Cap 53.

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A la mierda todo.

--Aléjate de mí.--me empuja desesperada, como ida.

--¿Ahora sí hablas? ¿Te ha entrado el miedo?--no me separo de ella por más que me empuja, aunque me está costando mantener calmada la respiración.

Me mira llena de rabia y furia.

¿Encima se cabrea ella?

--No te tengo miedo.--me enfrenta y se cuadra de hombros, preparada para pelear.--A ninguno de los dos, ¿me oyes?--no alza la voz y eso es lo que más me asusta.--No os vais a acercar a mi hijo, Samael.--se separa otra vez y se muerde los labios con fuerza, haciendo que ensanche la sonrisa al ver que está furiosa, alterada y ansiosa.

Y aunque no me pasa desapercibido que habla en plural, lo paso por alto por ahora.

--Lleva siento tu hijo muchos años, pequeña Lilit.--la digo, sin perder la sonrisa. Me acomodo las gafas nasales y la mochila y me cruzo de brazos con cuidado al sentir varios pinchazos en los brazos y la espalda.--Ya me ha dicho Leo que te lo contó e intento que me lo contaras y así me enterara por ti, pero ni con esas diste la cara, Adrianna.--siento que cada vez aprieto más los puños y la mandíbula al hablar.--No te haces una idea de lo jodidamente duro que es para mí todo esto, lo duro que va a ser para Killian enterarse de algo así, de que le has mentido toda la puta vida.--la miro con rabia de arriba a abajo.--Porque sólo eres eso, una mentirosa que no da más de sí.--va a hablar, pero no dejo que lo haga.--¿Para qué has venido? ¿Qué haces aquí?--no dice nada por un buena rato.

--Quería hablar contigo, sólo eso.--se encoge de hombros.

--¿Así vestida?--la detallo y aunque no quiera, los ojos se me van hasta su escote, bajando minuciosamente por el contorno de sus tetas, por sus tatuajes...

Es una pena que esa chaqueta la tape tanto.

Se acerca un poco a mí, después de mirar a todos lados por si alguien nos ve.

--Es un día muy especial.--me susurra al oído y noto sus tetas pegarse a mi pecho cuando se alza.--Hoy va a cambiar todo, demonio.--se separa con una sonrisa en la boca preparada para decir algo, pero se calla y mira detrás mío, separándose al instante.

La miro sin entender nada y antes de que pueda girarme veo cómo mis suegros se ponen a nuestro lado con una sonrisa fingida en sus caras.

Miran a Adrianna con un gesto raro en sus caras, aunque no pierden su máscara en ningún momento.

Siempre cuidando las apariencias.

--¿Estás ocupado?--me dice Adela a la vez que me agarra del brazo.--No quisiéramos que la boda se atrasase, ¿verdad?--dice esto mirando a Adrianna, quien alza una ceja y se cruza de brazos.

--Nada más lejos de la realidad.--responde Adri y les ofrece la mano a ambos.--Adrianna Caronte, encantada.--les devuelve la misma sonrisa falsa y estos, aunque tardan, le devuelven el apretón y se presentan.--Bueno, yo ya me marcho.--me mira a mí.--¿Podemos hablar un momento? Sólo serán unos minutos.--asiento y ella vuelve a mirar a mis suegros.--Un placer, nos vemos más tarde.--se marcha y yo la sigo con la mirada.

--No creo que tu madre apruebe que ella esté aquí, Samael.--me dice Mateo, mi suegro.

--Mi marido tiene razón, hijo.--interviene Adela, tratando de sonar dulce, pero a mí no me engaña, lo que no quiere es llamar la atención.--No es conveniente que te vean con cierto tipo de compañías.--hace una pausa y sigue hablando sin soltarme del brazo.--Y más un día como hoy.--empieza a andar y tira de mí, pero yo me planto, aún pendiente de la loca que me tiene loco.--Vamos a que te preparen, tus padres y tus hermanos ya deben de haber llegado.--está seria, igual que Mateo.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora