¿Por qué empecé a admirarlo a él?
Él no es bueno, él es considerado un pecado en mi religión.
Él no tiene escrúpulos, no tiene hogar, no tiene una familia.
No sabe amar, o al menos eso decían.
Sabía en lo que me estaba metiendo cuando lo liberé.
S...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No—Respondo finalmente.—No pienso irme de aquí, si no es contigo, no me voy.
Me mira confundido, y sonríe con su típica expresión de burla.
—¿Estás enamorada de mi o algo así—Mi corazón palpita con fuerza, y sin darme cuenta bajo la mirada.—Oye, niña, yo se que soy irresistible, pero de verdad no te involucres conmigo, yo también me iré—se levanta con dificultad, y yo solo me quedo sentada en el suelo.
Antes de que llegue a la puerta, lo tomo del brazo haciendo que se detenga.
—Suelta...
Lo interrumpí juntando nuestros labios, solo fue un toque rápido porque me separé por mi propio pánico.
Se quedó quieto analizando lo que había pasado, pensé que me golpearía, o empujaría cómo padre lo hace con mamá, así que me prepararé mentalmente para un golpe.
Pero no fue así, solo soltó una risa gruesa que me hizo estremecer.
—Quería que mi primer beso saliendo de prisión fuera con una mujer, no con una niña—Se acercó a mi lo suficiente para sentir su aliento chocar contra mi rostro—Pero bueno supongo que eso es mejor que besarse con los hombres de la prisión—Mi rostro demostró pánico, y confusión.
—¿Qué? A veces te tenías que quitar las ganas con los compañeros de celda—No sé si lo decía en serio pero en su voz se escuchaba burla—¿Me vas a juzgar por eso?—Su rostro se acerca exageradamente a mi.
Inmediatamente negué.
—No, solo quédate, ¿o acaso tienes otro lugar al cuál ir?
Se queda en silencio.
—Solo mantente alejada de mi, niña—Pasa a un lado mío empujandome con su hombro.
Se vuelve a recostar en el sofá.
Sin decir nada más entro a una habitación. Inconscientemente dirijo mis manos a mis labios, la sensación aún siguen ellos.
Lo besé, me atreví a besarlo. Aunque apenas fue solo un rocé sentí eso que suelen llamar “mariposas” el hermoso cosquilleo que se hace presente en el estómago, la sensación de sus labios sobre los míos era... Mágica.
Este hombre sería mi camino al pecado.
De eso estoy muy segura.
...
Me remuevo en la cama intentando seguir durmiendo, mamá no ha venido a despertarme, y eso es raro.
Escucho el agua caer así que sin más remedio abro los ojos.