|•Capítulo 19•| Sin contexto.

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Ahorcaba con todo mi enojo suelto a un enmascarado, ya no faltaba nada para salir de ese edificio, maldita sea.

Tenía nervios, mis ganas de fumar aumentaron drasticamente, pero a pesar de esa tentación no lo haría.

Me quité un guante y lo tiré por el pasillo, estaba manchado de sangre.

—Mujer.. ¿donde estás? —me retorcí entre pensamientos, mi frustración aumentaba.

Seguí mi camino, tenía la máscara puesta. Siento que cada vez, estoy más débil, como si mi fuerza disminuyera poco a poco.

Mi poder de enmascarado..

Mierda.

Pase por un grupo de enmascarados, solo eran tres,. La bala de mi francotirador traspasó a dos de estos, y al otro lo agarre del cuello con una mano.

—¿Donde esta _____? —pregunté sin apretar tanto su cuello, para que este pudiera hablar.

—Estas perdido, el maestro Aikawa es el..

—¿Qué? —lo asfixié con más fuerza. —habla.

—El maestro Aikawa... Ja.. —mi paciencia acabó,. Lo lancé por el balcón y continúe con mi camino.

Suspiré.  Apretaba mi puño con fuerza. No encontrarla me ponía aún más nervioso, y mi cuerpo me comenzó a rogar al menos un cigarro para calmarme. 

—No.. mierda —frote mi frente con ambas manos, es mi reacción a los nervios que iban aumentando.
Al menos uno, para calmarme. 

No debería..

Me fije en todos los bolsillos que traía, los del pantalón y la chaqueta. No había señal de nada, solo traía un envoltorio de gomitas.
Al verlo y recordar ese momento, suspiré y traté de controlar mis impulsos.
Fumar no me ayudará ahora, encontrarla si.

Seguí caminando, caí en la realidad que me faltaban balas, debía ser más precoz y atento desde ahora. Todo es una mierda.

Llegué a la parte más alta del edificio, la terraza, vi a un enmascarado volcado en el suelo, este estaba muy mal herido.
Me acerqué. No entiendo como pasó esto, fue tan rápido e inexplicable, todos peleaban entre sí, el tal Aikawa desapareció, ella también.
Comienzo a tener malos pensamientos, que ni se atrevan a ser de verdad.

—Will... —habló el enmascarado en sus últimos segundos de vida. —Will... iré contigo.

Deseo saber que sucede cuando alguien muere, ¿a donde irá?.

¿A donde iré?

—Will... —el enmascarado comenzó a toser sangre, y al segundo su pecho dejó de exhalar, murió finalmente.

Me quedé de pie unos segundos mirando al cadáver, me sentía extraño.
Mi descanso acabó cuando alcé mi vista, había visto de reojo a alguien, y no me equivoqué.

Era una enmascarada con la cara enojada.
Tenía dos katanas y se acercó lentamente hacia mi. Tenía puesto un traje negro, pero no de camisa y corbata, sinó que era algo extraño.

—¿Donde esta Aikawa? —pregunté antes de dispararle con mi francotirador, estaba estaba ya a algunos metros.

Ella no contestó, dejó de caminar y me quedó mirando mientras lentamente inclinaba su cabeza para un lado.

—Última vez,. ¿Donde está Aikawa? ¿Donde está ___-? —me sorprendí al verla desaparecer de mi vista, fue tan rápida que apenas la pude ver llegar detrás de mi.

Acercó la punta afilada de su katana hacia mi cuello, pero logré agacharme y esta alcanzó a rosar mi cabello sin daño alguno.

Golpeé su estómago con el lado duro del francotirador, un poco más de fuerza y hubiera podido romperle los huesos.

Ella pareció no defectuarle nada, comenzó a raspar sus katanas entre sí y luego correr directo hacia mi.

—Maldita —suspiré y apunté a la cabeza, justo un segundo luego de apretar el gatillo, ella vuelve a desaparecer de mi vista.
—¡Mierda! —enfurecí más que nunca, mi paciencia se había extinguido.

Volteé con rapidez y esta chocó su katana contra mi rostro enmascarado. Gracias a que la detuve que mi mano derecha, no fue a profundidad. Era fuerte, y yo estaba cansando ya.

Enojada sacó su katana de donde estaba y volvió a insistir de esta, no podía evitar otro ataque tan rápido, hasta que milagrosamente ambos caímos al suelo por un temblor fuerte e inesperado. 

—Kuon.. —la ví desde lejos, estaba con manchas de sangre, despeinada y con su rostro atemorizado. Me saludó con su mano derecha desde donde estaba, sobre otro edificio.

Me levanté rápido y esta vez yo corrí hacia la enmascarada, pisé su mano derecha en donde traía su katana, y luego su mano izquierda. Esta soltó ambas katanas, mientras en silencio ebullicia un suspiro de dolor.

Me saqué la máscara, estaba rota. Me limpié la cara con la manga de mi camisa, y luego apunté a su frente decidido.

Ella se quedó inmóvil. Vi que movió sus manos lentamente hacia su máscara, como si se la quisiera sacar. Pero no me interesaba otra vez ver el rostro de una persona obligada a morir. No era agradable.

—¡Señor enmascarado! —oí desde lejos a Kuon, se estaba acercando.

Decidido a disparar a la enmascarada, me...

•Mi Ángel 2•  ▪︎Invasión en las alturas/tenkuu Shinpan▪︎ Franqui Donde viven las historias. Descúbrelo ahora