NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️

Cap 45.

Sus ojos, mis ojos.

Noto cómo algo se mueve al lado mío y después me agita.

--Mmm...--gruño.

--Mami...--susurra una voz al lado mío.

--Mmm...

--Mami...--me vuelven a agitar.--Que tengo hambre...--se sube encima mío y reparte besitos por toda mi cara, tal y como le hago yo cuando no se quiere despertar.

--Te voy a morder el culo.--digo, sin abrir los ojos todavía, pero sonriendo.

--Venga, mami... Que sino no voy a poder crecer, me voy a quedar pequeñito como un ratón.--su comentario hace que estalle en carcajadas.

--Mm... Qué rico, ratoncitos a la jardinera...--le digo, recordando la peli de Shrek que vimos hace poco.

--Eso eran ratas, puaj...

Después de un rato en silencio, le noto revolverse encima mío.

--¿Qué pasa? ¿Te haces pis?

--No... Es que me da miedo ir a la cocina, está todo oscuro...--en cuanto asimilo sus palabras, me incorporo un poco para encender la luz, tratando de no tirar al niño de mi regazo.--¡Luz!--dice contento, alzando ambos brazos.

--¿No hay nadie?--le digo, extrañada mientras miro a mi alrededor, buscando al demonio. Mueve la cabeza de lado a lado, negando.

--Pero huele a comida, mami...

Dios mío, este niño es un pozo sin fondo.

--Vale, pues levanta que vamos a cenar.--le dejo sobre la cama --¿Qué haces sin pantalones?

--Es que tengo calor, mami.--se queja.

--Ve a ponerte unos de pijama, cariño, que vas a coger frío.--sale de la habitación, despacio, encendiendo las luces a su paso.--¡Ponte unos calcetines!--oigo cómo resopla y no puedo contener una risa a la vez que me levanto.

Joder, sí que huele bien.

Paso el salón, donde veo el móvil en la mesita.

¿Qué coño hace ahí?

Lo cojo, miro las notificaciones y en cuanto veo las llamadas perdidas de Adam algo en mí empieza a arder.

Valiente hijo de la gran puta.

Tiro el móvil sobre la encimera de la cocina en cuanto entro, abro el horno y...

--Coño, qué pintaza...--busco por los cajones hasta que doy con un tenedor.

--Mami...--la voz de mi hijo me sobresalta, haciendo que el tenedor se me caiga al suelo.

--Joder.--llevo la mano al pecho y abro y cierro los ojos.

--¿Qué es?--se pone a mi lado y olfatea. Me mira y frunce las cejas, confundido.

La verdad es que podría ser cualquier cosa, pero el capullo ha hecho pastel de patata y carne sabiendo que me encanta.

Punto a su favor entonces, no te quejes.

Cállate.

--¿Tú no te estabas muriendo de hambre?--asiente enérgicamente.--Pues a poner la mesa, venga.--busco entre los armarios y saco tres platos y tres tenedores, los pongo sobre la encimera y busco un mantel o algo parecido...--Toma.--no los encuentro, así que le doy los platos, los cubiertos y un cucharón para servir.--Con cuidado, ¿vale? Ve despacio.