Cap 50.

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Adrianna Cara de Rana.

2/¿?

--Tengo sueño...--la voz de mi niño es apenas un hilito, se frota los ojitos en cuanto Kellen le baja en brazos del avión.

--Ya hemos llegado a Madrid, duérmete otro rato...--le susurra a la vez que le frota la espalda con suavidad.

Me sorprende lo rápido que han congeniado. Nadie diría que en un primer momento al niño le cayera mal.

--Toma.--le doy a Kellen una chaqueta para el niño, ya que refresca y no quiero que se constipe. Se la pone por encima y mi niño vuelve a posar la cabeza en el hombro de este.

--Beliall ya está aquí.--dice Nata, emocionada mirando su móvil.--En cuanto cojamos vuestras maletas dice que vayamos al parking, que ha aparcado ahí.--anuncia.

Mierda, no me jodas que el rubio está aquí.

Que empiece la fiesta.

--Mami, ¿y Chan?--la voz somnolienta de mi niño me distrae del posible rumbo de mis pensamientos. Levanta un poco la cabeza de nuevo, buscando al bicho con plumas.

--Lo llevo yo, peque.--le dice Nata, alegre, a la vez que alza la caja y se acerca a nosotros.--Mira, también está dormido.--mi niño estira un poco el brazo y acaricia al patito, sonríe y se vuelve a acomodar como estaba.--Pero qué bonito es...--susurra. Se vuelve hacia mí, con una mirada tierna, pero yo sólo la miro raro.--Venga, rápido.--nos dice a los demás, andando más deprisa hasta alejarse de nosotros.

Ya hace fresco, por lo que cuando entramos a la terminal, agradezco no seguir congelándome.

Eso, alégrate ahora que puedes. En cuanto cruces las puertas del parking tu felicidad se esfumará.

Eres un puto martirio.

Gracias.

--Eh.--veo cómo Kellen agita como puede su mano frente a mí.--¿Te has vuelto a ir?--se ríe.--¿Nerviosa?--dice en tono malévolo, con segundas intenciones.

--No, todo bien.--sacudo la cabeza y miro de nuevo al niño, que sigue dormido.--Voy a por las maletas, id yendo y que no se despierte, ¿vale?--cojo el móvil de los pantalones del demonio y lo enciendo mientras hablo.--Te llamo cuando esté bajando al parking.--me acerco a él y le doy un beso cerca de la comisura de los labios, haciendo que sienta un escalofrío al sentir su boca tan cerca de la mía.--Iros ya.--le empujo con cuidado y se da la vuelta, sonriendo seductoramente.

--A mí no me engañas, niña mala.--dice al irse.

--¿Qué?--me hago la loca.

No puede haber notado eso, joder.

Intento no pensar en eso, marco el número de Orien y este al primer tono responde.

"--Dime que no estáis en casa todavía.--dice.

--Acabamos de bajarnos del avión, voy a por las maletas.

--Llego en 10 minutos como máximo.

--Menos mal.--suspiro.

--Iba a ir directamente a casa, pero no quiero ver al gilipollas que tengo como hermano.--dice, enfadado.

--Yo tampoco quiero verle si te sirve de consuelo.--voy hasta una de las cintas que traen las maletas y miro al código de vuelo.-Espera.--reviso unas y otras entre tanta gente hasta que doy con nuestras maletas dando vueltas. Las cojo como puedo y me coloco el móvil entre la oreja y el hombro.--Ya estoy.--digo, fatigada mientras empiezo a andar.--A ver, hay novedades.--trato de ordenar todo lo que pueda lo más breve posible.--Va a venir con nosotros la hermana de...--no puedo decirlo, me cuesta.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora