muecas de dolor y esta se va, mirándome mal.

--Ahora mismo vuelvo.--sonríe al demonio y se va de malas maneras.

--¿No querías que me fuera?--se burla.

--Cállate. Lo decía en serio.--hago una pausa para respirar. Me duele el brazo muchísimo.--Vamos a hablar hasta que me hagan efecto los calmantes que me va a inyectar la enfermera calentorra.

--¿Enfermera calentorra?

--¿De todo lo que te he dicho sólo te quedas con eso?

--No no, perdona.--va hacia el otro lado de la habitación y se apoya en la pared, mirándome.--¿Aquí te parece suficiente espacio para que podamos estar en la habitación todos?--le miro sin entender.--Tus celos, tú,  yo y la "enfermera calentorra."--se ríe.

--Que te follen.--le digo justo cuando la guarra esa vuelve a entrar con una bandejita en la mano. Se acerca a mí y sin decir nada empieza a preparar algo para después inyectármelo por la vía que tengo puesta en el brazo bueno.--Gracias.--digo cuando se da la vuelta. Cierra y nos volvemos a quedar solos.

Se acerca otra vez a mí.

--¿Me puedo sentar?

--Claro.--tuerzo los labios y muevo un poco las piernas para dejarle algo de espacio.

--¿Y ahora qué?--esa pregunta.

Me he hecho tantas veces esa pregunta...

Cómo hubiese deseado haberle podido dejar quedarse conmigo y que me hubiese hecho esa misma pregunta.

¿Y ahora qué?

--No lo sé.--tengo un nudo en la garganta que me hace hablar con dificultad.--No sé qué va a pasar con mi vida.--cierro los ojos y apoyo la cabeza del todo en la almohada, con el rostro apuntando al techo.

--¿Vas a dar señales de vida? Tu abuela está muy preocupada. Y tu hijo.--esto último no lo dice con el mismo grado de rabia que al principio. 

Le miro y hablo.

--Les voy a llamar y me voy a inventar algo. Llama a mi abuela.--se levanta para sacar el móvil y me lo entrega. Se vuelve a sentar y yo me hago la tonta cuando me pide la contraseña.--Toma.--le devuelvo el móvil.

--Te la sabes de sobra.--empuja mi mano y mira para otro lado.

Me meto en llamadas y veo bastantes de su novia.

Joder.

Da igual, a lo que vas. Llama a Killian.

Marco el número de la abuela y al primer tono contesta.

--¿Mi niña? ¿Eres tú?--la voz de la abuela me parte. Está llorando.--Háblame.--suplica.

--Hola vieja loca.--intento que se ría.  Mi voz suena rara, tengo muchas ganas de llorar.--Estoy bien, tranquila. ¿Dónde estás?--la pregunto.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora