3. Mosquito.

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El fin de semana fue bueno para todos, menos Kirishima quien se ganó ser sacado a patadas del apartamento de los dos rubios.

Pero, todo lo bueno acaba, y así paso con el fin de semana, el adolescente debía volver a clases, la niña también.

El adulto tenía la peor parte, tenía trabajo y prácticas.

Esa mañana Izuku, Mirai y Katsuki subieron al auto, el adulto planeaba llevarlos a sus respectivos colegios.

Primero fue Mirai, quién se despidió con un fuerte abrazo a su hermano y Izuku, madres y padres que estaban presentes miraron de una manera extraña tanto al peliverde como al rubio, quienes, al ver a la niña partir, se tomaron de las manos y fueron al auto.

No importaba cuan inclusivo quería ser el mundo, siempre existían idiotas que no entendías las dos L's.

Love Is Love.

Katsuki lo ignoro, pero dicho acontecimiento dejo algo pensativo al pecoso.

—Hey, ignoralos, son un montón de idiotas.

El pecoso asintió y trato de mostrar su mejor sonrisa.

El pecoso sentía el profundo amor que Katsuki le transfería, era un sentimiento calido que lo envolvía por completo.

Nunca estaría seguro si Katsuki lo hacía consiente o inconscientemente.

Fue cuestión de momentos estar cerca a la academia, el pecoso se estaba alistando para salir del auto, cuando cierto rubio lo tomo de la mano y le dio un beso en esta.

—Cuidate, nerd.

No había una razón para decirlo, simplemente quería hacerlo y ya.

El pecoso sonrió y le besó los labios, un beso casto pero calido.

—Nos vemos, Dynamight.

El pecoso señaló el reloj del tablero del auto, dando a entender al rubio que ya comenzaba su turno, y estaba llegando tarde.

—Es tu culpa Deku—Abrazo al pecoso, escondiendo su rostro entre el hombro y el cuello del chico.

El oji-esmeralda sintió cosquillas así que río leve, su amado corrió el uniforme y volvió a succionar donde ya lo había hecho con anterioridad.

—¡Ka..cchan!—Lo reprendió el menor.

La marca que poco a poco había desaparecido, ahora estaba aún más marcada en su piel, y lo peor, era una zona que el uniforme no cubría.

—¿Se nota mucho?—Pregunto dudoso viéndose en el espejo del auto.

—No—Respondio con sinplesa el rubio.

—¡Se nota mucho! ¿Que le diré a mis compañeros si lo ven?

—Diles que lo hice yo.

Izuku se sonrojo de sobremanera.

La cara pícara y esa sonrisa ladeada del rubio derribo varias barreras.

—Dire que fue un mosquito—Respondio entre enojado, cansado y sonrojado.

—En la próxima reunión a la que te acompañe me presentaré como "mosquito".

Izuku quizo reír, pero la ventana del rubio fue tocada varias veces, ambos voltearon a mirar encontrando a Shinso con una cara de aburrimiento extremo.

—¿Que mierda quieres cara aburrida?—Pregunto Katsuki bajando la ventana.

—Shinso-kun, hola—Saludo un sonrojado pecoso.

✨SOULMATE 2✨       Escucha la voz del ser que amas.    [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora