•Mi Ángel 2• ▪︎Invasión en las alturas/tenkuu Shinpan▪︎ Franqui

|•Capítulo 15•|

Llegamos hasta una gran puerta, tocaron unas cinco veces y luego abrieron. Entramos a la habitación y allí lo vi, estaba sangrando, acostado sobre la cama mientras me miraba.

—Mierda.. ¿qué te pasó? —me bajó de a upa el enmascarado, y luego me acerqué al castaño.

—Solo fue una discusión... —miró a sus enmascarados —. Váyanse, por favor. —ordenó, y estos sin quejas salieron de la habitación.

—Yo me había olvidado por completo que tenía poderes de curación.. —me acerqué a el— ¡mierda! La mano de Franqui, que estúpida soy.

—¿Podrías dejar de pensar en el en este momento?

—Oh, si. Lo siento, pero tú interrumpiste mi mejor momento. —me acerqué a su herida, tenía una apertura profunda, parecía ser provocada por una apuñalada.

—Disculpa, termina con esto y ya puedes irte. —suspiró y luego se sacó su camisa.

—Bueno, esto toma tiempo —dije seria, poniendo mis manos sobre la herida, cerré los ojos y me concentré.

¿Por qué hago esto? El nos tiene secuestrados.
Pero si lo dejo morir, Franqui se enfadara, y capaz los enmascarados nos maten.

Suspiré y cerré mis ojos con fuerza, podía sentir una mínima corriente de electricidad, o más bien energía recorrer mis dedos.

—Se que te gustaría que me muera. —habló tranquilo. No dije nada.
—_____...—

—Shh, silencio. No me dejas concentrarme.

—Disculpa. —suspiró lentamente y yo seguí con lo mío.

Abrí un poco los ojos, y ya la herida no sangraba pero tenía que cerrarla.

No sé como lo hago, pero es increíblemente extraño, aunque al hacerlo me siento más débil físicamente. No lo sé, es extraño.

—Eres increíble, ya no duele —sonrío, aunque al verlo no parecía estar feliz, o al menos "bien", sinó cansado, triste e infeliz, pero no me importa.

—Si, si. Bueno, me alegro por ayudar en algo. —sonreí cerrando los ojos, la verdad no me sentía enojada ni nada, no sentía nada.

El suspiró y no dejó de verme.

—Debo irme. —dije acercándome a la puerta, traté de abrirla pero esta no cedía.
—¿Puedes abrirme la puerta? —volteé a verlo, este se me acercó.

—Claro, en un momento te podrás ir.

—¿Qué? Abreme la puerta.

—Ahora me vas a escuchar ____, nadie nos interrumpirá, no vas a huir ni me vas a golpear. Sólo escúchame. —se detuvo frente a mi.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué me pasa? —sonrió. —No sabes nada, ____.

—Em. ¿No?

—Escucha, pronto no te volveré a ver.

Me quedé viéndolo confundida.

—Te odio. —confesó inesperadamente.

—A.

—¿Y sabes qué es lo peor?, que no es tu culpa, porque simplemente eres tu, y me haces sentir emociones, me haces cuestionar mis planes.

—Tu sabes que yo...

—Lo sé, lo amas a el. Y ese sentimiento es correspondido, pero...

—¿Pero...?

—Lo he pensado, y he llegado a un acuerdo.

—¿Dime?..

—Te tengo una propuesta, _____.

Cielos, ¿otra?.

—Ajam...

—Seré directo. 

—Sé directo —dije suspirando, pero al instante el me choca contra la puerta, pegado a mi.
—¡Ey! ¡qué haces estúpido, idiot..

—Deseo hacerte mía.

—¡Decilo frente a Franqui, vas a ver como te rompe esa cara de idiota!

—Ya se lo he dicho.

—¡¿Qué?!

—Ay, _____. Hay muchas cosas que no sabes, hasta Kuon sabe más que tú. Desde que te desmayaste, pasaron varias cosas.

—¿Ah, si? ¿cómo qué?

—Hablé con tu amado prometido. Le he dicho la verdad, le dije lo que me haces sentir, lo que me provocas..

—Estas loc..

—Shh... Si, estoy loco, ¿y sabes qué más se pone loco por ti?

—Si dices lo que estoy pensando, te juro que te dejo estéril.

—No, tranquila. —sonrío cínicamente —Le dije al enmascarado francotirador, que si tu me hacías realidad una de mis fantasías, serían los tres libres, y es en serio, no miento. Estrechariamos las manos como buenos cercanos a Dios.

—¡¿Acaso crees eso posible?! ¿Como eres capaz de creerlo? Estas muy mal. Maldito loco.

—No, no. Hay muchas maneras de hacerlo posible, pero prefiero la opción en la cual cooperas. —tomó mis dos manos juntas, poniendolas sobre mi cabeza, forcejear era inútil ya que mis brazos eran débiles, iba a darle una patada entre sus piernas, pero...
—_____, escucha. Lo único que deseo, es una oportunidad, déjame intentarlo, y en el momento que desees parar, obviamente respetaré. Solo una oportunidad, quiero probarte... te.. deseo..

Juro no haber controlado mi sonrojo en ese momento, o más bien el escalofrío que recorrió mi cuerpo frío.
Nunca lo había visto así, tenía las ojeras notorias, el cabello algo desordenado, y esa mirada intensa clavada en mi.

—Jamás le haría eso a Franqui. Jamás—el sonrió satisfactorio.

—¿Eso significa que, lo harías si no lo hubieras conocido antes? Los accidentes pasan, el no debe enterarse, jamás se enterará.. Créeme,  ____. Si los dejé vivir antes, ¿por qué no ahora? Déjame al menos, poder besarte como si fueras mía.