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Kazajistán y México van a bordo de un vehículo. Él conduce.

-A ver Kaza, ¿Por qué debo de acompañarte hasta ese lugar por un documento?- Pregunta México algo molesta.

-Porque es muy importante. Y no lo encuentro. Estoy seguro que lo deje ahí. Pero no recuerdo donde. Y cuatro ojos ven mejor que dos.

México suspira

-Y, ¿hasta cuándo estarás molesta con mi hermano?

-Yo. Mira no es tan simple. Él me hizo sentir como si fuera un objeto. Cada vez que me acuerdo que dijo que yo era de su propiedad hiervo de ira. –México aprieta los puños.

-Pero cuando recuerdo sus ojos, sus labios sobre los míos, me siento, me siento bien. Estoy confundida. Estoy enojada con él y enojada conmigo.

-Mira no lo excuso. Solo es que él siempre ha actuado de acuerdo a lo que esperaba la gente de él. Lo que esperaba padre, lo que espera la banda. Todo su ser se basa en expectativas. Pero contigo él se deja llevar. Actúa por impulso. Supongo que por eso hace lo que hace.

México le mira sorprendida. ¿Ella pudo cambiar tanto a ese imponente hombre?

Bueno llegamos.

El lugar es una casa de dos plantas a la orilla de un risco. Una hermosa playa se ve a la distancia.

-¡Qué lindo!

-Vamos

México entra primero. Al hacerlo Kazajistán cierra la puerta desde fuera. México se asusta, golpea la puerta.

- Kazajistán, abre la puerta.

-Lo siento, solo sigo órdenes. Habla con él. Dile lo que me dijiste.

-¿Con él? ¿Con quién rayos tengo que hablar?

-Ve a la terraza. Suerte.

Se escucha a Kazajistán alejarse. México patea la puerta. Ve un sendero de flores delante. No puede evitar sonreír. Sigue el camino. Llega hasta una terraza con piscina. Delante se encuentra Rusia al lado de una mesa puesta para dos.

-¿Es esto alguna clase de broma, venganza?

-No, juro que no es asi.

México se acerca. Rusia recorre una silla. Ella se sienta. En la mesa hay una bandeja tapada con una campana gris. Rusia se sienta y la destapa. Habia sírniki (tortitas de requesón), pelmeni (saquitos cocidos rellenos de carne), shashlyk (brocheta de carne asada y cebolla) y pollo a la kiev. Todo desprendía un olor exquisito.

-¿Puedo?

-Adelante.

México toma sírniki. Su cara muestra lo delicioso que le supo.

-¿Te...te gusta?

-Si esta riquísimo.

Rusia sonríe. Ve la bufanda. Su expresión cambia a tristeza. Baja la mirada.

-Yo, yo quiero disculparme. Sé que actúa mal el otro día. Lo siento.

México le mira al momento de chuparse los dedos por comer una brocheta.

- Kazajistán me dijo que actúas de acuerdo a expectativas. Que haces lo que los demás esperan que hagas. Bueno, yo veo a un hombre grande, poderoso. Que con un solo tronar de sus dedos me desaparecerá de la faz de la tierra.

Una sombra oscura se posa sobre el rostro del eslavo.

-Pero, pero también veo a un hombre gentil, sensible. Que me trata como la cosa más delicada del mundo y eso me hace sentir extraña. Así que si tu actúas de acuerdo a expectativas, ¿Qué debo esperar yo de ti? ¿Qué debes significar para mí: mi amo o algo más?

Rusia no sabe que decir. Está más que sorprendido.

-La verdad ni yo lo sé. Ahora mismo solo quiero vuelvas a sentarte conmigo en la mesa. Que me prepares lo que me gusta. Que estás ahí a mi lado. Que me vuelvas a mostrar ese rostro que me trae tanta paz. Que me transporta hasta el cielo más azul y despejado. Calmado que me llena de esperanza. Por ahora eso quiero.

Ambos están en silencio. Ella estira su mano. Le da un golpe en la frente.

-Vuélvame a tratar de ese modo y este cielo se transformara en ciclón tropical.

Rusia ríe.

-¿Te puedo pedir algo?

-Por supuesto.

-Puedes llamarme de tú. Como lo haces con Kazajistán.- Rusia se sonroja.

Esta celoso de Kaza.

-Bien. Hagamos un trato. Cuando estemos solos te tuteo. Y con otros lo llamo por usted.

-Trato.

Ambos empiezan a comer. México no puede decirle que ella se siente igual. Que cada vez que ve ese rostro, esos ojos azules se llena de un sentimiento tan arrollador que podría ser capaz de escalar una montaña por él. Pero al mismo tiempo de tanta paz, como la de un cielo en calma. No aun no puede decirlo.

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora