Cap 6.

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Ella.


Hemos pasado el día en el centro comercial, mirando cosas para el cole, para mi cumpleaños...

Mi cumpleaños.

¿Sólo el tuyo?

También comimos en una hamburguesería , fuimos al cine y compramos palomitas.

Pero yo no podía dejar de pensar en la puta de las llamadas en todo el día.

Adam me había llamado para darme la noticia de que ya estaba oficialmente trabajando allí, que si queríamos podíamos pasar a recogerle sobre las 20.

Tengo cero ganas de ir hasta allí, lo único que deseo en este momento es encontrar a la zorra esa y arrancarla los pelos uno a uno con una pinza de depilar cejas.

Eres una sádica.

Siento vibrar el móvil y suspiro de alivio cuando saco el móvil y veo que es mi madre.

--Mira quién es.--le paso el móvil y muy contento se lo pone en la orejita. Acepto la llamada--Habla, venga.

--Hola abu.--sonríe y seguimos andando.

Le oigo contarle innumerables cosas sobre cómo es todo aquí, su nuevo cole, la peli, hasta le ha contado que el otro día se encontró una mariquita y que esta salió volando porque se asustó de él.

Me encanta su inocencia, su pureza.

Cuando nos montamos en el bus, me pasa el móvil.

Se sienta en el lado de la ventana, con la cabeza apoyada en el cristal y yo sólo cierro los ojos a la vez que me siento a su lado. 

Escucho a mi madre decir que no la hago caso, que si la he colgado...

Qué pesadilla.

--No mamá, estoy aquí. No pretenderás que me caiga por hablar por teléfono contigo.--no estoy de humor para regañinas absurdas.

--Qué agradable es hablar contigo, hija mía.

--Mamá, ¿quieres algo o te puedo llamar más tarde?

Por favor,  que me diga que cuelgue, por favoooor.

--Llámame cuando te de la gana, o mejor déjalo, esperaré a saber de ti a través de mi nieto. Él es el único que se alegra de hablar conmigo.

--Mamá, no empieces con tus tonterías.--miro a Killian y me doy cuenta de que no debería de estar teniendo esta conversación delante suya.--Te llamo mañana.

--Mami, ¿no quieres a la abuela?--no sé qué contestarle.

Me quedo en blanco.

¿Qué le digo?

--Claro que la quiero, ¿por qué me lo preguntas?--le miro sorprendida, poniendo toda mi atención en él.

--No sé.--se encoge de hombros y vuelve a mirar por la ventana.

--Hey,--le toco el hombro y se vuelve hacia mí.-- puedes decírmelo, no me va a molestar.

--La abu me lo ha dicho, que por eso no quieres hablar con ella y que por eso nos hemos ido.

No doy crédito. No puedo creer que le haya dicho eso al niño.

--No es verdad, claro que la quiero. Y no, no nos hemos ido porque no la quisiera, son cosas de mayores. La abuela está bien, es sólo que nos echa de menos, por eso te ha dicho eso.

NO SE LO DIGAS A NADIE. [SAGA SECRETOS Y MENTIRAS I] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora