Cuenta la leyenda que cuando el Hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos habrán acabado.
Para la paz poder conservar, el alma más pura una naturaleza especial tendrá. Su grito será tan potente que d...
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La banshee, Oreius y ocho soldados narnianos más seguían de cerca al lobo que les guiaría hasta Edmund. La muchacha miraba fijamente al animal sin perderle la vista, se le había dado una oportunidad para recuperar al Hijo de Adán y no iba a perderla.
- ¡Agárrese fuerte, majestad! -exclamó Oreius que llevaba a la reina en su lomo al ver que se estaban acercando a un rio que deberían cruzar.
La pelirroja se sujetó fuerte con su mano izquierda al hombro del centauro rezando por no caerse de él en cualquier momento. Cabalgaron por horas sin parar y fue entonces cuando la niña se empezó a preocupar por los narnianos, ¿cómo iban a luchar cuando llegasen si estaban cansados del viaje?
Ya entrada la noche, el grupo de rescate estaba cruzando una colina y cuando la reina iba a dar la orden del alto, el lobo se detuvo y desapareció haciendo que los narnianos se detuvieran de golpe. Todos miraron como la chica bajó del lomo del centauro y sacando su daga se acercó silenciosa hasta el borde de la colina donde el lobo había desaparecido. Justo a 3 kilómetros de donde se encontraban se podían ver las luces de un campamento bajo unos árboles.
- Hemos llegado. -avisó la niña guardando su daga y dándose la vuelta a los narnianos-. Descansaremos un rato antes de atacar, habéis cabalgando durante horas, tenéis que reponer fuerzas.
- Sí, majestad. -dijeron a coro.
Parte de los narnianos aprovecharon para sentarse y descansar las pezuñas, algunos fueron al pequeño riachuelo cerca de donde estaban a beber y otros simplemente se quedaron con la Hija de Eva donde habían establecido su campamento temporal.
- Majestad, ¿cuál es el plan? -se acercó Oreius a la muchacha que se despojaba de sus armas y las dejaba apoyadas en un árbol.
- Tenemos el factor sorpresa. Eso debería darnos ventaja. -una ahora más cómoda Danielle se sentó en una roca-. Nuestra misión principal es rescatar al rey Edmund, debe volver sano y salvo al campamento. -habló la muchacha viendo como todos los narnianos que habían estado bebiendo, descansado o simplemente distraídos se acercaban a ella-. De eso te encargarás tú Oreius. Una vez lleguemos cogerás al rey Edmund y volveréis al campamento de Aslan.
- ¿Está escuchando lo que dice, majestad? -habló este sorprendido.
- Sí, soy consciente de lo que digo. -miró a todos-. No sabemos lo que nos vamos a encontrar, por eso no podemos permitir que el rey Edmund no vuelva al campamento. Oreius y yo iremos directos a por él una vez estemos ahí. Mientras, los demás crearéis distracción atacando a toda criatura aliada de la Bruja Blanca que encontréis. Una vez Oreius haya partido con Edmund, os ayudaré a acabar con vuestra parte y nos marcharemos.
