Cap 49.

685 100 42
                                    

Contigo lo siento todo a la vez.

1/2.

--Siempre he elegido qué hacer en base a lo que tú podías sentir, Samael.--me le acerco peligrosamente. Oigo cómo los latidos de su corazón se aceleran.--Fíjate cómo son las cosas.--sonrío de lado.--Hace pocos meses estaba yo ahí, después de pasar una noche de puta mierda.--él no dice nada.--El mejor cumpleaños de mi vida.--frunce el ceño y me aparta de malas formas.--No sabes una puta mierda.--me limpio una lágrima del pómulo y eso parece hacerle reaccionar.

--Pues cuéntamelo.--dice de repente, aún serio.

No le puedes decir nada.

Hemos venido para esto.

¿Crees que es el momento? Si es así, hazlo.

--¿Debería?--me cruzo de brazos, tratando de poner esa barrera entre la distancia que hay ya entre los dos.--No creo que te cases en menos de 16 horas y me estés pidiendo esto.--digo, irónica.

--¿Por qué has estado conmigo estos días?--no digo nada.--¿Por qué parecía que habíamos avanzado y de repente otra vez la misma mierda de siempre?--se frota la barba de un par de días, exasperado.--No te entiendo, Adri.--mira al techo. 

Yo sólo puedo pensar en su torso, sus brazos, su carita, sus manitas...

Noto que sigue hablando, pero como no le he prestado atención, prefiero callarle.

Me lanzo sobre sus labios con anhelo, con ansias de mi droga, sus besos. Él no me responde hasta que me voy subiendo sobre sus piernas con mucho cuidado para no pegármela contra el suelo. 

--No, Adri...--y a pesar de esa especie de queja, me ayuda a acomodarme encima suyo.

--Dime que pare.--digo, haciendo que voy a besarle pero apartándome de nuevo.--Dime otra vez que me vaya.--susurro en su oído, a la vez que beso y muerdo su oreja y gimo en su oído cuando como respuesta me acerca a su polla más, haciendo que odie la sábana de hospital y mi pantalón de estar por casa.

--No podemos hacer esto...--vuelve a decir.

Le beso, no dejo que piense, no puedo pensar.

Le cojo la cara, poniéndolo a mi altura. Sonrío al ver su carita bonita con los morretes hinchados por mis besos. Sonrío al darme cuenta de eso.

--Te amo mucho, Sama.--trato de ser valiente, de ser sincera con él. Cierro los ojos, tratando de seguir.--Pero no puede ser...--abro los ojos, sintiendo el ambiente más cargado que antes, como de algo más.--Por más que nos empeñemos en hacer lo contrario, mi amor.--me sonrisa se convierte en una mueca triste.--Sólo estamos bien así.--señalo el poco espacio que queda entre nosotros.--El resto del tiempo todo es una mierda, ¿no te das cuenta?--trato de separarme un poco de él cuando el nudo de mi garganta no me deja seguir aquí.

Necesito aire.

Veo cómo se quita las gafas nasales y me las pone con mucho cuidado, ajustándomelas bien.

--Respira conmigo.--baja su mano desde mi pecho hasta mi vientre, notando mi respiración. Ese gesto hace que sienta un escalofrío. Le miro, tratando de decirle tantas cosas...--Es mío.--parpadeo varias veces, confusa. Mueve la mano hasta mi cintura y me acerca más a él, recostándose todo lo que puede sobre la cama. Se moja los labios y habla.--¿Tan mal estábamos?--su voz... suena a ese adolescente del que estaba perdida y ciegamente enamorada.--¿Tan poco significó lo nuestro como para irte así?--veo cómo en sus ojos se empiezan a acumular las lágrimas, partiéndome el corazón.--¿Estabas embarazada cuando te ingresaron en psiquiatría?--me he quedado sin palabras, trato de procesar que de verdad estamos teniendo esta conversación. Me acaricia la espalda con cuidado, con mimo.--No puedo imaginarme qué pasó para que justo...--se le corta la voz, mira para otro lad, carraspea y sigue.--Para que te fueras.--me mira de nuevo.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora