Capítulo 20

488 36 3
                                    

Eirian

— No te preocupes.—Respondí lo más rápido que pude para empezar a caminar lejos de él.

—¿Por qué estás tan sola a estas horas?—Sentí que me tomaron del brazo regresandome a mi posición inicial.

—Porqué sí, suéltame.—Ordené intentando sonar firme.

—Eres muy bonita, ¿te gustaría divertirte conmigo?—Su asquerosa mano toca mi cintura pegándome a su cuerpo.

Pongo mis manos en su pecho con fuerza para alejarme de él, y su cuerpo.

—No, suéltame ahora.—Ambos empezamos a forcejear, y en un movimiento ágil de su parte me logró acorralar contra la pared del túnel.

Su rostro se acerca a el mío mientras olfatea mi aroma cómo un perro, puedo sentir el olor de alcohol emanar de su boca.

—¡Dahn! ¡Dahn! ¡Dahn!—Empiezo a gritar sintiendo cómo la desesperación me consume.

—Cállate, si no quieres que rompa esa linda boca que tienes.

Antes de que pudiese volver a gritar sus labios se unieron de forma brusca con lo míos. Empecé a moverme desesperada con la intención de liberarme de sus asquerosas manos. Una de sus manos bajó y jaló mi camiseta desgarrandola al instante.

Antes de que volviera a pegar sus labios contra mí; alguien lo jaló alejandolo de mí.

—¡Maldito hijo de puta!—Dahn, era Dahn.

Dahn se abalanzó contra él empezando a golpear con furia su rostro.

—Maldita escoria, te mataré, y arrancaré tus sucias manos.—Sus puños ya estaban llenos de sangre.

El tipo parecía haber caído desmayado porque ni siquiera me movía, su rostro empezaba a tornarse desfigurado. Así que lo llamé para que se detuviera.

—Dahn.—Susurré, y un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver su mirada.

—Eirian.—Susurró de vuelta, y su mirada se apaciguó, volviendo a lucir cómo siempre.

Empecé a llorar, y Dahn no dudo en rodearme con sus brazos. Temblé entre ellos lo que hizo que ejerza más presión entre nuestro cuerpos.

Me separó de su cuerpo, su mirada recorrió mi rostro junto con mi cuerpo intentando buscar algún daño en mí, apretó la mandíbula al ver cómo me encontraba.

Iba a volver a arremeter contra el hombre, pero lo detuve.

—Vamos a casa.—Pedí jalando de su brazo.

Después de mírame unos segundos más asintió, haciéndome sentir calma, me cubrió bien con mi propia sudadera y su brazo.

Ambos caminamos en silencio, no me atreví a decir nada, aún seguía asustada.

Llegamos a nuestra casa, y me  llevó hasta nuestra habitación.

Primero fue al baño para limpiarse la sangre del hombre, y después se dirigió al armario en busca de alguna camisa suya, se acercó nuevamente a mí, y con mi permiso retiró mi sudadera, y mi camiseta rota.

Dahn desvió la mirada al ver algunas marcas que el tipo había dejado en mi cuerpo.

No me pude contener más, y lloré otra vez; cubriendo mis ojos con mi brazo.

—Tenía miedo, pensé que iba a...

—No lo digas, nunca hubiera permitido que te hicieran algo así.—Me interrumpió pegando nuestras frentes.—Tranquila, yo estaré aquí para cuidarte
...el tiempo que me permitas quedarme. Dijiste que sólo hago esto por lastima, pero no es así, Eirian. Yo te...—Se detuvo pensando en que decir.—yo te quiero, te quiero cuidar, y por eso a veces siento la necesidad de estar cerca de tí, pero otra veces...

—Sientes lastima.—Lo interrumpí.

Me miró exasperado.

—No, cállate, y déjame continuar.—Me apuntó, y asentí apenada.—Siento lastima, por mí, no por ti.

—¿Por qué?

—Porqué otra vez siento la necesidad de proteger a alguien, y no te quiero perder cómo lo perdí a él. Me preocupa mirarte, y pensar que algún día podrías acabar cómo yo.

—Eso no pasará, nunca me iré de tu lado.—Susurré.

—Tal vez algún día que canses de huir.

—No será así.—Afirmé.

—¿Cómo estás tan segura?—Me miró fijamente a los ojos.

—Porqué ya no sé cómo vivir sin ti, Dahn. ¿Qué sentido tiene vivir una vida normal si tú no estás junto a mí?

—Puedes buscar algo que te pueda brindar una mejor vida, Eirian. Puedes estudiar, puedes trabajar, puedes buscar una mejor vida sin la necesidad de tener a alguien a tu lado. —Sus manos se pusieron en mis rodillas porque seguía agachado frente a mí.—Estás dependiendo de mí.

—Eso no es nuevo, Dahn.—Hice una mueca.

Soltó un suspiro fuerte, y negó con la cabeza formando una sonrisa burlona.

—Eres imposible, niña.—Se burló.

—Me gustas, Dahn.—Confesé, aunque era más que obvio que él ya lo sabía.

Me miró y rió.

—Me... Caes mal. Ahora tengo que preocuparme por alguien nuevamente.—Rió con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Eso es bueno.—Me reí.

—Para ti.—Gruñó tomándome del rostro.

Nuestros labios se impactaron, está vez ni siquiera pensé en separarme de él, correspondí su beso con desespero tomando sus mejillas para profundizar.

—Si un día te cansas de esto, dímelo, y seré el primero en echarte de aquí.—Murmuró separándose levemente.

—Ya te dije que no.—Respondí rodando los ojos.

Wow, ahora respondes cómo yo, que mala influencia soy.—Burló antes de volver a juntar nuestros labios.

Subí mis manos a su nuca intentando profundizar el roce entre nuestras bocas.

—Haré que olvides todo lo que alguna vez sufriste, haré que olvides al fantasma que te atormenta.

Me miró fijamente con sus labios entreabiertos. Cerró sus ojos dejando caer su frente en la mía.

—Que pecado estás cometiendo.—Murmuró mientras se retiraba la camisa; mi mirada inspeccionó todo su abdomen. Era maravilloso tenerlo de está manera para mí.

—Te dije que pecaría entre sangre por ti.—Sonreí mirándolo.

Sonrió, y bajó sus labios a mi cuello, mi espalda levemente se arqueó al sentir el contacto de sus labios.

—¿Estás segura de esto?

—Toma mi cuerpo, y vuelvelo tuyo.—Le susurré.

—Si te sientes incómoda házmelo saber.—Respondió con otro susurró que me estremeció.

Luego de eso soltó un gran suspiro, y acarició mi mejilla.
Me atreví a poner mis manos en su abdomen tocando cada centímetro de este, lo miré a los ojos cuando llegué al inicio de su pantalón.

—Está noche te haré pecar cómo nunca lo habías hecho.—Susurró en mi odio haciéndome cerrar los ojos por su dulce voz ronca.

—Quiero pecar por ti, Dahn Min.

[...]

Nuevo capítulo porque tengo inspiración.
Gracias por leer💗

Pecando Entre Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora