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La comida había estado deliciosa. El día estaba despejado y el calor empezaba a sentirse. Mira el agua de la piscina, como se le antoja darse un chapuzón. Rusia parece adivinar sus pensamientos.

-Puedes meterte si quieres.

-Ay pero no tengo otra ropa.

-En una de las habitaciones hay algunos trajes de baño. Usa uno.

México va a buscar un traje. En la habitación hay fácilmente 50 trajes distintos.

"¿Sera que aquí traerán a sus conquistas? Bueno México y eso a ti que te importa"

Sale con un traje amarillo con girasoles de una sola pieza. Rusia no puede evitar sonrojarse.

"Fue buena la idea de Kazajistán de la compra de los trajes de baño para México

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"Fue buena la idea de Kazajistán de la compra de los trajes de baño para México."

Ella corre desde el pasillo para lanzarse de bala de cañón al agua. Salpica un poco con el agua al ruso.

-Lo siento.

-No te preocupes.

-¿No entraras?

-Ah...no, prefiero estar aquí.

Rusia se sienta en un camastro. Solo mira como ella nada de un lado al otro de la piscina.

-Ah, que rica esta. Oye y ¿A qué hora vendrán a abrirnos?

-¿A qué te refieres? Yo tengo las llaves. Estamos en una playa de la familia.

-(Kaza me dijo que) matare a Kaza.

En la oficina de Rusia se escuchan unos gritos. México trata, de puntillas, de alzar a Kazajistán quien le saca fácilmente una cabeza a la chica. Rusia mientras tanto revisaba y firmaba unos papeles en su escritorio con total tranquilidad.

-Kazajistán, espero que hayas hecho tu testamento.- México le sujeta del cuello de la camisa.

-Mex, cálmate por favor, ya te dije que solo seguía órdenes. Rusia dile algo, ayúdame.

- Мексика, ¿podrías no matar hoy a Kazajistán? Lo necesito para que me ayude con unos papeles.

-¡ брат/hermano! ¿Solo por eso me salvas?

-Solo te salvaste por esta vez. Para la próxima no tendré piedad.

Rusia no puede evitar dar una pequeña risa y una sonrisa se instala en su cara.

El interlocutor suena.

-Señor, el señor España se encuentra aquí.

-(¿España? No tenemos asuntos pendientes) Que pase.

El rojo con amarillo hace su aparición en la oficina.

-Buenas tardes jóvenes

Rusia levanta levemente la vista hacia España, para luego volver a los papeles.

-Pase a saludar. Un pajarito me dijo que la princesa se encontraba aquí. ¿Qué tal princesa?

España besa la mano de México, rápidamente Kazajistán se interpone.

-Buenas tardes señor España.

-No me digas señor, dime España.

-Se llaman modales España. ¿A qué has venido? – Kazajistán le mira de manera afilada.

-Vengo a invitarlos a mi fiesta de cumpleaños.

-Solo hubieras enviado un correo.

-Pero es mejor en persona. Además me interesa más que la princesa vaya. Por eso vine, no vaya a ser que la invitación se pierda en el camino- mira de lado a Rusia. Este le regresa una mirada furioso.

-Sería un honor Se...perdón España. Solo que no se si Rusia tenga espacio para ir.

-Si lo tiene, ¿Verdad Rusia?-España trata de hacer una mirada tierna suplicante. Pero Rusia mira hacia México. Suspira.

-Iremos.

-¡Qué bien! Les espero entonces. Princesa* asiente lentamente la cabeza a modo de despedida*

España se retira.

-Kazajistán, ve de compras con Мексика.

-¿Qué? ¿Más ropa? No, me pondré de la que tengo. Ya tengo demasiada.

-¿Segura?

-Si segura, ¿Me puedo ir yendo a casa? Quiero dejar todo limpio.

-Kazajistán llevaba por favor.

-No es necesario, me puedo ir sola.

-Deja al menos que un chofer te lleve.

-Esta bien, me retiro. Adiós kaza, hasta luego Rusia.

México sale.

-¿Por qué aceptaste que fuéramos a la fiesta de España?

-No quiero que ella piense que le tengo cautiva. Quiero que se divierta.

-mmm, no te conocía que eras del tipo consentidor.

Rusia sonrie un poco.

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora