8. Oh Mirai, no denuevo.

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Nuevo día, y Katsuki tenia que llevar a Mirai a la escuela, estaba cansado y la verdad lo último que quería hacer era entrar en ese lugar.

Así que dejó que Izuku fuera solo con la niña.

Este no puso problema y hasta la acompañó a la puerta, donde se despidieron con un abrazo.

-¿Vendrás por mi al finalizar mis clases?-Pregunto en su inocencia la niña.

-No, pero tu hermano me irá a recoger, así que nos veremos cuando yo salga-La niña asintió.

Esta salió corriendo dentro, pero antes de que el pecoso la perdiera de vista, se dio vuelta y se despidió con su mano.

Izuku hizo lo mismo y decidió volver al auto donde un gruñon rubio lo esperaba.

-"¿Oíste eso?"

Escucho la voz de una mujer, miro disimuladamente su costado, notando a dos mujeres hablar.

-"¿Lo de ese jovencito?"

Lo noto, ellas lo estaban mirando en un vano intento de disimular.

Izuku sacó su teléfono, disimulando esperar algo.

-"Y lo de la niña también"-Agrego la primera mujer.

-"Si, pobrecita, tiene que vivir con ese depravado que se hace llamar su hermano y ese muchacho enfermo"-La ira no era una palabra con la que relacionaras a Izuku, pero claramente la podías ver en sus ojos.

-"Pobre niña, si se queda con esos sujetos ¿Quién le enseñará a ser una señorita de bien?"-Izuku quería reaccionar, atacar y gritar.

Pero eso solo le daría la razón a aquellas mujeres.

-"Son solo un par de enfermos"-Murmuro una tercera.

Suspiró, el mundo no cambiará de un día para otro.

-Que tengan buena tarde señoras-Se despidió con una sonrisa y una expresión amable, tragándose todo su veneno contenido, tal vez, dañando uno que otro órgano.

Las mujeres lo miraron asombradas y este simplemente se dirigió al auto.

-¿Paso algo?-Pregunto Katsuki, viendo preocupado la expresión de su soulmate.

-Nada Kacchan, nada-Murmuro la última palabra.

Katsuki le acarició la mejilla, en un vano intento de hacerlo sentir mejor, no era bueno con las palabras, mucho menos con las acciones y realmente esperaba que el pecoso entendiera su sentir al verlo y sentirlo diferente.

El pecoso, como se esperaba de un alma gemela, entendió, tomando la mano del rubio y acarisiandole, dándole una sonrisa amable.

Puede que el mundo no cambie de la noche a la mañana, pero si tiene a Katsuki a su lado, si tiene su amor y su compañía, el resto del mundo puede irse al diablo.

Mientras tanto, con la niña.

Esta se encontraba en su pupitre, no hacía nada más que mirar el piso, seguía sintiéndose avergonzada por su actuar, hasta que una niña de cabello azabache y ojos rojos se le acerco.

-Mirai-chaaan.

-Kiri-chan-Saludo con una leve sonrisa.

-¡Mirai-chan es mala, nos dejó con curiosidad a mí y a las otras niñas!-Se quejo la niña de cabello azulado.

-Lo siento-Pidio con una sonrisa.

-¡Tendrás que decirnos!-Grito la azabache.

Pero justo la campana sonó y con la promesa de decirles en descanzo comenzaron su clase.

✨SOULMATE 2✨       Escucha la voz del ser que amas.    [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora