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Susan apuntó, corrigió su postura, aguantó la respiración y soltó la flecha.
Lucy sonrió al ver que su hermana había vuelto a dar en el centro y segundos más tarde Susan se giró de golpe a su hermana al ver que la ya tan conocida daga había sido lanzada al centro.
- Sigo sin entender como lo haces. -dijo la mayor.
- Solo lo hago. -se encogió de hombros la menor restándole importancia mientras iba a recoger su daga-. ¿Te has enterado?
- ¿Nuevo chisme Pelle? -la mayor bajó el arco y corrió para caminar a la par que Lucy.
- Se rumorea que Peter y Elle pasaron ayer toda la tarde solos en el bosque y volvieron ya entrada la noche. -susurró la pequeña como si fuese un secreto de estado-.
- Lo rumorea ¿quién? ¿Ed? -preguntó divertida la mayor apoyándose en la diana.
- Yo nunca delato mis fuentes. -respondió divertida Lucy sacando la daga y guardándola en su funda-. Peter la acompañó hasta la entrada de su tienda, ¡cogidos de la mano! Y Danielle se despidió ¡con un beso en la mejilla! -exclamó la menor haciendo reír a Susan.
La conversación se vio interrumpida por los galopes de unos caballos acercándose a ellas. Peter y Edmund cabalgaban sus respectivos caballos con las espadas al aire.
- ¡Venga, Ed! Levanta esa espada, como nos ha enseñado Oreius. -dijo Peter, deteniéndose ambos.
- ¡En guardia! -gritó Edmund antes de empezar un pequeño duelo.
- ¡Ahora bloquea! -ordenó el mayor.
- ¡Peter, Edmund! -gritó el Señor Castor venía corriendo.
- ¡So, caballito! -dijo Edmund cuando su caballo se levantó en dos patas relinchando.
- Mi nombre es Philip. -le contestó de vuelta el animal.
- Ah, perdona. -se disculpó algo avergonzado Edmund.
- La bruja ha solicitado audiencia con Aslan. -habló el castor entre jadeos por tanto correr-. Ya viene hacia aquí.
- ¿Danielle? -preguntó Peter al Señor Castor-. ¡Está en el bosque!
- Han ido a por ella, pero ahora vosotros debéis apuraos -les metió prisa.
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SCREAM |Peter Pevensie|
FanfictionCuenta la leyenda que cuando el Hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos habrán acabado. Para la paz poder conservar, el alma más pura una naturaleza especial tendrá. Su grito será tan potente que d...