Cap 55.

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¿Quién es Edén?

--¡Suéltame!--Killian se remueve y patalea de un lado a otro.--¡No quiero estar contigo!--sigue gritando.

--Joder, estáte quieto o te saco a la calle con ese maldito pato cagón.--le grito a mi hijo, al borde del colapso y a punto de matarlo.

--¡Tú no me mandas, no eres nadie!--me devuelve el grito y me da una patada en la espinilla, haciendo que por reflejo le suelte.

--Me cago en tu puto padre, niño.--susurro a la vez que me toco la pierna y me enderezo.--¡Killian!--grito mientras le busco por toda mi casa. Entro en su habitación y le veo encogido al fondo, agarrándose las rodillas con la cabeza metida entre medias.--¿Qué pasa, campeón?--le digo, sintiendo de repente una angustia muy fuerte.

--Quiero ver a mi mami.--me mira, sacando la cabeza de entre las piernas, dejándome ver las lágrimas en su cara.--La echo mucho de menos...

No sé qué decirle, por lo que me siento a su lado y sólo estoy ahí. Se acurruca a mi lado y por instinto lo abrazo sobre mi pecho, rodeándole con el brazo.

--No sabemos dónde está, Killian...--él me mira y asiente, recordándolo.--Luego salimos a pegar carteles, ¿vale?--no dice nada más, se vuelve a apoyar sobre mi pecho y se abraza más a mí.--¿Seguimos con los deberes?--le digo, tratando de suavizar nuestra anterior conversación/pelea.--Podemos merendar y seguir en un rato.--me callo cuando siento la vibración del móvil. Rápidamente, me levanto, dejando a Killian sobre su cama y saco el móvil.

--¿Es mamá?--dice, esperanzado y algo nervioso. Levanto el dedo y me lo pongo en la boca, mandándolo callar.

"--¿Orien?--es la voz de mi veneno. Se me corta la respiración, hasta que la vuelvo a escuchar.--Orien...--casi no puede hablar.--Tienes que sacarnos de aquí...--casi no respira  eso hace que mi angustia y mi cabeza vayan a mil. Rastreo la llamada mientras ellos siguen hablando.

--Estoy aquí, gorda, ¿dónde estás? ¿Quién está contigo?--al amigo se le oye nervioso, lo que me recuerda que mi hijo está aquí, a mi lado. Me voy de su habitación y sigo escuchando, haciéndole esperar ahí dentro hasta que le avise.

--Tienes que venir a recogernos...--Adri coge aire y sigue hablando con bastante dificultad.--Por favor... No vamos a aguantar más aquí...--se calla otra vez.

--Gorda, no te preocupes, mándame la ubicación o dime qué ves.--dice, con la desesperación carcomiéndole igual que a mí.

--Estamos solos...--llora.--Sólo los tengo a ellos Orien...--otra pausa.--Son lo último que me queda, tienes que venir...--de fondo se escucha a gente gritando y haciendo ruido. De repente se escucha cómo la llaman.--Protege a mis bebés...--se corta la llamada después de que Adri suelte un grito que me hiela la sangre."

Alguien la ha tocado. La han pegado.

--Killian, recoge las cosas del cole y ponte una chaqueta y los zapatos, te llevo a casa de la abuela.--alzo la voz y me meto en mi habitación cuando me responde con un escueto "sí." Cierro con pestillo la puerta y, móvil en mano, guardo la mochila, el cargador, las llaves del coche y la cajita que lleva meses viniendo conmigo. Me coloco la pistola detrás del pantalón y quito el pestillo de la puerta, saliendo y yendo a la cocina. Cojo un par de batidos de chocolate y una botella de agua. Cuando le escucho detrás mío, me giro hacia él.--¿Quieres?--le digo, enseñándole los batidos.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora