Capítulo 18.

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Eirian.

— ¿Tú? ¿Tú eres Yuan?—Susurré atónita, incondicionalmente retrocedí.—¿Cómo?

—¿Tú quién eres, linda? Danny me dijo qué no habría aquí.—Dijo acercándose a mí.

—¿Qué? ¿Dónde está Dahn?

—No debe tardar en llegar, no quiso venir junto a mí, veo qué sigue resentido por lo qué pasó.

—¿Qué pasó?—Pregunté dejando qué la curiosidad me ganará.

—¿De verdad quieres saber quién es Dahn?
Estoy seguro qué no es quién piensas qué es.

—Creo conocerlo más qué tú.—Respondí mirándolo a los ojos.

Yuan rió.

—¿Por qué lo dices?—Sonrió acercándose a mí.—Yo lo vi crecer, él es cómo es gracias a mí... ¿Realmente dices conocerlo más qué yo?

Solté un suspiro entrecortado al ver cómo me había acorralado controla la pared.

—¿Quieres saber quién es Dahn realmente?

Cuándo estaba apunto de responder una tercera voz nos interrumpió.

—Aléjate de ella, ahora, Yuan.

Mi corazón palpitó con fuerza cuándo vi a Dahn parado en la puerta, su cabello estaba más largo y su rostro lucia más cansado.

—Danny.

—No me llames así.—Caminó hacía nosotros y lo empujó hasta quedar frente a mí.—¿Qué haces aquí? ¿Por qué sigues aquí? Te dije qué no me esperarás.

—No puedo regresar a mí casa, no quiero regresar a ese infierno.

—Yuan, sal, vete afuera.

Yuan rió falsamente.

—¿Desde cuándo pretendes darme órdenes, amor?

—¡Lárgate y no me llames así!

Me encogí de hombros al escucharlo gritar.

—Bien, me iré si es lo qué tanto quieres, Dahn.

Fue lo último qué dijo antes de caminar a la puerta con molestia.

—Dahn...

—Eirian.

—¿Por qué te fuiste así? ¿Por qué te fuiste así? ¿Sabes lo qué sentí al despertarme y ver qué no estabas a mi lado?

—Porqué no quería arruinarte.

—No lo estás haciendo.

—Intenté irme para buscar la verdad. Necesitaba encontrarlo a él.

—¿Él? ¿Quién es él para ti, exactamente?

—Hablemos luego de eso, ¿sí? Iré a hablar con él. Luego nosotros hablaremos.

Asentí lentamente, al verlo alejarse de mí tomé de su brazo. Nuestras miradas se cruzaron; no dudé ni un minuto en pegar nuestros labios.

Sus manos rodearon mi cintura y mis brazos su cuello.

—Te extrañé, Dahn.—Susurré a centímetros de sus labios.

Acarició mi cabello con una pequeña sonrisa mientras soltaba un pequeño suspiro de cansancio.

—Ahora regreso, quédate aquí, Eirian.—Murmuró apartándose de mí.

Asentí soltandolo.

Observé su espalda alejarse de mí, hasta que finalmente salió de la casa.

Escuché la voz de los dos hombres, sigilosamente decidí caminar hacía ellos.
Me pegué lo más que pude a la puerta intentando escuchar algo de lo qué decían.

—¿Quién es ella?

—Nadie qué te incuba, no te puedes quedar, así qué vete.

—¿Qué pasará con nuestros trato, Danny?

—Eso sigue en pie, solo no te quiero aquí con ella.

—¿Acaso es tu novia?

No hubo más qué silencio.

—¿Es tu novia? ¿Olvidaste qué eres homosexual? ¿La estás usando para intentar olvidar nuestra historia?

—Yo sé claramente quién soy.—Respondió Dahn.—Se qué tuvimos una historia, ella... Me gusta, ella es otra cosa aparte. Y yo no soy cómo tú, yo no le arruinaré la vida con mi egoísmo, cómo tú lo hiciste conmigo.

—Así qué si sigues resentido. Danny, eso no fue mi culpa, no has escuchado mi versión, no sabes lo qué pasó esa noche.

—¿Por qué no me buscaste para aclararla? ¿Eh? ¿Por qué cuándo pensé qué moriría solo nunca me buscaste?

—No pude ir contigo.

—Por tú culpa creen qué soy un asesino.

—Pero no lo eres ¿o sí?

—Tú eres el asesino, Yuan.

—Lo hice por nosotros, Dahn. Lo hice para estar bien, ¿recuerdas tu sueño? Tú sueño de convertirte en veterinario ¿lo recuerdas? ¿Recuerdas mi sueño de casarnos sin qué alguien nos mire mal? Sin sufrir discriminación. Luché por eso, Danny, te juro qué luché por esos sueños.

—No luchaste de la forma correcta. Y al final esos son ¿no? Sueños, solo fueron sueños, Yuan. Fueron sueños de dos adolescentes inmaduros sin un futuro asegurado ahí fuera. Solo eso somos y seremos.

—¿Dónde quedó mi Danny positivo?

—Él se fue contigo cuándo me abandonaste a mí suerte, Yuan.

—Dependías de mí. Y yo solo buscaba lo mejor para ambos.

—¿Para ambos? ¿Para ambos o solo para ti, Yuan?

—No digas eso, Dahn. No sabes lo qué dices, porqué no sabes qué fue lo qué pasó esa noche, no sabes cuáles fueron las circunstancias qué me obligaron a dejarte ahí, Dahn.

—Y no lo quiero saber.

Otra vez todo se quedó en silencio. Mi corazón palpitaba con fuerza.
Y no sabía si era por todo lo qué acaba de escuchar, o por el miedo a ser descubierta.

Así qué...

Dahn.

¿Dahn era homosexual?

(...)

Holaaaaa<3

Aquí les dejo un nuevo capitulo, estoy feliz porqué pude terminarlo antes de lo que había pensado.

Gracias por esperar y seguir aquí💗

Nos leemos pronto.

Los quiero.

-Ann

Pecando Entre Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora