—¿Y qué te dijo? —preguntó entusiasmada Alicia cuando llegaron al palacio de gobierno.
—Es él, Alicia, es él.
—¿Quién? ¿Quién es él?
—El príncipe que había esperado toda mi vida. El príncipe de mis sueños.
—¡En serio! ¿Te lo dijo? ¿Cómo sabes?
—Lo amo, lo amo, en serio que lo amo. El corazón me lo dice.
Alicia se sintió contenta, pero a la vez no pudo evitar sentir una pequeña decepción. A ella también le hubiera gustado que ese joven tan guapo fuera su príncipe. De pronto Soledad permaneció en silencio y un tanto pensativa.
—¿Qué pasa? —preguntó Alicia.
—Oye, Alicia, tú eres mi amiga, ¿verdad? ¿Tú me ayudarías?
Alicia dijo que sí con la cabeza.
—Es que tienes que ayudarme, no quisiera perder a Ernesto por ninguna razón.
—¿Pero por qué lo dices? ¿Yo en qué te puedo ayudar?
—Ernesto busca a una doncella, hija de Reyes. Yo, claro que soy hija de Reyes, pero tu me entiendes, quisiera que el creyera que...yo soy tú.
—¿Pero por qué? ¿Cómo? No entiendo.
—Por favor, ayúdame. No quiero correr ningún riesgo. No creo estar confundiendo la situación, pero de todos modos no quisiera equivocarme. ¿Me entiendes? ¿Me podrías ayudar? Es mi felicidad la que esta en juego. ¡Por favor, Alicia! ¿Sí? Amiga, en serio que lo amo.
—Pero Soledad, lo acabas de conocer. Es verdad, es hermoso, pero...
—Por favor, ayúdame, solo quiero ser feliz.
—Oye, pero explícame ¿Por qué quieres que el crea que yo soy tú?
—Ya te lo dije, él me dijo que busca a una chava que sea hija de Reyes, y yo, aunque lo soy no quiero correr ningún riesgo.
—¿A qué riesgo te refieres? —Alicia seguía sin entender.
Alicia no estaba tan convencida, pero Soledad era su mejor amiga, casi como su hermana, no soportó los ruegos ni ver la forma como ella se lo pidió que aceptó. Alicia cedería su identidad aunque ignorara lo que Soledad pretendía.
Soledad salió del palacio de gobierno muy contenta rumbo a su humilde casa. Para llegar solamente había que cruzar el inmenso jardín de rosas.
Estoy casi seguro que ahora querrán saber un poco más a cerca de las doncellas y del tipo de vida que llevaban en el Instituto Para Niñas Bien. Y, sobre todo, aunque creo ya lo sospechan, querrán saber porque Soledad deseaba intercambiar la personalidad con Alicia. Bueno, vamos a conocer un poco más a las doncellas.
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El príncipe de soledad
Novela JuvenilTodo comenzó en la famosa Real Academia Para Príncipes. "Joven Ernesto, la doncella que le permitirá convertirse en príncipe de cuento es hija de reyes de algún país de la realidad, es de sangre azul. No sabemos al tipo de monstruo que deberá enfren...