Él

Capítulo 17

Karen

Bueno, se que no es normal que yo hablé, pero, se joden, vengo ha hablar.

Bien, todo estaba yendo sorprendentemente bien.

¿Qué pasó? Escuché un disparo.

Se preguntarán ¿Qué puta si dispararon? ¡Tu escapa y ya! Pues no, no podía escapar con Cit y ya, además ese disparo se lo pudieron dar a Gaby.

–Hay que volver–le digo a Cit.

–No la van a matar–me dice con una seguridad, que hasta pienso que está con ellos, cómo si me leyera la mente dice–No estoy con ellos Karen,–suelta un suspiro de cansancio–No la pueden matar, él la quiere con vida, si la matan los matará a ellos después.

–Sabes mucho de esto.

–Es algo más grande de lo que crees.

–¿Por qué no me cuentas?

–Es un secreto de Gaby, no me corresponde a mi contarlo.

Yo conocí a Gaby en el cumpleaños 8 de los gemelos, de a poco le fui tomando cariño, también conocí a Daniel y Citlali, al parecer sus únicos amigos del otro pueblo, también noté que con el único que tiene una confianza y comodidad única es con Erick.

La verdad, sé que los dos se gustan.

Bueno, Cit y yo, llegamos a la carretera, para mí sorpresa Adrien estaba ahí.

«Adrien» Maldita sea, me gustaba, de verdad que sí, casi muero de un puto infarto cuando pensé que él era malo, aunque no me molestaría que me.....

«¡Karen!» Me reprochó a mi misma.

–Suban–nos dice Adrien.

Estoy a punto de preguntar en qué nos vamos a subir cuando veo un auto negro a su espalda.

Paso por su lado y veo que sonríe como un niño chiquito, al que le acaban de dar un premio.

–¿Por qué sonríes? Te dije que hablaríamos después.

Justo en ese momento escuchamos un grito, uno de dolor, pero era de hombre.

–¡Hay que ayudar a Gaby!

Pero ninguno de los dos me dejó ir.
–¡¿Qué demonios les pasa?! ¡Es nuestra amiga! ¡Maldita sea!–me giro hacia Citlali–¡Es tu mejor amiga!

–Karen primero cálmate, segun.......

–¡Y una mierda! ¡No me calmo nada!–la interrumpí–Gaby está en serio peligro,–me giro hacia Adrien–por favor.

Pero el muy imbécil solo me cargó hacia el auto y arrancó.

–Bájame de aquí maldito–digo mientras lo golpeó, pero, pareciera que fuera de piedra–Es Gaby, tenemos que.

–Estará bien–dice Adrien

–¿Cómo lo sabes?

–Erick–dicen Citlali y él al mismo tiempo.

–¿Qué diablos tiene que ver Erick?

–Ya la está ayudando–me dice Adrien.

–¿Cómo? Además, entiendo que la puede defender de Sebastián, pero ¿Cómo la defiende del malnacido de Elías?

–Ese no es Elías–me dice Cit.

–Y yo soy Cleopatra, está claro que era Elías.

–Era Erick, haciéndose pasar por Elías.

Me quedé en shock.

–¿Ahora sí puedo manejar sin que me golpees?–pregunta Adrien.

Yo no lo respondo, solo me recuesto en el asiento asimilando todo.

–Tengo un mal presentimiento–dice Citlali.

–Todo va a estar bien Citlali–le dice Erick.

Llegamos a Caleb, Citlali se fue a la casa de los Brown y yo me quedé en el auto con Adrien.

Me giro para decirle algo, pero me olvido hasta de mi nombre cuando en besa, no es un beso tierno, es un beso necesitado, de ganas, donde me demuestra lo mucho que le gusto, nuestras lenguas danzan a la vez que compiten por el control, claro está que a mí no me manda nadie.

Me separo bruscamente y le pongo una mano en el pecho.

–Vamos a dejar las cosas claras–le digo robándole un beso corto–Uno,–le doy otro, pero mordiendole el labio–Yo mando–esta tan idiotizado que solo asiente con la cabeza–Dos,–le doy otro beso–Lo que hagamos será cuando quiera, donde quiera y como quiera.

–Como tú quieras.

–Bien–digo haciendo el amago de bajarme, pero, me agarra suavemente de la muñeca.

–¿Karen?

–¿Si?

–¿Quieres ser mi novia? ¿Salir conmigo? ¡Dame una oportunidad! ¡Te demostraré que soy bueno para ti! ¡Te demostraré que.....

No lo dejo terminar y lo callo con un beso, el pobre estaba teniendo vómito verbal por temor al rechazo.

–Si.

–¿Qué?–dice idiotizado.

Me río levemente.

–Si quiero ser tu novia Adrien.

–¡Ah! Eso.

–Si, eso.

Antes de bajarme le doy otro beso.

–Cuando se solucione lo de Gaby, una cita, tú y yo ¿Queda claro?

–Como ordene, preciosa Karen.

–Nada de apodos cursis ¿Ok?

–"Preciosa"–dice haciendo comillas con los dedos–No es un apodo, es la verdad, es lo que eres.

Siento que me voy a sonrojar y me voy antes de que lo note.

Antes de ir a casa, me voy a la de los Granger.

Tocó un par de veces y me abre la Sra. Granger.

–¿Cómo estás Karen?

–Bien ¿Usted? ¿De casualidad se encuentra Elías?

–No Karen, perdón.

–No importa ¿De casualidad sabe a dónde fue?

–Me dijo que iba a buscar a Gaby, no sé si sabías que ella está en la casa de Citlali.

–Muchas gracias.

–¿Le digo que viniste?

–No tranquila, ya lo llamaré.

Con eso me fui a casa, pero la verdad es que tenía una especie de corazonada, algo me decía que dejar a Gaby no estuvo bien, necesito saber que está bien.

Llamó a Citlali.

Un tono, dos tonos, tres tonos....

–Dime Karen–dice cuando contesta.

–¿Sabes algo de Gaby?

–No, pero el no tener noticias a esta hora no es nada bueno.

–¿Le habrá pasado algo?

–No lo sé Karen, no lo sé......
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Daniel en multimedia