Dhoma e pasqyrave.
--¿Todo listo?--mi voz se escucha por todo el lugar, haciéndome sentir grande, poderosa.
--Todo listo, señora.--escucho a Guido, quien se mantiene a mi lado después de años a mi servicio.--Pero...--titubea, algo raro en él.--Ha habido un contratiempo inesperado.--le miro y frunzo el ceño, disgustada porque seguro me va a dar una mala noticia.
--Habla.--digo después de mandar a todos mis hombres que se retiren.
--Alguien la está esperando fuera.--me dice y alza la mano para dejarme pasar.
Andamos hasta mi despacho y me siento en mi butaca, me acomodo bien, desabrochando el botón del blazer. Apoyo los codos sobre el escritorio y miro la puerta cuando Guido me hace una señal.
--Hola, señora.--en cuanto la veo sé quién es.
La amiga de la puta.
--¿Qué haces aquí, niña?--digo en tono despectivo, mirándola de mala manera de arriba a abajo, haciéndola sentir incómoda.
Ella se encoge en su sitio y baja la mirada.
--Adrianna acaba de llegar.--dice en un hilo de voz.
--¿Llegar a dónde?--me levanto y miro a Guido, dando un golpe fuerte con el puño en la mesa. Miro a la insulsa y alzo el mentón, analizándola. Doy otro golpe cuando no dice nada, desesperándome.--¡Habla!--ella se asusta y se encoge sobre sí misma.
--Aquí.--dice.--Está aquí, en Madrid.--oigo cómo traga saliva y remueve sus dedos, nerviosa.--No estaba segura de si de verdad vendría, por eso no la dije nada antes, lo siento mucho.--me mira y después vuelve a bajar la mirada.
--Fuera.--la digo, contenida. Guido la echa y llama a alguien para que la acompañe a la salida. Le miro y relajo la postura.--Dime que es mentira.--él niega con la cabeza.--¿Mi hijo lo sabe?
--No lo sé, señora.--se toca la frente y habla.--Pero me temo que si esta lo sabe, su hijo ya debe estar al tanto.--mira para otro lado y saca de dentro de su chaqueta un sobre, me lo acerca y yo lo abro.--Acaban de llegar.--dice cuando veo el contenido de este.
Esa puta se ha follado a mis dos hijos.
--¿Cuántos días lleva aquí?--le pregunto, alzando las fotos después de verlas una a una.
--Lleva unas horas, me temo.
--Unas horas...--me muerdo los labios y la lengua, intentando saciar lo que me genera esa maldita muchacha. Agarra su móvil y hace amago de llamar a alguien.--Averigua si viene con el bastardo.--le recuerdo.
--Por supuesto, señora.--se marcha, dejándome sola en el enorme despacho.
Juro que la voy a matar. A ella y a toda su maldita familia.
--Madre, no sé de qué me estás hablando.--veo cómo sigue comiendo sin inmutarse por mis palabras.
--Samael, mírame.--lo hace, dejando los cubiertos en la mesa y poniéndome atención.--No quiero que te acerques a ella ni a nadie de su familia.--no dice nada, sólo se limpia con la servilleta y me sigue mirando, solo que ahora desafiante.
--No creo que sea de tu incumbencia a quien veo o dejo de ver, madre.--veo cómo su gesto se vuelve más duro, pero eso jamás me intimidará, todo lo que sabe se lo he enseñado yo.
--¿No? ¿Estás seguro de que no es de mi incumbencia?--me levanto de mi silla y veo cómo Guido se acerca a mí.--Tráeme el portátil.--asiente y se marcha. Me siento, mirando a mi hijo seriamente. A los pocos minutos, Guido regresa y me entrega lo que le pedí. Hago a un lado mi plato y coloco el portátil, abro la tapa y busco los documentos que le quiero enseñar al imbécil que tengo por hijo. Una vez los encuentro, le miro y vuelvo el ordenador hacia él, para que vea la pantalla.--Deja de pensar con la polla y empieza a hacerlo con la cabeza.--le doy unos golpecitos en la sien antes de volver a sentarme.
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NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️
Gizem / Gerilim¿Qué pasa cuando vuelves al infierno después de desaparecer por casi 10 años? ¿Seguirá recordándole? ¿Seguirá recordándola? ¿Qué han pasado en esos 10 años? ¿Seguirá sintiendo lo mismo que sentía con ella? ¿Seguirá sintiendo lo mismo que sentía con...