Cap 4.

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Pelea.

--¿Qué haces aquí?--hablo con voz temblorosa.

Sigo abrumada, entre los brazos de alguien con quien ni siquiera debería haberme cruzado.

Me va a matar.

--Venía a verte, me acabo de enterar por un grupo de WhatsApp que estás en el barrio. -- está enfadado.

--Se me ha olvidado avisaros de que venía antes. -- me aparto del coche y de los brazos del demonio y me acerco a Abraham.--Lo siento, de verdad. ¿Sabes dónde está Yere? He ido a su casa pero no me ha abierto nadie, no había luz tampoco.--me estoy empezando a asustar, su cara pasa del enfado al asombro y del asombro al enfado otra vez.

--¿Me estás vacilando, Adrianna? ¿Dónde crees que estaría tu mejor amiga , si después de enterarse por terceros de que has llegado al pueblo -- enumera con los dedos a la vez que sigue preguntando-- y no tiene noticias tuyas en todo el día? Adivina.--se calla.

--No sé, ¿venir a mi casa?

--Bingo.-- se está enfadando.

Más.

--Pero aquí no está. ¿No debería estar contigo?

--¿Tú la ves? No, ¿verdad? Pues yo tampoco. No le llegan los mensajes y no coge las llamadas, pero claro, a ti te da igual, estás rememorando viejos momentos. -- me mira con rabia en los ojos, apretando los puños--Qué pena Adri.--se da la vuelta y se pone el móvil en la oreja. Sigue calle abajo. 

Le sigo y se para en seco. Le han contestado a la llamada.

Yere.

--¿Es ella?--trato de acercarme a su cabeza lo máximo posible y pego la oreja en su mano, la que sostiene el móvil.

No me responde, pero tampoco se aparta.

--Yere, ¿dónde estás?

--Yendo a casa de Adri otra vez, no sé por dónde más buscarla--empieza a llorar--¿Y si la ha pasado algo? ¿Y si se ha encontrado con ...?

Tengo que hablar, la tengo que tranquilizar.

--Estoy aquí, acabo de llegar. Lo siento muchísimo pececilla.  Estoy bien , tranquila.--oírme parece relajarla.--¿dónde estás?--intento parecer calmada.

--Estoy llegando a tu casa, en 5 minutos espero que me lo expliques todo--pasa de la tristeza al cabreo antes de colgar.

Qué bien...

Vuelvo sobre mis pasos, el Honda sigue en el mismo lugar, pero con su conductor sentado dentro.

Se me está haciendo eterno el día.

Y más que se te va a hacer.

--Si quieres ven a mi casa, voy a comer algo y a meterme en la cama. 

De camino a la puerta saco las llaves y abro, la dejo entreabierta para que no se cierre si quieren entrar más tarde.

No miro a mi alrededor, me da igual todo. 

Subo las escaleras a toda prisa, entro a mi cuarto encendiendo la luz , me quito la ropa y la mochila, dejando todo por el suelo.

 Me coloco el primer pijama que encuentro y me meto en la cama.

Ya sé que Yere está bien, que viene hacia aquí y que me va a caer una bronca de cuidado.

Pero bueno ... que me quiten lo bailao'

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora