✨SOULMATE 2✨ Escucha la voz del ser que amas. [Katsudeku]

13. El frío solo está en tu casa, no en tu corazon

Izuku se levantó cuando sintió a alguien sacudiendolo suavemente, abrió sus ojos tratando de buscar en la oscuridad quien lo despertaba.

—Zuzu-niisan—Llamaba la niña—Tengo hambre...—Izuku se terminó de despertar y se levantó, llendo con la niña a la puerta, al abrirla la luz del sol que se colgaba por las ventanas lo recibió de golpe, haciéndolo gruñir en tono bajo.

Camino a la cocina con la niña siguiéndolo en todo el momento, se hecho agua en el cabello y cara y sonrió para no lucir como un gruñon en las mañanas.

Busco varios ingredientes, como huevos, jamón, pan, queso y mantequilla.

Le hizo a la infante un sandwich de huevo con jamón, también le dio un vaso con jugo de naranja.

La niña comenzó a comer alegre, pero al dar su primera mordida, la puerta de su cuarto se abrió, asomándose un Todoroki somnoliento y un Shinso en igual estado.

—¿Ya es hora de desayunar?—Pregunto en tono bajo Shinso.

Izuku y Mirai instintivamente miraron el reloj que había en la sala.

12:08.

—Mas bien hora de almorzar, despertaré a Kacchan.

Y así el chico de ojos verdes fue hasta el cuarto de el ya antes mencionado.

Katsuki estaba durmiendo boca abajo, su respiración era calma y constante, sus manos estaban a su costado y la otra buscando algo a su lado, ese algo era Mirai.

—Kacchan~—Llamo con gentileza.

No se escuchó respuesta más que un quejido leve.

—Kacchan es hora de levantarse—El chico se disponía a tomar su brazo para moverlo.

Pero grande fue su sorpresa al ver que el otro se dirigió a el y lo atrapó en un abrazo.

Izuku ahora estaba sobre el pecho desnudo de Katsuki, atrapado por un fuerte y protector abrazo.

Sobra mencionar, que las mejillas de Izuku se sonrojaron en extremacia, más por qué, cuando el repentino movimiento ocurrió, soltó un gritito.

—Ka..Kacchan, arriba, ya pasan de las 12—Trato de explicar el pecoso.

—Tsssk, calla Deku—Murmuro somnoliento, dándose media vuelta y aferrándose a el pecoso, hundiendo su rostro en el cuello del menor.

—Kacchan, encerio, levántate de la cama, se que estás despierto, debemos comenzar el día.

—Humm~ no, estoy dormido ¿Que no me vez?—Izuku sonrió con dulzura, el hombre a su lado solo mantenía fuertemente sus ojos cerrados, aún con el seño fruncido.

—Vamos~ arriba—Dijo Izuku acariciando su mejilla, Katsuki abrió los ojos.

Ese rojo imponente que hay en ellos siempre lo a atraído, es fuerte y aterrador algunas veces, otras es cálido y amigable, y otras, muy raras veces a visto, desprenden una aura que Izuku aún no sabe clasificar.

Los ojos de Katsuki en ese momento eran cálidos y vibrantes, Izuku sonrió acariciándolo aún más.

Últimamente Izuku pasa mucho tiempo en su casa, no se queja, es más, lo agradece, y es que despertar con Izuku así cada día, es un regalo que aprecia y un secreto entre los dos.

Pues a ambos les fascina.

Los ojos verdes de su compañero de vida solo brillaban en cariño y confianza, una mirada que era solo para el.

Y le encantaba.

—Izuku ¿Ya pudiste despertar al ogro ese?—Era Shinso entrando como si nada.